¿Qué es el castigo negativo u omisión?
La forma en la que nos comportamos depende en gran medida de lo que sucede después de nuestra conducta. Si nuestra conducta produce consecuencias agradables (p.ej., obtenemos algo que nos gusta o nos libramos de algo molesto) tiende a fortalecerse. Como vimos en una entrada anterior, la mejor forma de aumentar o fomentar una conducta es emplear las técnicas de reforzamiento positivo o negativo.
En otras ocasiones, lo que nos interesa es reducir o eliminar un comportamiento problemático. Para ello, se pueden presentar consecuencias negativas después de la conducta a fin de que la debiliten. Técnicamente estos procedimientos se llaman castigo.
Existen dos enfoques básicos del castigo, según se presente un estímulo negativo (p.ej., regañar a un niño) o se retire algo agradable (p.ej., dejarlo sin su juguete favorito durante un tiempo). La primera opción se llama castigo positivo y se aplica en forma de sobrecorrección. El segundo tipo se llama castigo negativo u omisión. En esta entrada nos vamos a centrar en el castigo negativo.