Anticoncepción, sexualidad y salud

Memorias de vida y prácticas sanitarias en España durante el franquismo y la Transición Democrática


menú
Amalia Jiménez

Amalia Jiménez, ginecóloga. En la década de los 1970 trabajó en la consulta de planificación familiar en el Hospital Clínico en Granada y en la de Sanidad. Fue una de las promotoras de la Asociación Andaluza de Planificación Familiar. Entrevista realizada en enero de 2010 por Teresa Ortiz Gómez. 

“Mi primera actividad asistencial fue en la consulta de planificación familiar”

Terminé en 1975 la residencia (de la especialidad de Ginecología y Obstetricia). Y casi inmediatamente abrimos la consulta de planificación familiar y esterilidad del Hospital  Clínico. Fue casi mi primera actividad asistencial, de adjunto clínico con Paco Vergara como jefe de sección.

La iniciativa de crear esta consulta fue una iniciativa exclusivamente de los clínicos. De Paco Vergara y de Vicente Salvatierra, que apoyaba cualquier cosa, porque era una persona emprendedora, moderna, dispuesta en el mundo. En 1976 estuve yo en un congreso en Barcelona, y allí conocí a Asunción Villatoro. Un congreso nacional de ginecología. Y nos comunicó que se iba a hacer la Asociación Española de Planificación Familiar y que los que estuvieran interesados, le dejáramos la dirección y nos convocaría. Nos convocó y nos reunimos en Zaragoza. En el año 1977, por marzo o así (…).

En la reunión de Zaragoza hubo gente de España entera, de muchos puntos. Y hubo una primera discusión de cómo se iba hacer la asociación, si como una asociación federalista, o como asociación nacional. Porque era una época en la que había mucha sensibilidad con lo de las autonomías. De hecho, de allí salieron responsables de cada región, que tenían el mandato de montar la asociación en su región. La primera que se organizó fue la andaluza, porque la gente respondió muy bien. Cuando me vine para acá, le dije a Salvatierra que queríamos hacer esto y puso a nuestra disposición todos los medios del Departamento: la secretaria, la multicopista, el espacio. Y el Aula Magna de la Facultad de Medicina, que la cedió el decano. (…)  Reunimos allí a todo el que vino. Se informaba qué queríamos hacer y luego nos pasábamos a los despachos del Departamento de Ginecología por grupos de trabajo. Lo mismo que se había hecho en Zaragoza, lo hicimos aquí. Se redactaron los estatutos, y volvimos al Aula Magna, se aprobaron [los estatutos] y en un día se cerró la historia.

Fue gente de todas partes, de todas las provincias. Porque había como mucha sensibilidad. Unos amigos llamaron a otros y hubo muy buena respuesta. Mandamos una carta escrita a máquina, una carta diciendo que queríamos hacer una asociación de planificación familiar, y que mandábamos esto por si estaban interesados, y que le dieran divulgación. Entonces nos contestaron los que iban a venir, de todas partes. Cada uno se buscó la vida, se buscaron alojamiento, entonces nada se pagaba, todo de nuestro bolsillo. Y así se hizo. Lo hicimos con los amigos, con la familia, con los colegas. La secretaria era una prima hermana mía que trabajaba en la caja de ahorros.