Capitalismo académico y universidad emprendedora 6


Eduardo Fernández Rodríguez

rnEn este trabajo «El sistema-mundo del capitalismo académico: procesos de consolidación de la universidad emprendedora», publicado en la revista Education Policy Analysis Ärchives, se reflexiona respecto de dos contextos institucionales que enmarcanla investigación y la actividad docente universitaria: la universidad emprendedora y el capitalismo académico. La metodología de análisis utilizada parte del análisis de los sistemas-mundo del sociólogo Immanuel Wallerstein, y describe el funcionamiento de las instituciones de Educación Superior en el marco general de un sistema mundial de capitalismo académico. El análisis se centra en tres dimensiones: la «consolidación de la economía-mundo del capitalismo académico» (es decir, la transformación de la educación superior en un mercado), la «descapitalización de la universidad pública» (las nuevas políticas de cuasi-mercado y de financiamiento asociados con la “universidad emprendedora”)rny la «geocultura del sistema-mundo del capitalismo académico, vinculada a la sociedad del conocimiento, la ideología empresarial y al intelectual emprendedor, pero también a otras ideologías contrahegémonicas o de quienes mantienen una defensa de la autonomía universitaria como condición para el desarrollo social.rnrn


rnrnPuede disponer su lectura en http://www.redalyc.org/pdf/2750/275019727020.pdfrnrn 


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6 ideas sobre “Capitalismo académico y universidad emprendedora

  • M

    Gracias a Rocío Anguita y el Twitter he visto este artículo.

    Un texto muy documentado, pero muy centrado únicamente en lo económico. Pienso que sería más completo incluir otros criterios analíticos como corrupción, clientelismo o cortijos académicos. Las instituciones tniene muchas dimensiones y no es sólo el neoliberalismo el mal universitario. En mis tiempos libres, tengos pocas clases y escribo lo que quiero, he deicado un tiempo a estudiar las trayectorias académicas de diferentes personajes. Titulares, catedráticas, rectores,… Por cierto Pilar Aranda es una esperanza, pero no basta con tener una representante competente.
    Yo propongo valorar los méritos presentados y legitimar públicamente el CV para hombres y mujeres, incluyendo sus periodos de baja y dando luz a los papeles y certificados, muchos de ellos como sabemos en la uni reproducidos al alza. Hay muchos CV, sino la mayoría, hechos por otros agentes. Gente de mi dpto. con 15 artículos indexados que no ha escrito ninguno, personas que dan clase en másteres públicos y no saben ni defender públicamente una idea con argumentos, etc.

    En mi universidad y el resto hay demasiados personajes que han conseguido su plaza de funcionario público en un tiempo donde se abrió la olla de las concesiones. Muchos de estos hoy siguen trepando, copiando citas, analizando a medias, viajando a conferencias de defensa de la universidad pública y beneficiándose de los privilegios. Mientras un gran nº de estudiantes y precarias trabajan en las bases de todo esto. Asociados, interinos, becarias, temporeros del mundo académico esperando algo que nunca llegará. Al trepa hay que penalizarlo y también hay que evitarlo, pues en ese caso proliferaran y como termitas se comeran el edifico en el que residen. Esto ya lo he visto en dos ciclos en mi universidad, pero mis propuestas no llegan ni quieren llegar a los programas de los equipos de gobierno.

    En fin, gracias Rocío y IUFOP.

    Valga el ejemplo de esta noticia.


    Pedro Sánchez: la construcción de un candidato a través de su tesis doctoral

    Dos miembros de la comunidad universitaria analizan la tesis, el libro y los artículos académicos publicados por el candidato socialista.

    Juan Padilla, coautor de dos de los tres artículos publicados por Sánchez, formó parte del tribunal de tesis.

    “¿Cómo llega un gerente del Real Madrid a escribir un libro con un diputado del Congreso, futuro secretario general de su partido y —para colmo— hincha acérrimo del Atleti?”, se preguntan los autores
    14 diciembre 2015

    http://www.lamarea.com/2015/12/14/pedro-sanchez-la-construccion-de-un-candidato-a-traves-de-su-tesis-doctoral/

    Saludos

    • EDUARDO FERNÁNDEZ

      En respuesta a lo que M plantea sobre mi artículo «capitalismo académico y universidad emprendedora», y que de nuevo María me sugiere que de una respuesta, paso a darla, no sin antes mostrar mi agradecimiento de la lectura del mismo, y las cuestiones que se plantean tras su lectura, sinceramente no estoy muy acostumbrado a debatir sobre mi trabajo (mezcla por mi parte de cierta prudencia con lo que digo y hago, y también porque en símiles futbolísticos…»la champions intelectual y epistemológica pareciera que está en otros lados, otras mesas de debate y otras personas a las que para bien o para mal hemos imbuido de un capital simbólico que no se hasta qué punto es positivo para el debate y la política educativa o social..». Paso a contestar pues a lo que se plantea:

      1.- En primer lugar, creo que mi artículo si bien puede tener una posición un tanto neo-marxista, pues enfatizo y subrayo la cuestión inicial de la geopolítica del capitalismo académico, de lo que implica la economía-mundo del capitalismo universitario, aspecto en el que podemos incluir la cuestión que denomino (utilizando a sousa santos) «descapitalización de la universidad pública», no es menos cierto que hay un aspecto sin el cual no es posible concebir la cuestión del capitalismo académico, y es el de la creación de la geocultura ideológica respecto de la sociedad del conocimiento. Y este punto no puede únicamente concebirse desde una lógica estrictamente economicista…pongo varios ejemplos:

      – uno sería el «dulce encanto» que tiene la agenda basada en la sociedad del conocimiento…es difícil que, incluso, desde posiciones progresistas se escuche mucha crítica de esta cuestión, entre otras cosas porque hemos asumido que la formación en capital humano avanzado es la principal misión en la universidad, y nos encanta, nos sentimos «perdidamente interpelados» por esa especie de «tierra prometida» que iguala ciudadanía con capital cultural más formación técnica como inversión futura…lo que nos lleva a una especie de sociedad postcapitalista (en lo académico) en la que todo se reduce a la cuestión de la empleabilidad diferencial: «los y las estudiantes quiere insertarse laboralmente en una profesión, el profesorado ansía una inserción en la estructura académica, investigadora y de gestión en la universidad, el profesorado contratado precario poder dejar esa «bolsa de exclusión» y gozar de las mieles de una inclusión que le haga olvidar las penurias pasadas…ESTO YA NO SE PUEDE EXPLICAR, POR TANTO, POR UNA LEY DIGAMOS ECONÓMICA DE DISTRIBUCIÓN, ADQUISICIÓN ACUMULACIÓN E INCORPORACIÓN DIFERENCIAL DE BIENES Y RECURSOS…

      – sigo con la cuestión de la geocultura del capitalismo académico…en mi texto quizás lo más importante sea precisamente ese combate ideológico entre posiciones discursivas que en torno a la sociedad del conocimiento se han ido generando…y en el que hay matrimonios de connivencia (p.e. por qué en un determinando momento en la idea de la autonomía universitaria han sido capaces de ponerse de acuerdo posiciones ligadas a la racionalidad ilustrada, el marxismo académico y los conservadores de la «llama sagrada del conocimiento intramuros»), engaños amorosos (en el esperpento creado alrededor del paradigma de las competencias, bolonia y el Espacio Europeo de Educación Superior…aún recuerdo cómo había grupos académicos de corte progresista que estaban imbuidos de salsa boloñesa, excluyendo o ignorando que con el plato de pasta también venía el condimento y especias neoliberal en clave mercantilizadora…) o la ruptura de lazos (sometiendo al ostracismo, la burla a colectivos de estudiantes principalmente y pocos académicos que denunciaban la deriva mercantilizadora universitaria, eso sí, denunciando también la hipertrofia del proyecto de la modernidad ilustrada que ha utilizado al conocimiento y a la propia universidad como mecanismo de división cultural, étnica, sexual, lingüística, etc…es curioso que la universidad siga tan necesitada de un 15 M…incluso de una revolución zapatista me atrevería a decir…)

      2.- me temo que todo lo que plantea M en su comentario es absolutamente necesario incluir en tanto «casos estandarizados» de cómo está funcionando en la universidad del capitalismo académico lo que en el artículo planteo como «intelectual emprendedor»..bueno diríamos más bien «pseudo-intelectual de corte emprendedor» (lo que no quiere decir es que haya que desmerecer trayectorias, posicionamientos, etc.). Paso a explicarme…pues esto requiere un análisis un tanto sosegado…

      – te diría M, para iniciar el diálogo con lo que tú planteas, algo que tiene que ver con lo que yo denomino «la desaparición de modelos y arquetipos de intelectual» construidos desde la lógica de los márgenes, el trabajo en las barricadas, la heterodoxia y la asunción dialéctica del fracaso como garantía de construcción de dignidad…

      (i) la lógica de los márgenes nos permitiría quizás comprender que la ciencia del siglo XXI «emancipadora» no se dirime en instancias de acreditación del conocimiento (ANECAs…), empresas que rentabilizan esa gula colectiva por el conocimiento como mercancía meritocrática (thompsons reuters y sus indicadores JCRs…), instituciones que conciben el saber universitario como transferencia del conocimiento y pretenden hacernos partícipes de un mundo a lo «spin-off» (nuestras universidades y diferentes órganos colegiados), por no hablar de la absoluta falta de espacios realmente públicos para el intercambio sincero de conocimiento, que aúne ilusión, saber, creatividad, imaginación en buscar otras líneas de pensamiento…redes de cercanía y saber compartido que falta nos hacen…y que en nada se parecen a lo que, en muchas ocasiones, se convierten los grupos de investigación, los comités de título en los grados….»lo que no se rentabiliza…parece que no existe…»

      (ii) la lógica del trabajo en las barricadas se hace jaj, pues eso «en las barricadas»…pero cuáles son esas…a veces uno tiene la sensación que éstas no quedan representadas en letras y siglas sindicales, o en colectivos que acaban por auto-reproducirse so pena de defender la universidad pública, la escuela pública, el conocimiento público, el …y lo público queda en adjetivo porque lo sustantivo, el encontrarnos, el defender a compañeros y compañeras que quedan excluidos de la carrera docente, el ver año tras año cómo direcciones de centro, departamentos, etc., se convierten más en instituciones de relaciones públicas que bien se encargan de no pensar en «nosotros/as» sino en «los míos/as»…y esta sólo la parte intramuros…bueno, me faltaría añadir la cuestión del uso absolutamente obsceno del colectivo estudiantil para nuestros intereses…en el terreno de lo intelectual/investigador, la lógica de las barricadas se hace al calor del contacto extra-muros, con quienes son damnificados de la crisis laboral, social, política, ecológica…aquí sencillamente es bueno ejercer la tarea del flaneur y «pasearse/juntarse/aprender de y junto a quienes denuncian y combaten lo hegemónico»…

      (iii) el trabajo en la heterodoxia, creo que es una tarea muy necesaria, quizás por un lado se trata de pensar los problemas desde perspectivas y saberes diversos que combinen ciencia, filosofía, política, lenguaje, comunicación…pero imagino que el problema más mucho más allá, pues el problema con la universidad emprendedora es que ha logrado ideológicamente hacer equiparar los temas sociales relevantes en nuestro tiempo con los que marcan las agendas e intereses de los lobbys empresariales…quizás esto es ir «demasiado arriba», en campos como en el que me muevo en de las ciencias sociales y la educación, parece que hay un interés en «imitar al pensamiento anglosajón»…y esto ha hecho que no pensemos «desde donde somos» (un estado de la periferia en el Sur de Europa) y «para quienes nos necesitan» (lo que haría que haríamos bien en reivindicar una ciencia de la liberación como otrora hicieran freire, fanon, martín baró, etc..)…me temo que estamos demasiado imbuidos de pos-positivismo cientificista ya sea a través de metodologías cuantitativas o cualitativas (es curioso, por ejemplo, en el caso español, el olvido casi absoluto de la teoría crítica y las estrategias participativas en la elaboración, diseño, instrumentaje, análisis y evaluación de nuestros trabajos…los masteres y doctorados se están llenan de mediocridad epistemológica fruto de la imitación de modelos IMPORTADOS, NUNCA GENERADOS DESDE…lo que se está traduciendo en una falta absoluta de objetivar la investigación que hacemos (lo que no se reduce a esos pobres mecanismos que utilizan las revistas actuales para garantizar la ética investigadora a través de sistemas enlatados, manofacturados y repetitivos en la que de tanto querer decir y mostrar…»no se muestra nada»

      (iv) la última cuestión es la más difícil, y requiere de una sabiduría (es decir, de comprender las cosas al saborearlas…que es lo que en realidad significa la palabra) respecto de lo que llamo «dialéctica del fracaso como condición de posibilidad». Me explico. En el terreno de nuestras historias más cercanas en el campo de la universidad, estamos demasiado acostumbrados a «dejarnos iluminar» por personas cuyo mérito en ocasiones ha sido…¿acumular sexenios de investigación? ¿llegar a catedráticos? ¿ejercer las tareas de gestión universitaria durante diez quince años? ¿ser reconocidos en medio mundo por ser el «justin bieber» de la pedagogía de última generación, recorriendo medio mundo en tribunales, charlas (pagadas eso sí), comidas y comilonas, tapas y tapitas…? Nos dejamos iluminar, se me dirá, porque hemos leído «sus incontables libros, artículos» en revistas referenciadas (y no tan referenciadas), habiéndose convertido en nuestras vidas algo así como «los hombres G», que con su canción «sufre mamón, devuélveme a mi chica», amenazan con ser un hit parade en esta década, la siguiente, y cuando seamos la república española en el 50…por no hablar de «carreras fulgurantes» que a lo EIBAR F.C. han pasado del ostracismo de la segunda B, la segunda y la primera división en casi los mismos años que algunos o algunas aún intentan desarrollar mejor su docencia, pensar y organizar su pensamiento (como dice Morin)…tenemos investigadores jóvenes que se convierten ya en «casta intelectual», o viejos investigadores que dicen haber vivido hasta la caída del imperio romano y eso les da derecho a…casi todo…
      Me parece, entonces, que el problema es que nos falta conocer, convivir, aprender de lo que llamo «héroes posmodernos»…aquellas personas que con sus vidas, sus trabajos precarios y desde lo precario, su incesante cultura por el aprendizaje, la curiosidad y solidaridad permanente, han sufrido a veces mil y unas derrotas y se han levantado (y lo hacen) una y otra vez…pues lo que nos llena, lo que nos confirma, lo que nos reconoce..no siempre va del lado de lo que nos acredita y quien nos acredita…cosas que haríamos bien aún en tener en cuenta…
      Siempre pongo dos ejemplos de esto, ahora pueden ser tres…el primero es político, se trata de un compañero mío en Asturies que durante años se mantuvo al «pie del cañón», desde lo minoritario, al lado de quienes demandaban un nuevo sindicalismo, condiiciones de vida mejores para las trabajadoras de servicios feminizados de la «gran economía española», renta básica para la ciudadanía, centros sociales autogestionados, lucha contra el fascismo y la represión social…el segundo es escolar, compañeros que desde Segovia o Granada llevan durante años trabajando como asociado en la universidad o directamente en el mercado laboral de la hostelería, desde la honestidad de quien piensa y organiza una docencia, seminarios cursos prácticas y experiencias so pena de «ralentizar su trayectoria universitaria» o «pilla trozo»…y la honestidad por aunar pensamiento y acción…el último es de la ficción…me es querido no por ser una gran película (para nada jaja), sino por lo que se puede sacar de ella…en la película Tin Cup de Kevin Costner…nos narra la historia de un «don nadie» en el mundo del golf, una promesa que nunca llegó a nada por sus problemas emocionales…la cuestión es que la historia, el destino (lo que sea..) le da una oportunidad de participar en el Open de Estados Unidos de Golf…con ayuda de una psicóloga (de la que se enamora, aunque esto es la parte menos interesante, en tanto tonta y banal) parece encontrar su swing…ojo que aquí hago spoiler…en el mejor momento del campeonato y cuando todo tiene a favor, pues basta que se comporte «de forma conservadora» (lo que no es), y de un golpe seguro (que es lo que todo el mundo espera)..el se empeña en dar un golpe único, arriesgar…y falla…fracasa…¿lo hace?…su kadit desesperado (pues a lo «buen sancho» siempre ha estado al lado de su Quijote), el público burlón, los medios de comunicación incrédulos, su psicóloga perpleja…su principal competidor (un bobalicón y nada brillante como actor Don Johnson…) sonriente y autocomplacido pues «el sí cumple los códigos de la normalidad y la reproducción del status quo)…en un último momento, cuando ya nadie quería ya contemplar semejante esperpento..nuestro personaje Roy «tin cup» McAvoy…conecta el que probablemente será el tiro más espectacular de la historia de la competición…no ganará el Open, ni se le leerá en las listas oficiales, pero todos y todas recordarán que una vez, tan solo una vez, alguien se salió de la agenda, de lo establecido, y prefirió «el arte» por encima de «la ganancia»…esto es lo que yo entiendo por dialéctica del fracaso como condición de posibilidad…solo desde una acción y un pensamiento libre de los miedos que nos inculcan por «ajustarnos al canon occidental/patriarcal/empresarial/emprendedor/científico/profesional…»…soñemos al menos por dar una vez, tan solo una vez, ese golpe…no es tarea mítica reservada a dioses ni héroes o heroínas modernas y posmodernas…tan solo es dar un paso…reconocer que cada «fracaso» encierra en sí una victoria, si no estamos tan obsesionados por la ideología de la excelencia, la calidad y el éxito emprendedor del capitalismo académico neoliberal…a fin de cuentas, lo importante de un texto..probablemente es la nota a pie de página o como dice Cortázar..la pieza de ajedrez que tenemos escondida en el chaleco…el juego siempre está de nuestra parte…
      un saludo

  • M

    Gracias por el rico comentario y por el blog, el conocimiento debería ser un bien público y social, no privado e individual. Esta claro que no eres uno de esos obsesivos winners del capitalismo salvaje en el que vivimos, ni tampoco el compañero que escribe el otro artículo de «La experiencia de ejercer como profe.» Aunque guardemos piezas, escribiendo con autenticidad se enseñan el resto.

    Es una pena que no podamos hablar esto a viva voz, todos estos mensajes poco pueden hacer si no se articulan con algo más, em fin.

    Al leer el comentario me vienen dos cosas:

    Una, esas palabras de Terry Eagleton que elevan la fidelidad al fracaso:

    «Necesitamos tener fe en que, contra lo que parece, el poder puede ser conquistado por quienes carecen de él. Sólo conservando una inquebrantable fidelidad al fracaso (escandalosa a oídos de las naciones en que se desprecia al perdedor) es posible que un poder humano (sea cual sea) se demuestre fértil y duradero»

    Y otra es que cada vez que entro más en relación con alumnas y alumnos de la universidad, más recuerdo Summerhill y no por elitismo. Es ridículo el autoritarismo y autodisciplinamiento en el que se han socializado, hace que te pidan permiso para ir al baño o que te escriban para saber si les bajarás la nota por no asistir a una clase porque había hospitalizado a su padre; al tiempo que les dan ataques de ansiedad cuando tienen que presentar un trabajo en clase o se ponen muy nervisoso cuando cuestionas sus planteamientos (no tiene nada de gracioso, me parece un drama mou severo) o se bloquean si tienen que hacer un trabajo que les lleva más allá de su zona de comodidad (copiar y pegar de Internet o replicar el simulacro una y otra vez de textos)… Si se toma todo esto en serio, me dan escalofríos que recorren tu cuerpo.

    Pero quizá esto lo expresáis mejor, en eso que dice Feliciano en su texto, p. 344:

    «Bajo éste presente repleto de “clientes” autómatas del miedo y la obediencia, el modelo de pensamiento y ejercicio que defiendo es el del escepticismo como primer punto de partida para el optimismo, que reivindica el reconocimiento y la edificación de la experiencia y el
    pensamiento reflexivo, como compromiso vital para formar la subjetividad (profesional) y lac ultura de los grupos y los pueblos tradicionalmente dominados y estigmatizados por una razón total -Laval (2013)-, insensible, cientificista y excluyente. ¿Será posible hoy enfrentarse a una aventura (experiencia) que comprometa la vida del ser y del hacer de forma radical, superando la amnesia histórica y la encarnación de los códigos capitalistas de desposesión-explotación en las vidas y los lenguajes? Tendremos que arriesgarnos para, al menos, infundir esas ganas de fortalecer la vida, esa ilusión por entregarse a la experiencia, siempre libre e incierta. La educación, la enseñanza a pesar de ser un campo tan contradictorio y amargo, a veces, se vincula con esa experiencia del compromiso vital, que exigirá un modo de ser y hacer que se entregue al sapere aude (“atrévete a saber”, saber y saberse desde la crítica y la auto-crítica, evitando la auto-complacencia del ego docente por medio del distanciamiento, el disenso y la comparencia de argumentarios de educandos e iguales) que resista contra los oscurantismos, contra el racismo de clase, colonial y patriarcal y contra cualquier dominio, constricción y/o disfraz que malogre el carácter de los pueblos y del ser humano»

    Cuántas estupideces displicentes y abusivas se dicen sobre la educación, «el nivel del alumnado», «escuelas conectadas», etc y cuantos catedráticos las abanderan. Zona de desarrollo próximo (¡grande Vygotski!), conocimiento por investigación, autorregulación y autogestión, cuerpo único del profesorado de eso no habla nadie.

    Lo que es bueno para que niñas y niños den lo mejor de sí, sean segur@s de sí mism@s, sepan manejar sus emociones y lleguen lejísimos en el conocimiento, también lo es para el resto.

    Gracias