Y con alegres voces de aclamación festiva, |
hinchen las raridades del aire de alegrías, |
y sólo se percibe en la confusa grita: |
— ¡Vítor, vítor, vítor, vítor María, |
a pesar del Infierno y de su envidia! |
¡Vítor, vítor, vítor, vítor María! |
SEGUNDO NOCTURNO
|
VILLANCICO IV
|
|
¡SILENCIO, ATENCIÓN, |
|
que canta María! |
|
Escuchen, atiendan, |
|
que a su voz Divina, |
|
los vientos se paran |
|
y el Cielo se inclina. |
|
Silencio, &. |
Coplas
|
|
Hoy la Maestra Divina, |
|
de la Capilla Suprema |
|
hace ostentación lucida |
10 |
de su sin igual destreza: |
|
Desde el ut del Ecce ancilla, |
|
por ser el más bajo empieza, |
|
y subiendo más que el Sol |
|
al la de Exaltata llega. |
|
Propriedad es de natura |
|
que entre Dios y el hombre media, |
|
y del Cielo el be cuadrado |
|
junta al be mol de la tierra. |
|
Be-fa-be-mi, que juntando |
20 |
diversas Naturalezas, |
|
unió el mi de la Divina |
|
al bajo fa de la nuestra. |
|
En especies musicales |
|
tiene tanta inteligencia, |
|
que el contrapunto de Dios |
|
dio en ella la más Perfecta. |
|
No al compasillo del mundo |
|
errado, la voz sujeta, |
|
sino a la proporción alta |
30 |
del compás Ternario atenta. |
|
Las Cantatrices antiguas, |
|
las Judiques, las Rebecas, |
|
figuras mínimas son, |
|
que esta Máxima nos muestran. |
|
Dividir las cismas sabe |
|
en tal cuantidad, que en Ella |
|
no hay semitono incantable, |
|
porque ninguno disuena. |
|
Y así, del género halló |
40 |
armónico la cadencia |
|
que, por estar destemplada, |
|
perdió la Naturaleza. |
|
Si del mundo el frigio modo |
|
de Dios la cólera altera, |
|
blandamente con el dorio |
|
las Divinas iras templa. |
|
Música mejor que Orfeo |
|
(como Ildefonso exagera) |
|
hoy suspendió del Abismo |
50 |
las infatigables penas. |
|
Por los signos de los Astros |
|
la voz entonada suena, |
|
y los Angélicos Coros |
|
el contrabajo le llevan. |
|
La Iglesia también, festiva, |
|
de acompañarla se precia, |
|
y con sonoras Octavas |
|
el sagrado son aumenta. |
|
Con cláusula, pues, final, |
60 |
sube a la mayor alteza, |
|
a gozar de la Tritona |
|
las consonancias eternas. |
VILLANCICO V
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|
AQUELLA ZAGALA |
|
del mirar sereno, |
|
hechizo del soto |
|
y envidia del Cielo: |
|
la que al Mayoral |
|
de la cumbre, excelso, |
|
hirió con un ojo, |
|
prendió en un cabello: |
|
a quien su Querido |
10 |
le fue mirra un tiempo, |
|
dándole morada |
|
sus cándidos pechos: |
|
la que en rico adorno |
|
tiene, por aseo, |
|
cedrina la casa |
|
y florido el lecho: |
|
la que se alababa |
|
que el color moreno |
|
se lo iluminaron |
20 |
los rayos Febeos: |
|
la por quien su Esposo |
|
con galán desvelo |
|
pasaba los valles, |
|
saltaba los cerros: |
|
la del hablar dulce, |
|
cuyos labios bellos |
|
destilan panales, |
|
leche y miel vertiendo: |
|
la que preguntaba |
30 |
con amante anhelo |
|
dónde de su Esposo |
|
pacen los corderos: |
|
a quien su Querido, |
|
liberal y tierno, |
|
del Líbano llama |
|
con dulces requiebros, |
|
por gozar los brazos |
|
de su amante Dueño, |
|
trueca el valle humilde |
40 |
por el Monte excelso. |
|
Los pastores sacros |
|
del Olimpo eterno, |
|
la gala le cantan |
|
con dulces acentos; |
|
pero los del valle, |
|
su fuga siguiendo |
|
dicen presurosos
en confusos ecos: |
Estribillo
|
|
¡Al Monte, al Monte, a la Cumbre |
50 |
corred, volad, Zagales, |
|
que se nos va María por los aires! |
|
¡Corred, corred, volad aprisa, aprisa, |
|
que nos lleva robadas las almas y las vidas, |
|
y llevando en sí misma nuestra riqueza, |
|
nos deja sin tesoros el Aldea! |
VILLANCICO VI.—JÁCARA
|
Estribillo
|
|
¡APARTEN! ¿CÓMO, A QUIÉN DIGO? |
|
¡Fuera, fuera! ¡Plaza, plaza, |
|
que va la Jacarandina |
|
como que No, sino al Alba! |
|
—¡Vaya de jacaranda, vaya, vaya, |
|
que si corre María con leves plantas, |
|
un corrido es lo mismo que una jácara! |
Coplas
|
|
¡Allá va, fuera, que sale |
|
la Valiente de aventuras, |
10 |
Deshacedora de tuertos, |
|
Destrozadora de injurias! |
|
Lleva de rayos del Sol |
|
resplandeciente armadura, |
|
de las Estrellas el yelmo, |
|
los botines de la Luna; |
|
y en un escudo luciente |
|
con que al Infierno deslumbra, |
|
un monte con letras de oro |
|
en que dice: Tota Pulchra. |
20 |
La celebrada de hermosa |
|
y temida por sañuda, |
|
Bradamante en valentía, |
|
Angélica en hermosura; |
|
la que si desprende al aire |
|
la siempre madeja rubia, |
|
tantos Roldanes la cercan |
|
cuantos cabellos la inundan; |
|
la que deshizo el encanto |
|
de aquella Serpiente astuta, |
30 |
que con un conjuro a todos |
|
nos puso servil coyunda; |
|
la que venga los agravios, |
|
y anula leyes injustas, |
|
asilo de los pupilos, |
|
y amparo de las vïudas; |
|
la que libertó los presos |
|
de la Cárcel donde nunca, |
|
a no intervenir su aliento, |
|
esperaran la soltura; |
40 |
la de quien tiembla el Infierno |
|
si su nombre se pronuncia, |
|
y dicen que las vigilias |
|
los mismos Reyes le ayunan; |
|
la que nos parió un León |
|
con cuya rugiente furia |
|
al Dragón encantador |
|
puso en vergonzosa fuga; |
|
la más bizarra Guerrera |
|
que, entre la alentada turba, |
50 |
sirviendo al Imperio sacro |
|
mereció corona augusta; |
|
la Paladina famosa |
|
que con esfuerzo e industria |
|
conquistó la Tierra Santa, |
|
donde para siempre triunfa: |
|
Ésta, pues, que a puntapiés |
|
no hay demonio que la sufra, |
|
pues en mirando sus plantas, |
|
le vuelve las herraduras, |
60 |
coronada de blasones |
|
y de hazañas que la ilustran, |
|
por no caber ya en la tierra, |
|
del mundo se nos afufa, |
|
y Andante de las Esferas, |
|
en una nueva aventura, |
|
halla el Tesoro Escondido |
|
que tantos andantes buscan, |
|
donde, con cierta virtud |
|
que la favorece oculta, |
70 |
de vivir eternamente |
|
tiene manera segura. |
|
¡Vaya muy en hora buena, |
|
que será cosa muy justa, |
|
que no muera como todas |
|
quien vivió como ninguna! |
TERCERO NOCTURNO
|
VILLANCICO VII
|
Estribillo
|
|
LA RETÓRICA NUEVA |
|
escuchad, Cursantes, |
|
que con su vista sola persüade, |
|
y en su mirar luciente |
|
tiene cifrado todo lo elocuente, |
|
pues robando de todos las antenciones, |
|
con Demóstenes mira y Cicerones. |
- —QUINTILLAS
|
|
Para quien quisiere oír |
|
o aprender a bien hablar, |
10 |
y lo quiere conseguir, |
|
María sabe enseñar |
|
el arte de bien decir. |
|
En enseñar ejercita |
|
la dulzura de su voz |
|
que a tiempos no se limita; |
|
que como su asunto es Dios, |
|
siempre es cuestión infinita. |
|
Su exordio fue Concepción |
|
libre de la infausta suerte; |
20 |
su Vida la narración, |
|
la confirmación su Muerte, |
|
su epílogo la Asunción. |
|
De persuadir la eminencia |
|
lo Judicial lo pregona, |
|
pues rendido a su elocuencia |
|
el Juez Eterno, perdona |
|
cuando lo mueve a clemencia. |
|
Retórica se acredita |
|
con todos los que la ven, |
30 |
y a deprender los incita; |
|
mas ¿qué mucho diga bien |
|
quien en todo fué Bendita? |
|
Hace de su perfección |
|
al silogismo galante |
|
segura proposición, |
|
y con su Asunción triunfante |
|
va a la eterna complexión. |
|
Si a los tropos la acomodo, |
|
ha ejercitado en el arte |
40 |
el sinécdoque, de modo |
|
que eligió la mejor parte |
|
y la tomó por el Todo. |
|
Como Reina, es bien acete |
|
la antonomasia sagrada |
|
que como a tal le compete; |
|
y hoy, al Cielo trasladada, |
|
la metáfora comete. |
|
Siendo Virgen, ha nacido |
|
el Verbo, de ella humanado: |
50 |
énfasis tan escondido |
|
y enigma tan intrincado, |
|
que sólo Dios lo ha entendido. |
|
Sus figuras peregrinas |
|
son las antiguas mejores |
|
que las figuras divinas; |
|
que en sus retóricas flores |
|
nunca se hallaron espinas. |
|
Tan lacónica introduce |
|
la persuasión, que acomoda |
60 |
cuando elegante más luce, |
|
que su Retórica toda |
|
a sólo un Verbo reduce. |
|
En fin, por ser su oración |
|
en todo tan singular, |
|
hoy con muy justa razón |
|
al Cielo sube a gozar |
|
la eterna colocación. |
VILLANCICO VIII.—ENSALADILLA
|
Introducción.—JURA
|
|
A LA ACLAMACIÓN FESTIVA |
|
de la Jura de su Reina |
|
se juntó la Plebe humana |
|
con la Angélica Nobleza. |
|
Y como Reina es de todos, |
|
su Coronación celebran, |
|
y con majestad de voces |
|
dicen en canciones Regias: |
Coplas.—REINA
|
|
Ángeles y hombres, Señora, |
10 |
os juramos, como veis, |
|
con que Vos os obliguéis |
|
a ser nuestra Protectora. |
|
Y os hacemos homenaje |
|
de las vidas; y así, Vos |
|
guardad los fueros que Dios |
|
le dio al humano linaje. |
|
Vos habéis de mantenernos |
|
en paz y justicia igual, |
|
y del contrario infernal |
20 |
con aliento defendernos. |
|
Con esto, con reverencia, |
|
conformes en varios modos, |
|
por los Evangelios todos |
|
os juramos la obediencia. |
Prosigue la Introducción
|
|
No faltó en tanta grandeza, |
|
donde nada es bien que falte, |
|
quien con donaires y chistes |
|
tanta gloria festejase. |
|
Porque dos Negros, al ver |
30 |
misterios tan admirables, |
|
Heráclito uno, la llora; |
|
Demócrito otro, la aplaude. |
NEGRILLOS
|
|
- Cantemo, pilico,
|
|
que se va las Reina, |
|
y dalemu turo |
|
una noche buena. |
|
- Iguale yolale,
|
|
Flacico, de pena, |
|
que nos deja ascula |
40 |
a turo las Negla. |
|
- Si las Cielo va
|
|
y Dioso la lleva, |
|
¿pala qué yolá, |
|
si Eya sa cuntenta? |
|
Sará muy galana, |
|
vitita ri tela, |
|
milando la Sole, |
|
pisando la Streya. |
|
- Déjame yolá,
|
50 |
Flacico, pol Eya, |
|
que se va, y nosotlo |
|
la Oblaje nos deja. |
|
- Caya, que sa siempre
|
|
milando la Iglesia; |
|
mila las Pañola, |
|
que se quela plieta. |
|
- Bien dici, Flacico:
|
|
tura sa suspensa; |
|
si tú quiele, demo |
60 |
unas cantaleta. |
|
- ¡Nomble de mi Dioso,
|
|
que sa cosa buena! |
|
Aola, Pilico, |
|
que nos mila atenta: |
Estribillo
|
|
—¡Ah, ah, ah, |
|
que la Reina se nos va! |
|
—¡Uh, uh, uh, |
|
que non blanca como tú, |
|
nin Pañó que no sa buena, |
70 |
que Eya dici: So molena |
|
con las Sole que mirá! |
|
—¡Ah, ah, ah, |
|
que la Reina se nos va! |
Prosigue la Introducción
|
|
Los Mejicanos alegres |
|
también a su usanza salen, |
|
que en quien campa la lealtad |
|
bien es que el aplauso campe; |
|
y con las cláusulas tiernas |
|
del Mejicano lenguaje, |
80 |
en un Tocotín sonoro |
|
dicen con voces süaves: |
TOCOTÍN
|
|
—Tla ya timohuica, |
|
totlazo Zuapilli, |
|
maca ammo, Tonantzin, |
|
titechmoilcahuíliz. |
|
Ma nel in Ilhuícac |
|
huel timomaquítiz, |
|
¿amo nozo quenman |
|
timotlalnamíctiz? |
90 |
In moayolque mochtin |
|
huel motilinizque; |
|
tlaca amo, tehuatzin |
|
ticmomatlaníliz. |
|
Ca mitztlacamati |
|
motlazo Piltzintli, |
|
mac tel, in tepampa |
|
|
|
Tlaca ammo quinequi, |
|
xicmoilnamiquili |
100 |
ca monacayotzin |
|
|
|
Mochichihualayo |
|
oquimomitili, |
|
tla motemictía |
|
ihuan Tetepitzin. |
|
Ma mopampantzinco |
|
in moayolcatintin, |
|
in itla pohpoltin, |
|
|
110 |
Totlatlácol mochtin |
|
tïololquiztizque; |
|
Ilhuícac tïazque, |
|
timitzittalizque: |
|
in campa cemícac |
|
timonemitíliz, |
|
cemícac mochíhuaz |
|
in monahuatiltzin. |