El origen de las serpentinitas
Antes embellecer los más nobles monumentos del país, estas rocas verdosas -denominadas serpentinitas- estuvieron a grandes profundidades de la Tierra. Resultan de la transformación de otras rocas –las peridotitas—que constituyen el manto terrestre, una capa situada bajo la corteza, a más de 30 km de profundidad.
¿Sabías que en Andalucía tenemos el mayor afloramiento de rocas del manto terrestre del mundo? Estas peridotitas (de tono rojizo en la foto) constituyen el sustrato geológico de Sierra Bermeja, en la Serranía de Ronda (Málaga)
El aspecto de las peridotitas al afloramiento
De las profundidades de la Tierra a la piel más delicada del bebé
Cuando las peridotitas salen al aire libre, gracias a los empujes tectónicos que originaron las cordilleras, como Sierra Nevada, estas rocas se hidratan y transforman. Se originan los minerales de la serpentina, cuyo nombre proviene de la apariencia y tacto de la piel de una serpiente. Aparecen también minerales como el talco, un silicato rico en magnesio con múltiples usos en la industria cosmética. Del interior de la Tierra al culito de los bebés, testimoniando una interesante historia geológica….
Cantera de serpentinitas en Ceuta, semejantes a las de Granada
El “Verde Granada”
Las serpentinitas de Sierra Nevada fueron explotadas como rocas ornamentales desde los tiempos del gran arquitecto Juan de Herrera (S. XVI), que incorporó esta roca verdosa en numerosos elementos constructivos y decorativos del Monasterio de San Lorenzo del Escorial (Madrid). Desde entonces, las serpentinitas reciben el nombre de “Verde Granada”.
Algunos ejemplos del uso de las serpentinitas de Sierra Nevada en monumentos Renacentistas y Barrocos españoles: a) El Escorial; b y c) Palacio Real de Madrid; d) Las Salesas Reales, en Madrid; e) Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada; f) y g) Catedral de Granada