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El
proyecto aspira a profundizar en el terreno de
patologías de civilización
con carácter ontológico.
Los vertiginosos cambios a los que está sometido
nuestro presente, a través de las metamorfosis
del nuevo capitalismo, la expansión de la sociedad
de la información, el desarrollismo trepidante
de las tecnologías, etc., están transformando
la fisonomía de la vida. Pero ello no sólo
en lo íntimo o individual, sino en el espacio abierto
de lo común. Este expansivo crecimiento que en
la actualidad experimentan las nuevas formas de malestar
en la cultura occidental tienen una raíz
fundamental inexplorada que está necesitada de
una investigación filosófica. Los problemas
humanos son fenómenos que arraigan en creencias
compartidas o en un fondo de existencia pre-individual
que son constituyentes del «mundo de sentido»
que habitamos. Tal dimensión,
propiamente ontológica, es el suelo nutricio
de la reflexión filosófica, terreno en el
que esta investigación pretende desarrollarse,
sin ignorar la necesaria apertura interdisciplinar pero
sin reducir la especificidad filosófico-ontológica
del problema. Es
intención del proyecto abordar tales fenómenos
desde una ontología
crítica que juzgamos hoy necesaria. Se trata
de perfilar una nueva teoría
crítica que indague presupuestos
ontológicos de nuestro modo de vida occidental,
de tal manera que se abra el espacio para describir patologías
socioculturales.
Las patologías
de civilización rebasan la esfera individual.
Es necesario vincular la terapia psicológica y
los problemas relativos a la psicopatología, que
se orientan fundamentalmente al estudio de casos individualizados,
con una perspectiva filosófica que atiendA al ámbito
amplio de las formas de vida colectiva, inseparable de
un diagnóstico crítico de los procesos civilizatorios
del presente.
El
concepto "patologías de civilización"
no parte de un criterio absoluto de análisis.
La oposición patológico-normal
debe ser trascendida. Por eso, el proyecto presupone el
esfuerzo por reinventar el significado del término
"patología", junto al de otros conceptos
como "terapia", "salud" o "enfermedad".
Es propósito central del proyecto resignificar
tales nociones evitando los dualismos sustancialistas
e impulsar una filosofía en la que su carácter
«terapéutico» se entienda orientado
por una preocupación
ethopoiética, es decir, por el
interés filosófico en la producción
de un éthos con consistencia y vivacidad en el
mundo de la vida.
La
investigación pretende ser interdisciplinar.
Está motivada por la necesidad de relacionar las
aportaciones dispersas de otras disciplinas, como la psicopatología,
la sociología o la antropología, mediante
la reflexión específicamente filosófica,
pues es ésta la que está en disposición
de vincular procesos sociales y culturales de malestar
con un análisis del ser
de lo humano en cuanto tal y de los fenómenos
que en su existencia lo conducen hoy a una forma de comprender
el mundo y de operar en él que lo minan o distorsionan
(ficcionalización de lo real, vaciamiento del sentido,
etc.).
Ello
implica descubrir en la filosofía su dimensión
terapéutica. Junto a la vocación
de interdisciplinariedad, y de modo complementario, esta
investigación está motivada por la necesidad
de incluir razonadamente el elemento terapéutico
en la filosofía, recuperar su historia y repensarlo
en el presente.
El proyecto no es contradictorio
con investigaciones críticas con la terapia en
sentido convencional y fáctico, tales como las
que ven peligroso el fenómeno político de
la patologización de
la sociedad. Desde la perspectiva de este
proyecto tales fenómenos son, ellos mismos, patologías
de nuestra civilización occidental.
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