El
horizonte de investigación se precisa en, al menos,
los siguientes objetivos concretos:
1. Analizar y replantear el concepto de «patología
social», cuyo suelo nutricio se encuentra en el
de «patología de civilización»,
desde la perspectiva, insuficientemente estudiada hasta
ahora, de su origen en el mundo de la vida.
2.
Investigar las raíces ontológicas de las
más importantes patologías socio-culturales
existentes en la actualidad.
3.
Sacar a la luz y reconstruir hermenéuticamente
la tradición de la filosofía como terapia.
4.
Definir las líneas principales de interdisciplinariedad
susceptibles hoy de colaborar en la empresa de una crítica
socio-cultural.
5.
Reinterpretar la función crítica, propia
de la filosofía, como forma de contribuir a su
vigencia real y efectiva en el mundo actual.
Por lo demás, la investigación de formas
de malestar en la cultura actual y sus novedosos sintomas
puede ayudar a vincular la reflexión filosófica
y los problemas relativos a la educación, dado
que ello puede ayudar a comprender la praxis de las nuevas
generaciones y a abrir el espacio para una educación
que contemple nuevas formas de apelar y de incitar valorativamente.
|