La reflexividad es un concepto nuevo de la filosofía de la ciencia. Se define como » la imagen devuelta a un sujeto cognoscente por otros sujetos cognoscentes, equipados con instrumentos de análisis” (Bordieu, 2003:17).
La reflexividad tiene como objetivo reforzar el conocimiento científico mediante el contraste, la discusión, la negociación, el consenso y el compromiso. Se trata de generar colectivamente conocimiento, utilizando y dominando todos los métodos y técnicas de investigación.
Este método de conocimiento supone, tal y como propone Sócrates, mirar irónicamente al mundo social que envuelve la investigación para espolear los espíritus autocomplacientes y seguros.
Es un método en el que los investigadores y los analistas trabajan conjuntamente, y se toman su tiempo, desde una postura integradora, para catalogar las experiencias tanto respecto de los problemas como de las soluciones.
La reflexividad trata, en definitiva, de eludir toda confrontación ficticia, artificial y dominante, por tanto, el mayor efecto de la reflexividad es estar atento a las manipulaciones ideológicas y las apariencias de objetividad, para criticar de igual manera toda postura humana, preestablecida como cierta e indiscutible.
Para pensar:
¿Qué es la reflexividad pedagógica?
Para profundizar:
Bordieu, P. (2003). El oficio del científico. Ciencia y reflexividad. Anagrama.