Sobre el proyecto

“Transición Digital, Cohesión Social e Igualdad de Género: Bancas Móviles y Empoderamiento Femenino Digital en África” (DIGITALFEM) es un proyecto de 2 años (extendido 6 meses más), financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033 y por la Unión Europea NextGenerationEU/PRTR, cuyo objetivo principal es comprender el papel de las tecnologías, la banca móvil, etc., en el empoderamiento económico de las mujeres del sector agroalimentario en Bissau (Guinea-Bissau) y Dar es Salaam (Tanzania).

El objetivo general (OG) del proyecto es conocer el papel de las tecnologías, bancas móviles, etc., en el empoderamiento económico de las mujeres. Los objetivos específicos (OE) son los siguientes:

OE1. Identificar y mapear tecnologías financieras digitales utilizadas por empresarias de Guinea Bissau y Tanzania que promuevan su agencia y empoderamiento.

OE2. Conocer la influencia mútua de las instituciones económicas locales de las mujeres empresarias (tontina, kibaty, upatu…) y el uso de la banca móvil.

OE3. Analizar la brecha digital en el uso de las tecnologías móviles con perspectiva de género.

OE4. Desarrollar una herramienta de tecnología móvil con datos de interés (precios, productos, clientes, recursos públicos y privados, servicios financieros y formativos, trámites administrativos y licencias, networking, acreedores y deudores, compensación de deudas colaborativas, entre otros) para las mujeres empresarias, así como para el comercio nacional e internacional.

OE5. Contribuir al diseño de políticas públicas, nacionales, regionales de cooperación al desarrollo, más adecuadas al contexto, en la lucha contra la brecha digital, ubicando a las personas y los derechos digitales en el centro del proceso.

OE6. Difusión y transferencia de resultados.

    Resultados preliminares

    DIGITALFEM refleja que la tecnología en sí misma no es inherentemente el problema; más bien, lo es la forma en que se utiliza. La clave está en localizar las tecnologías y adoptar un enfoque de abajo hacia arriba, asegurando que estén arraigadas en las necesidades y contextos específicos de las comunidades. De este modo, se puede aprovechar mejor el potencial de las tecnologías digitales para maximizar sus impactos positivos, especialmente en el empoderamiento de las mujeres en los negocios.