Elisa Martínez Vizcaíno | Tierra fértil del Guadalhorce
revalorización del territorio
Las ruinas fenicias, el volumen de tierra, el ritmo musical que une tiempo y culturas; los muros, sus texturas y sombras, parametrizan los caminos y veredas. Aparecen nuevas propuestas para descubrir el entorno. La linealidad mural se desdibuja del conjunto arqueológico se desliza por la topografía y recorre la antigua acequia, creando parques, y, como una isla, en medio del entorno natural de Arraijanal surge el centro de interpretación del litoral.