Anticoncepción, sexualidad y salud

Memorias de vida y prácticas sanitarias en España durante el franquismo y la Transición Democrática


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Elena

Elena (nombre ficticio). Colaboró en 1980 en el Centro de Planificación “Los Naranjos” en Sevilla. Entrevista realizada en enero de 2010 en Sevilla por Eugenia Gil García

“Los Naranjos fuimos de los pocos grupos que trabajamos por una ideología”

Exactamente, estábamos nutridas por el tema de Boston. De hecho, el método Karman viene también de la experiencia que tuvieron ellas allí en como movimiento feminista. Entonces, bueno, pues llegó esta gente de Valencia, se pusieron en contacto con los partidos políticos de Granada, de Sevilla… partidos de izquierda, evidentemente. Y la CNT le dio nuestra dirección y aparecieron por casa, para conocernos. 

El grupo de Valencia consistía en dos parejas que vinieron. Dos chicos y dos chicas (…). Y bueno, pues se interesaron por todo lo que hacíamos nosotros, el ambiente que se respiraba y tal. Y, poco a poco, ellos primero nos pidieron la casa, porque el método que tenían era que reunían a varias mujeres, y una de ellas tenía que poner la casa para practicar los abortos. Los abortos eran con el método Karman, que era un método de absorción muy fácil, que ya las feministas americanas lo habían utilizado para extraer [la menstruación]. A la gente que tenía un periodo con muchos dolores, le extraían el periodo y punto. Y entonces con este método, que lo llevaban muy a rajatabla, los meses que se quedaban las mujeres embarazadas y tal, pues lo practicaban en casa. 

Entonces en principio les dejamos en primer lugar nuestra casa un tiempo para que practicaran abortos, en un par de ocasiones. Y poco a poco se fueron introduciendo por nuestras vidas. Y llegó un día de hacer un centro, el centro Los Naranjos, donde hacer los abortos y hacer una política de prevención y de lo que no había aquí. Era un planning. Un planning. Planificación familiar. Entonces alquilaron un piso en Mateo Gago. Piso antiguo. Lo decoramos entre todos, hicimos cojines. Yo todavía tengo cojines de Los Naranjos en una casa mía en la Sierra. Y bueno, pues nada, empezamos nuestra aventura.

Yo empecé a estudiar en Madrid derecho. Y me vine para acá e hice lo que se llama hoy Relaciones Laborales. Y nada, compaginaba con el tema gestión administrativa allí en Los Naranjos y de dar charlas. Porque en un principio se recorrió la provincia, parte de la provincia de Sevilla dando difusión. No es que hacíamos abortos, evidentemente, porque estaba prohibido, pero sí, se daban charlas de prevención y de sexualidad. Y en el trascurso de las charlas salía el tema del aborto. Entonces lo que recuerdo más de aquella época son las charlas que dimos por los corrales en diferentes pueblos. Pues como en las charlas que se daban, con muchas mujeres, hablaban mujeres mayores de aquella época, hablaban de su experiencia con el tema del aborto. Entonces yo me quedaba espeluznada, alarmada de cómo, bueno, gente que te planteaba que se tiraban desde una tapia a un pajal de boca, de barbilla. Para abortar. O gente que se ponía en manos de curanderos o curanderas. Si decían que se metían perejil. En fin, sangría. Miles [de formas de abortar]… las que se les ponían en mano… las mujeres sin ninguna garantía de nada. 

De nada. Entonces claro, Los Naranjos, no eran profesionales, ninguno, yo no soy ninguna profesional, yo nunca he practicado abortos, pero si vi cómo se hacían los abortos, y he estado y acompañaba a mujeres. Y bueno, un método muy sencillo, la verdad que no se arriesgaron a nada en el sentido de que tenías que estar embarazada de muy pocas semanas. Pues venía la pareja, normalmente venían mujeres solas, o mujeres con su pareja. Se les informaba un poco en qué consistía el método, y después la implicación. Como estaban en la clandestinidad, que tenían que firmar un papel de que ellas voluntariamente se prestaban a hacer este acto. 

Esto fue una estrategia para que, si se caía, por así decirlo (con la terminología que se hablaba antiguamente), por si se caía, pues si caíamos en manos de la policía, para que hubiera un respaldo allí de que solo había sido de cuatro locos. Porque evidentemente todo partió también de una serie de iniciativas de gente pues que impulsó por derecho lo que luego se vino a bien a legislar en el 85 con la primera ley del aborto. Allí pues, eso se hacía: una charla en un principio, se le explicaba el método, se le explicaba también los métodos anticonceptivos, los que había en aquella época. 

Yo recuerdo que empezamos a introducir lo que es el diafragma, que era el preservativo de la mujer, que tampoco existía en aquella época aquí en España, o por lo menos aquí en Andalucía, que se le encargaba a gente pues que venía de Alemania. Sobre todo Alemania, porque tenemos contactos más con Alemania. Y con Inglaterra, también gente que se ponía en contacto con nosotras que ya [cuando] no se podía practicar abortos, se derivaba a Inglaterra. Y había contacto en Inglaterra con una asociación, que yo no recuerdo el nombre, que atendía a las mujeres españolas que iban para allá para abortar. Nada, fue una experiencia. En octubre, pues un marido, un novio despechado denunció el tema, porque venía la novia o la mujer a abortar. Y nos detuvieron en octubre de 1980. 

¿Qué tipología de gente, de mujeres, que abortaron en Los Naranjos? Pues una tipología de mujeres muy variada. 

Mujeres casadas con hijos, familia numerosa o mediana, que no querían tener más hijos. En esa época, hay que recordar que también el paro era un… había un índice importante. La economía española no era muy boyante. Y bueno, pues muchas mujeres, que no era el tópico de mujer joven que aborta. No. Había una variedad bastante amplia. Había mujeres jóvenes, pero también mujeres ya muy consumidas, muy montadas, de matrimonio formal, y de tal. Y nada, esto fue un poquito el proceso. Nos detuvieron en el 80, nos juzgaron en el 89, o sea que estuvimos casi 10 años en libertad provisional. Yo he tenido que utilizar… me han hecho pasaporte específico para ir a lo mejor a Alemania. 

Porque evidentemente Los Naranjos, puedo asegurar, que fuimos uno de los pocos que trabajamos por una ideología. Por la ideología de legalizar el aborto. O sea que allí ninguno se ha ido un millonario, porque no [risa], si trabajamos fue por un ideal. Así de claro. Y ese fue el respeto que todas las… gente implicada aquí en España en el tema del aborto, pues nos respetó mucho a Los Naranjos, porque sabían que éramos pura y dura ideología. Así de claro.