Reconozco que a veces me indigno fácilmente, pero otras, como en esta ocasión, creo que está bastante justificado.
Publicaba el 29 de mayo Sal Emergui en El Mundo este titular “Israel responde al ataque de la Yihad bombardeando Gaza”. Un titular que no falta a la verdad probablemente, pero que esconde mucho, y si no se tienen más datos, resulta desinformador.
Y es así porque Sal Emegui no explica lo siguiente:
- La Yihad Islámica respondió a un ataque previo israelí que mató a tres de sus miembros unos días antes.
- Sus proyectiles son los primeros que se lanzan desde Gaza desde el 18 de febrero.
- Desde el 18 de febrero al 29 de mayo (3 meses), Israel ha bombardeado múltiples objetivos en media docena de ataques, ha entrado unas 30 veces en la Franja de Gaza y ha asesinado a más de 100 personas palestinas que protestaban desarmadas contra el bloqueo
Todo hace pensar que la escalada de ataques israelíes contra posiciones de Hamas y la Yihad Islámica en Gaza estos días pretenden provocar la respuesta armada de estos grupos y escalar la violencia para seguir enmascarando el bloqueo en clave de seguridad.
¿Por qué ahora? ¿Por qué persigue el gobierno israelí el aumento de la violencia en la Franja de Gaza? Porque quiere acabar con la resistencia no armada de la población palestina que está alcanzando una escala masiva. La población palestina en Gaza ha desarrollado una serie de procesos de organización y de acciones de resistencia noviolenta durante los últimos meses, bajo la etiqueta de la Gran Marcha del Retorno, que ha aumentado los costes de la ocupación y del bloqueo para Israel. A pesar de más de 100 asesinatos de manifestantes desarmados, la resistencia ha continuado e Israel teme que se traslade también a Cisjordania.
Paradójicamente, el día 29 de mayo también asistíamos al último acto de resistencia noviolenta en la Franja de Gaza hasta la fecha: el intento de ruptura del bloqueo marítimo por el “Freedom Boat”. No será el último.