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Tesis doctoral

En este resumen se recogen las conclusiones generales de la Tesis Doctoral, aunque se han incluido los nombres de dos formaciones que se definieron posteriormente (Formación Cehegín y Formación Zamoranos). Varios de estos temas de investigación que se recogen en las conclusiones han sido replanteados y abordados en trabajos posteriores. Las más importantes que están relacionadas con estas conclusiones, se mencionan en comentarios adicionales.


 

El Trías de facies germánica del sector central de la Cordillera Bética

Keuper de Cabra del Santo Cristo, Jaén (Fotografía original de la portada)

(Tesis doctoral, 1991)

Alberto Pérez-López

RESUMEN

     El objeto de estudio de esta tesis doctoral ha sido el Triásico de facies germánica que aflora en el sector central de la Cordillera Bética, al sur de la Península Ibérica; que es denominado en este trabajo: Trías Sudibérico.

     A partir del estudio de numerosos afloramientos y cortes estratigráficos, se propone una nueva estratigrafía para estos materiales, se hace una interpretación sedimentológica para las diferentes asociaciones de facies, y se abordan algunos aspectos tectónicos. Además, se ha hecho una interpretación espacio-temporal para las diferentes unidades litoestratigráficas y se abordan algunos aspectos de paleogeografía y estratigrafía secuencial.

     El escaso registro fósil ha hecho que se tenga que recurrir a diversos tipos de muestreo para aprovechar al máximo la información que puedan dar los distintos grupos de fósiles. Se han estudiado los moluscos, polen, restos de plantas, conodontos y foraminíferos. A partir de todos estos datos se ha hecho una interpretación de la estratigrafía del Triásico.

     Por otra parte, la cartografía geológica ha sido fundamental para la resolución de algunos aspectos estratigráficos. Al mismo tiempo, la estratigrafía ha ayudado a entender algunas cuestiones de tipo estructural. Además, se han hecho algunas interpretaciones de detalles de tipo sedimentológico que han permitido conocer mejor la paleogeografía del Triásico en esta zona.

     Desde un punto de vista estratigráfico y sedimentológico se ha llegado a varias conclusiones. Por ejemplo, en el sector estudiado, las facies Buntsandstein no afloran en superficie; todas las facies detríticas del Triásico que afloran han sido atribuidas al Keuper. En la Zona Subbética tan sólo aflora un paquete carbonático de facies Muschelkalk, que corresponde al M3 (Muschelkalk superior). Este tramo carbonático es del Ladiniense medio-superior, denominada en este trabajo: Formación Majanillos. Posteriormente, esta formación se ha redefinido como Fm. Cehegín (Pérez-Valera 2005; Pérez-Valera y Pérez-López, 2006). Esta formación en el sector central comprende cinco miembros. El conjunto litoestratigráfico de facies Keuper en esta región tienen un rango de "grupo", que se ha denominado Grupo Keuper de Jaén y está constituido por cuatro formaciones, denominadas informalmente como K1, K2, K3 y K4-K5, donde se puede distinguir un miembro más arcilloso K4a y otro más yesífero K5y. Estas unidades son equivalentes a las definidas por Ortí Cabo (1974) en el Triásico de Levante.

     La evolución del modelo de sedimentación para la Fm. Majanillos pasa por un estadio inicial de rampa de tipo homoclinal (en el sentido de Read, 1982) y posteriormente evoluciona de modo gradual a una plataforma carbonatada.

     Varios niveles de la Fm. Majanillos han sido datados con bivalvos del Ladiniense superior. Destacan las formas típicas del Domino Sefardí (Márquez Aliaga y Hirsch, 1988; y Hirsch y Márquez Aliaga, 1988) caracterizado por la presencia de Costatoria goldfussi, Enantiostreon flabellum y Placunopsis teruelensis. Estos datos han sido corroborados con la determinación de algunas especies de foraminíferos y elementos de conodontos.

     El registro fósil más importante del Grupo Keuper de Jaén es el del polen. Se han datado varios niveles de la formación K1 y K3 con una edad Karniense. Destacan las formas de Patinasporites densus y Camerosporites secatus. Son también frecuentes los restos de plantas, entre los que destaca la especie Equisetites arenaceus.

     Muchos afloramientos de carbonatos considerados, anteriormente, como de facies Muschelkalk, han sido datados con una edad del Noriense, a partir de la presencia de Classopollis sp. y Granuloperculatipollis rudis. Estos carbonatos constituyen la Formación Ocres Rojos de Jaén, definida posteriormente como Formación Zamoranos (Pérez-López et al, 1992).

     Y por último, se ha llegado a varias conclusiones de tipo estructural que ayudan a comprender mejor algunos aspectos tectónicos de la Cordillera. Primero se puede decir que el Triásico Sudibérico constituye un complejo tectónico que ha funcionado como nivel de despegue durante la estructuración de las Zonas Externas de la Cordillera Bética. No obstante, no es uno sino varios los niveles de despegue que comprenden los materiales triásicos. Las superficies principales de despegue se sitúan en la base de las siguientes formaciones: Fm. Majanillos, unidad K1, unidad K4-K5 y Fm. Ocres Rojos (Fm. Zamoranos). Además, existe otra importante que separa los materiales triásicos de los jurásicos.

     Las conclusiones que se derivan del estudio de la estructuración de los materiales triásicos y de sus relaciones con otras unidades son, entre otras:

- Los materiales triásicos constituyen varias unidades estructurales con una relativa independencia respecto a las unidades de materiales postriásicos.

- Estos materiales triásicos no son de procedencia ultrabética. La mayor parte de ellos se enraízan por debajo del Jurásico del Subbético Medio. Se puede pensar que han constituido el substrato estratigráfico original de esta unidad. No obstante, localmente, podrían ser la base también de alguna unidad del Subbético Externo o de las Unidades Intermedias.

- El Triásico parece tener un desarrollo olistostrómico importante, involucrando incluso a unidades Jurásicas más externas. Sin embargo, en trabajos posteriores se interpreta que los fenómenos halocinéticos son más importantes que los olistrostrómicos y que muchas zonas olistostrómicas forman parte, realmente, de una zona estructurada (Zonas de cizalla) muy deformada del frente de la Cordillera Bética (Pérez-López y Pérez-Valera, 2003; Pérez-Valera et al, 2017).