«¿Qué es eso de la inteligencia artificial y qué retos nos propone?»

Nuestro compañero Francisco Lara (Profesor experto en Ética Tecnológica – FiloLab) ha sido entrevistado junto a Francisco Herrera (Catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial) por el periodista Rafael Troyano de la Cadena SER/Radio Granada. En la entrevista se abordan los retos multidimensionales que plantea la Inteligencia Artificial, en un contexto en el que Granada trabaja por convertirse en la sede de la nueva Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial.

¿Qué es eso de la inteligencia artificial y qué retos nos propone?

Granada quiere ser capital nacional de esta tecnología que está llamada a ser una de las revoluciones de este siglo

La ciudad de Granada quiere albergar la sede de la nueva Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial. Para ello ya ha presentado la candidatura oportuna ante el Gobierno. Sea como sea, la ciudad ya se siente capital española de la inteligencia artificial, máxime tras conocer las fortalezas de la candidatura y que la Universidad de Granada (UGR) es la tercera mejor universidad europea en la materia, y una de las mejores del mundo. Pero, ¿de qué hablamos?

La inteligencia artificial (IA), cada vez más presente en sectores de la industria, la automoción, la salud o la mercadoctenia, está llamada a ser una de las revoluciones de este siglo, aunque su desarrollo futuro está a su vez condicionado a su capacidad para ser confiable, transparente, explicable y ética, como recoge el redactor de EFE en Granada Roberto Ruiz Oliva.

La inteligencia artificial (IA), cada vez más presente en sectores de la industria, la automoción, la salud o la mercadoctenia, está llamada a ser una de las revoluciones de este siglo, aunque su desarrollo futuro está a su vez condicionado a su capacidad para ser confiable, transparente, explicable y ética, como recoge el redactor de EFE en Granada Roberto Ruiz Oliva.

Así lo han expuesto, en una entrevista conjunta con EFE, el profesor titular de Filosofía y experto en ética tecnológica Francisco Damián Lara y el catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial Francisco Herrera.

Este último, uno de los de los científicos españoles más influyentes del mundo en el ámbito de la informática y la ingeniería, ha explicado que una IA «confiable» debe basarse en tres pilares: el desarrollo de sistemas conforme a la ley, la ética y un correcto funcionamiento que prevea medidas ante cualquier efecto adverso.

A estos tres pilares fundamentales, se suman otros siete requisitos que se piden a los sistemas inteligentes: intervención humana, robustez, gestión de la privacidad de datos, transparencia, diversidad y no discriminación, bienestar social y medioambiental y rendición de cuentas.

«Con esos siete requisitos, además de los tres pilares anteriores, que dependerán de cada escenario, el gran reto de la IA es la transparencia, que quienes la usen puedan comprender cómo es la toma de decisiones y así la entiendan y confíen en ella», ha señalado Herrera, partidario de avanzar en esa línea de fiabilidad en un ámbito en el que queda muchísimo por desarrollar y donde «solo estamos viendo la punta del iceberg».

CUARTA REVOLUCIÓN

En el mismo sentido, Lara apunta que los expertos en ética se encuentran «abrumados», dado que lo está por venir es «tremendo»: «Nunca la humanidad se ha enfrentado a retos tecnológicos tan grandes, es una cuarta revolución industrial que afecta a los valores esenciales», ha señalado.»¿Hasta qué punto la inteligencia artificial puede suponer ciertas discriminaciones por cuestiones técnicas? ¿Si entrenas a una máquina con datos históricos ya sesgados, acabará por repetir tales sesgos?», se ha preguntado este experto, quien defiende el diseño de sistemas de IA que no supongan, por ejemplo, una amenaza a la igualdad.

Casos en China, donde existen cámaras de vigilancia controladas mediante IA para el reconocimiento facial e incluso un sistema de crédito social por puntos para comprobar la fiabilidad y la honradez, ponen en evidencia que la tecnología puede por tanto coaccionar a los ciudadanos o restringir sus libertades.

También existen otras formas de manipulación menos explícitas, como aquellas que inducen determinados comportamientos, usan las redes sociales para dirigir el voto o para generar una mayor adicción en la ciudadanía, ha explicado Lara, que apunta a que esta realidad pone «muchos valores esenciales en juego».»Hay problemas éticos a largo plazo, cuando se plantea hasta qué punto la inteligencia artificial podría cambiar al ser humano», ha sentenciado.

Puedes seguir leyendo la entrevista aquí.

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