SAN PEDRO NOLASCO, 1677
Villancicos que se cantaron en los Maitines del Gloriosísimo Padre San Pedro Nolasco, fundador de la Sagrada Familia de Redentores de la Orden de Nuestra Señora de la Merced, día 31 de enero de 1677 años, en que se imprimieron.
DEDICATORIA |
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“—¿Cujus est imago haec et superscriptio? —Caesaris. —Reddite, ergo, quae sunt Caesaris, Caesari.” (C. 22, Mat.) |
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EN FE DE SENTENCIA TAL | |
por punto de ley, ajusto | |
que la imagen siempre es justo | |
se vuelva a su Original. | |
Que ella es de un César señal | |
conozco, si atiendo al cúya; | |
mas, supuesto que sea suya, | |
por lo que en ésta diviso, | |
otro hay a quien es preciso | |
10 | que César de Dios se arguya. |
De este César hoy mi voz | |
publica el sello a la luz | |
del ser señal de la Cruz, | |
con que es señal que es de Dios. | |
Para en uno son los dos, | |
¡oh Julia César Augusta! | |
Nuestra atención muy bien gusta | |
si hoy a vos la Imagen vuestra | |
consagra: que es gloria nuestra | |
20 | a vueltas de ser tan justa. |
PRIMERO NOCTURNO |
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VILLANCICO I |
|
Estribillo |
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EN LA MANSIÓN INMORTAL | |
donde no habita la pena, | |
que es toda de gloria llena, | |
Jerusalén celestial, | |
ya libres de todo mal | |
los Espíritus gloriosos, | |
todos celebran gozosos | |
de Pedro el triunfo feliz, | |
que unió la Francesa Lis | |
10 | a la Barras de Aragón: |
entre tan santo escuadrón, | |
él muestra más bizarría, | |
por ser hijo de María. | |
Coplas |
|
Aunque cualquier Santo puede | |
ser de María hijo amado, | |
en título tan honrado | |
a todos Nolasco excede: | |
pues a él se le concede | |
como heredero, este día, | |
20 | por ser hijo de María. |
La Reina de la belleza | |
a los dos da vestidura: | |
a Uno, de su Carne pura, | |
y al otro, de su pureza; | |
Pedro goza tal grandeza | |
que a Cristo solo venía, | |
por ser hijo de María. | |
Casi con igual estima | |
a los dos Hijos mandó: | |
30 | si Uno las almas sanó, |
otro los cuerpos redima | |
porque al cristiano no oprima | |
del moro la tiranía; | |
por ser hijo de María. | |
Y si a Cristo en su Pasión | |
Ángeles acompañaron, | |
y su Sangre veneraron | |
precio de la Redención, | |
a Pedro en otra ocasión | |
40 | limpiaron la que vertía, |
por ser hijo de María. | |
Ambos de su Redención | |
vincularon los portentos, | |
el Uno en sus Sacramentos, | |
el otro en su Religión: | |
porque en eterno padrón | |
se conserve obra tan pía, | |
por ser hijo de María. | |
Quiso, al nacer Dios, morir, | |
50 | pues donde está tal Señor |
no luce otro Redentor: | |
de donde llego a inferir, | |
que sólo quiso vivir | |
mientras redimir podía, | |
por ser hijo de María. | |
Y si el Cuerpo no se halló | |
de Cristo, y los que buscaron | |
cándidas guardas hallaron, | |
también el de éste faltó: | |
60 | y sólo por él quedó |
su cándida compañía, | |
por ser hijo de María. | |
VILLANCICO II |
|
Estribillo |
|
¡AH DE LAS MAZMORRAS, CAUTIVOS PRESOS, | |
atended a mis voces, oíd mis ecos, | |
que unas nuevas os traigo tan portentosas, | |
que os han de causar gusto, siendo penosas, | |
pues en la muerte de Nolasco santo | |
brota la pena gloria, y risa el llanto! | |
Coplas |
|
¡Ah de las mazmorras, | |
tened atención; | |
atended, Cautivos, | |
10 | las nuevas que os doy! |
Escuchad mi llanto, | |
a falta de voz, | |
que también por señas | |
se explica el dolor. | |
Sabed que ya es muerto | |
Pedro el Redentor: | |
¿cómo muere quien | |
vida a tantos dio? | |
No esperéis consuelo, | |
20 | pues él os faltó |
y acabó en su vida | |
vuestra redención. | |
De vuestras cadenas | |
ya sin remisión | |
es candado eterno | |
cualquiera eslabón. | |
¿Adónde hallaréis | |
tan noble Pastor, | |
que por cada oveja, | |
30 | su vida arriesgó, |
y quedando expuesto | |
al fiero rigor, | |
dio su libertad | |
por vuestra prisión? | |
Llorad, y deshechos | |
en líquido humor, | |
busque por los ojos | |
puerta el corazón. | |
Pero ¿qué delirio | |
40 | así me llevó, |
y arrebató el alma | |
tras la compasión? | |
No lloréis, Cautivos, | |
porque no es razón | |
llorar que esté libre | |
quien os libertó. | |
Cristo a ejercitar | |
su oficio nació, | |
que tal es la falta, | |
50 | que la suple un Dios. |
Siempre os será Pedro | |
con igual amor, Redentor aquí, | |
y allá intercesor. | |
VILLANCICO III |
|
Estribillo |
|
¡AGUIJA, AGUIJA, CAMINANTE, APRIESA, | |
que es corto el tiempo y larga la carrera! | |
¡Aguija, corre, corre, aguija, carga, | |
que el Sol se pone y la carrera es larga! | |
Coplas |
|
Nolasco, aquel Caminante | |
que en la carrera del siglo | |
supo caminar al Cielo | |
sin dilatar el camino; | |
el que por ir más ligero, | |
10 | sin la carga de los vicios, |
no sólo de bienes, pero | |
se descargó de sí mismo, | |
dejó su patria y riquezas, | |
dejó su noble apellido, | |
y si el ser dejar pudiera, | |
pienso que no hubiera sido, | |
camina por un atajo, | |
que, aunque es trabajo seguirlo, | |
más quiere atajos con riesgo | |
20 | que rodeos sin peligro. |
Sobre sus obras camina, | |
que con celestial destino | |
son las más veloces postas | |
para llegar al Empíreo. | |
La fatiga del vïaje | |
le hace dulce el ejercicio, | |
que no siente andar quien tiene | |
el pie siempre en el estribo. | |
Para sustentarse lleva | |
30 | en el pecho el Peregrino, |
porque nada le embarace, | |
el Vïático escondido. | |
Ya del eterno descanso | |
llega al apacible sitio, | |
y de sus largas fatigas | |
goza el premio merecido. | |
SEGUNDO NOCTURNO |
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VILLANCICO IV |
|
Estribillo |
|
¡AY, CÓMO GIME! MAS ¡AY, CÓMO SUENA | |
el Cisne, que en dulcísimas endechas | |
suenan epitalamios y son exequias! | |
Coplas |
|
Aquel Cisne de María, | |
que vistió en la toga tersa | |
la más cándida señal | |
de su Virginal Pureza, | |
el escudo de sus armas, | |
la cifra de sus empresas, | |
10 | archivo de sus favores |
y de su honor la defensa; | |
cuya voz, mejor que Orfeo, | |
con dulcísimas cadencias | |
de tantos tristes cautivos | |
rompió las fuertes cadenas; | |
Él que en las corrientes puras, | |
por conservar su limpieza, | |
de las fuentes de la Gracia | |
tuvo morada perpetua, | |
20 | hoy, conociendo su fin, |
en dulces cláusulas tiernas | |
la mortal vida despide | |
para pasar a la eterna. | |
Y aunque se conoce limpio, | |
a la Majestad Suprema, | |
sobre el candor de la nieve | |
le pide que lo emblanquezca. | |
VILLANCICO V |
|
Estribillo |
|
ESCUCHEN A MI MUSA | |
que está de gorja, | |
y se quiere este rato | |
mostrar burlona. | |
No pierdan esta ocasión, | |
porque será compasión, | |
si me dejan de escuchar: | |
andar, andar. | |
Vaya Satanás a redro, | |
10 | que pues mis victorias medro |
y ninguno se me enoja, | |
diré lo que se me antoja, | |
porque se me antoja, Pedro. | |
Coplas |
|
De Pedro he de discurrir | |
los milagros esta vez, | |
y el mayor milagro es | |
que yo lo quiera decir. | |
Cuéntanos que a la luz salió, | |
para acabar nuestras penas, | |
20 | el día de las Cadenas, |
porque a quitarlas nació; | |
porque en su ardiente fervor | |
la Iglesia, en triunfo doblado | |
goce un Pedro encadenado | |
y un desencadenador. | |
Mas ¿quién por esto lo alaba | |
ni quiere ofrecerle palmas, | |
si cautivaba mil almas | |
por un cuerpo que libraba? | |
30 | Venderse por varios modos, |
por rescatar, intentó; | |
pero nadie lo compró, | |
porque lo conocen todos. | |
Con su limosna pesado, | |
sin perdonar a ninguno, | |
a todos por importuno | |
sacó el alma de pecado. | |
De sentir el modo es vario, | |
pues al mirar su fervor, | |
40 | todos dicen que es Pastor, |
pero yo, que es Mercenario. | |
Con sus compañeros franco, | |
cuando algunos recibía, | |
mil cosas les prometía, | |
para dejarlos en blanco. | |
De la pobreza tal sed | |
tuvo, con tal eficacia, | |
que siempre vivió de Gracia | |
y se enterró de Merced. | |
VILLANCICO VI.—JÁCARA |
|
Estribillo |
|
¡ESCUCHEN, CÓMO, A QUIÉN DIGO, | |
que va de Jacarandana! | |
A los valientes convido: | |
¡oigan, oigan, vaya, vaya, | |
que a quien de Pedro sus hazañas cuenta, | |
la atención no es de gracia, sino deuda! | |
Coplas |
|
Oigan, atiendan, que canto | |
las hazañas portentosas | |
de aquel asombro de Marte, | |
10 | del espanto de Belona: |
del imitador de Cristo, | |
Predicador de sus glorias, | |
del cuchillo del Hereje, | |
del espanto de Mahoma. | |
Nolasco, digo, el valiente, | |
el de la vida penosa, | |
quebrantador de prisiones, | |
despoblador de mazmorras. | |
Aquel valiente, francés, | |
20 | asombro de Barcelona, |
que hizo temblar sus montañas | |
más que el bravo Serralonga. | |
Bandolero que, en poblado | |
robando las almas todas, | |
a cenar con Jesucristo, | |
despachó muchas personas. | |
El que desnudando a todos | |
con una maña famosa | |
dejó la nobleza y plebe | |
30 | a pedir misericordia. |
Al que sin tener caudal, | |
todos los bienes le sobran, | |
porque la Merced de Dios | |
no le falta a todas horas. | |
El que en honor de María, | |
si desenvaina la hoja, | |
por defender su pureza | |
ni con su sangre se ahorra. | |
El que alistó en su bandera | |
40 | tanta inmensidad de tropas, |
que haciéndole fuerza al Cielo, | |
arrebataron la gloria. | |
El que por librar amigos, | |
con condición generosa, | |
trajo la vida vendida | |
sin más ayuda de costa. | |
El que, privado del Rey, | |
trajo por insignia honrosa | |
en campo rojo esmaltadas | |
50 | cinco Barras vencedoras. |
El que con todo su brío | |
sufrió lo que nadie ignora, | |
pues dándole un bofetón | |
no osó desplegar la boca. | |
Mas como los de su trato | |
nunca de otros fines gozan, | |
después de tantas andanzas, | |
murió pidiendo limosna. | |
TERCERO NOCTURNO |
|
VILLANCICO VII |
|
¡VENGAN A VER UN LUCERO | |
en el Redentor segundo, | |
que ha ejercitado en el mundo | |
el oficio del Primero! | |
¡Vengan a ver un esmero | |
de la gracia, y sus primores! | |
¡Corred aprisa, pastores: | |
veréis que tiene en su celo | |
otro Redentor el suelo, | |
10 | que sin que el título asombre, |
da en la tierra paz al hombre | |
y gloria a Dios en el Cielo! | |
Coplas |
|
Porque en Nolasco se crea | |
cuánto a Jesucristo aplace | |
que su retrato se vea, | |
en la Galia Pedro nace, | |
como Cristo en Galilea. | |
Aun antes de discurrir, | |
limosnas empezó a hacer, | |
20 | porque podamos decir |
que acabado de nacer | |
ya empezaba a redimir. | |
Pero en el Panal se toca | |
misterio más soberano, | |
que a admirarse más provoca, | |
pues tuvo Pedro en la mano | |
lo que la Esposa en la boca. | |
Dar la sangre deseaba | |
con tan ardiente afición, | |
30 | que la que no derramaba, |
del deseo de pasión | |
como Cristo la sudaba. | |
El juicio más discursivo | |
no ponderará el fervor | |
del Santo, pues compasivo | |
cautivaba un Redentor | |
por rescatar un cautivo. | |
La ocupación más subida | |
de Cristo quiso imitar, | |
40 | que en batalla tan temida, |
¿qué pudo Pedro esperar | |
donde aun Dios perdió la vida? | |
Los enfermos visitaba | |
con tanto desinterés, | |
y su remedio buscaba, | |
que, como era buen Francés, | |
del mal francés los curaba. | |
En él, de Pedro y su fe | |
todas las señales hubo, | |
50 | y hasta el Gallo en él se ve, |
porque si el otro lo tuvo, | |
éste de nación lo fue. | |
Con caritativo ardor | |
de amores se consumía | |
del martirio y su rigor, | |
porque el Santo más quería | |
ser Mártir que Confesor. | |
Y en fin, de Cristo imitó | |
todos los pasos así, | |
60 | que en su paciencia se vio |
que, cuando todos por sí, | |
él por todos padeció. | |
VILLANCICO VIII.—ENSALADILLA |
|
A LOS PLAUSIBLES FESTEJOS | |
que a su fundador Nolasco | |
la Redentora Familia | |
publica en justos aplausos, | |
un Negro que entró en la Iglesia, | |
de su grandeza admirado, | |
por regocijar la fiesta | |
cantó al son de un calabazo: | |
PUERTO RICO.—Estribillo |
|
¡Tumba, la-lá-la; tumba, la-lé-le; | |
10 | que donde ya Pilico, escrava no quede! |
¡Tumba, tumba, la-lé-le; tumba, la-lá-la, | |
que donde ya Pilico, no quede escrava! | |
Coplas |
|
Hoy dici que en las Melcede | |
estos Parre Mercenaria | |
hace una fiesa a su Palre, | |
¿qué fiesa? como su cala. | |
Eya dici que redimi: | |
cosa palece encantala, | |
por que yo la Oblaje vivo | |
20 | y las Parre no mi saca. |
La otra noche con mi conga | |
turo, sin durmí pensaba, | |
que no quiele gente plieta, | |
como eya so gente branca. | |
Sola saca la Pañola; | |
¡pues, Dioso, mila la trampa, | |
que aunque neglo, gente somo, | |
aunque nos dici cabaya! | |
Mas ¿qué digo, Dioso mío? | |
30 | ¡Los demoño, que me engaña, |
pala que esé mulmulando | |
a esa Redentola Santa! | |
El Santo me lo perrone, | |
que só una malo hablala, | |
que aunque padesca la cuepo, | |
en ese libla las alma. | |
Prosigue la Introducción |
|
Siguióse un estudiantón, | |
de Bachiller afectado, | |
que escogiera antes ser mudo | |
40 | que parlar en Castellano. |
Y así, brotando Latín | |
y de docto reventando, | |
a un bárbaro que encontró, | |
disparó estos latinajos. | |
DIÁLOGO |
|
Hodie Nolascus divinus | |
in Caelis est collocatus. | |
—Yo no tengo asco del vino, | |
que antes muero por tragarlo. | |
—Uno mortuo Redemptore, | |
50 | alier est Redemptor natus. |
Yo natas buenas bien como, | |
que no he visto buenos natos. | |
—Omnibus fuit Salvatoris | |
ista perfectior Imago. | |
—Mago no soy, voto a tal, | |
que en mi vida lo he estudiado. | |
—Amice, tace: nam ego | |
non utor sermone Hispano. | |
—¿Que te aniegas en sermones? | |
60 | Pues no vengas a escucharlos. |
—Nescio quid nunc mihi dicis, | |
nec quid vis dicere capio. | |
—Necio será él y su alma, | |
que yo soy un hombre honrado. | |
Prosigue la Introducción |
|
Púsolos en paz un Indio | |
que, cayendo y levantando, | |
tomaba con la cabeza | |
la medida de los pasos; | |
el cual en una guitarra, | |
70 | con ecos desentonados, |
cantó un Tocotín mestizo | |
de Español y Mejicano. | |
TOCOTÍN |
|
Los Padres bendito | |
tiene on Redentor; | |
amo nic neltoca | |
quimati no Dios. | |
Sólo Dios Piltzintli | |
del Cielo bajó, | |
y nuestro tlatlácol | |
80 | nos lo perdonó. |
Pero estos Teopixqui | |
dice en so sermón | |
que este San Nolasco | |
mïechtin compró. | |
Yo al Santo lo tengo | |
mucha devoción, | |
y de Sempual Xúchil | |
un Xúchil le doy. | |
Téhuatl so persona | |
90 | dis que se quedó |
con los perro Moro | |
impan ce ocasión. | |
Mati Dios, si allí | |
lo estoviera yo, | |
cen sontle matara | |
con un mojicón. | |
Y nadie lo piense | |
lo hablo sin razón, | |
ca ni panadero, | |
100 | de mucha opinión. |
Huel ni machicáhuac; | |
no soy hablador: | |
no teco qui mati, | |
que soy valentón. | |
Se no compañero | |
lo desafió, | |
y con se poñete | |
allí se cayó. | |
También un Topil | |
110 | del Gobernador, |
caipampa tributo | |
prenderme mandó. | |
Mas yo con un cuáhuitl | |
un palo lo dio | |
ipam i sonteco: | |
no sé si morió. | |
Y quiero comprar | |
un San Redentor, | |
yuhqui el del altar | |
120 | con su bendición. |