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Evaluación del impacto del aerosol atmosférico en la precipitación en Sierra Nevada

El estudio de la precipitación en entornos montañosos es de vital importancia ya que estos ecosistemas son muy sensibles a las variaciones climáticas. La precipitación en forma de nieve representa un papel crucial en las reservas hídricas, cobrando especial relevancia en regiones semiáridas como el sur de España. Sierra Nevada es uno de los macizos montañosos de mayor altitud de Europa y representa un laboratorio real para estudios relacionados con el cambio climático y su impacto en la precipitación y las reservas hídricas.
En el proceso de formación y evolución de las nubes, el aerosol atmosférico toma un papel relevante, actuando como núcleo de condensación y congelación y haciendo posible la formación de gotas de nube o cristales de hielo respectivamente. Además, modifica las propiedades microfísicas de la nube, pudiendo inhibir la precipitación.
Una de las situaciones más favorables para la formación de nubes y precipitación en Sierra Nevada son situaciones ciclónicas que provocan vientos de componente oeste. Estas masas de aire, al encontrarse con la montaña ascienden y se forman nubes orográficas. Las partículas transportadas en esta masa de aire serán semilla de estas nubes y determinarán las propiedades y evolución de la misma. Granada es el núcleo urbano inmediatamente anterior al macizo montañoso por el oeste, y situaciones de alta contaminación, junto con la meteorología puede favorecer la incorporación de partículas de aerosol a esa masa de aire. Así mismo, la masa de aire puede traer en altura aerosol procedente de otras regiones siendo de particular importancia el transporte de polvo mineral desde el desierto del Sáhara dada su influencia en la precipitación y su alto impacto sobre la región de estudio.
En este proyecto se están estudiando las situaciones que favorecen la formación de nubes y precipitación en Sierra Nevada, así como la trayectoria de las masas de aire para determinar bajo qué circunstancias las partículas de aerosol, tanto local como transportado, son incorporadas y llegan a formar parte de la masa nubosa. Al mismo tiempo se estudia con instrumentación de teledetección la estructura vertical de la atmósfera en la ciudad de Granada (propiedades ópticas del aerosol atmosférico, perfiles termodinámicos y perfiles de viento) para estudiar la incorporación de contaminantes de la ciudad a la masa de aire que forma la nube. Por último, se están analizarando químicamente muestras de precipitación en las laderas de Sierra Nevada en busca de compuestos traza que nos den evidencias del origen de las partículas que desencadenaron la formación de las nubes y la precipitación. Esta información servirá para evaluar los escenarios que favorecen la precipitación en forma de nieve o lluvia, y las situaciones que pueden favorecer la inhibición de la precipitación.