Decálogo «La Europa de los ciudadanos»

I. Identidad y símbolos 

La ciudadanía debe ser protagonista de la Europa unida. Para ello, la cultura común y los valores que la sustentan deben ser la base real de una auténtica identidad constitucional europea. La Unión, desde el respeto de la diversidad y para fortalecer su integración, debe conseguir que la ciudadanía se identifique con los símbolos que representan al conjunto de los pueblos de Europa. La bandera, el Himno de la Alegría, la moneda, unos festivos y unos auténticos documentos de identidad personal comunes nos unen en la misma comunidad.

2. La Europa de los derechos y las libertades

La ciudadanía debe ser protagonista de la Europa unida. Para ello, el lenguaje de los derechos es la verdadera lengua común de Europa. No existe una comunidad política ni económica sin una comunidad de derechos. La persona es el núcleo de la integración porque “no coaligamos Estados sino personas”. La revalorización de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y la ineludible adhesión al Convenio Europeo de Derechos Humanos nos unen en la misma dignidad.

3. Participación política, forma de gobierno y reformas institucionales

La ciudadanía debe ser protagonista de la Europa unida. Para ello, la participación política debe traducirse en instituciones cercanas, comprensibles y accesibles para todas las personas. A tal fin, la reforma de las Instituciones debe perseguir una Administración más transparente y menos burocratizada. Sólo mediante la construcción de una auténtica forma de gobierno parlamentaria se puede reforzar la legitimidad popular de la Unión. Partidos políticos paneuropeos, programas electorales de intereses comunes y un voto popular verdaderamente determinante nos unen en el mismo demos. 

4. Inclusión e igualdad en dignidad

La ciudadanía debe ser protagonista de la Europa unida. Para ello, la dignidad de la persona debe ser el auténtico motor de la igualdad. La sociedad abierta debe integrar tanto a sus ciudadanos que circulan en su interior como a los inmigrantes de terceros países; debe ser inclusiva de los distintos colectivos y sensibilidades; y debe fundarse en la paridad entre mujeres y hombres. Asimismo, la igualdad debe procurar una cohesión material mediante la garantía del trabajo, la industria y el comercio junto a la cohesión territorial que evite la despoblación de las zonas rurales. Una única ciudadanía, el pluralismo social y político y nuestras diferencias nos unen en las mismas oportunidades.

5. Bienestar y promoción social

La ciudadanía debe ser protagonista de la Europa unida. Para ello, los niveles esenciales de las prestaciones se deben establecer en el marco europeo como ejes prioritarios de las políticas sociales y económicas. Los Estados deben encontrar en la Unión la aliada indispensable para garantizar el bienestar y la promoción social mediante servicios públicos de calidad. Ayudar a salir de las situaciones de vulnerabilidad, atender a las personas con dependencia, cultivar la educación como formación integral de la ciudadanía y cuidar de manera holística la salud tanto física como mental nos unen en la misma libertad.

6. Universidad, investigación e innovación

La ciudadanía debe ser protagonista de la Europa unida. Para ello, el conocimiento y la curiosidad deben ser las únicas fronteras de los europeos. Los derechos y libertades de la persona deben guiar la innovación y el progreso científico mediante el diálogo académico en todos los campos del saber. Las universidades son las guardianas y promotoras del mejor espíritu europeo, alma mater de nuestra identidad. Los intercambios Erasmus, el encuentro de las culturas y el afán del descubrimiento nos unen en la misma familia.

7. Medio ambiente, energía y lucha contra el cambio climático

La ciudadanía debe ser protagonista de la Europa unida. Para ello, el reto verde es el oxígeno de nuestra supervivencia. Nuestro planeta Tierra, el único en el que podemos vivir, necesita de la Unión para liderar la lucha global contra el cambio climático y salvaguardar el medio ambiente. La promoción de energías limpias, garantizadas a todas las personas, es el único modo para incentivar un estilo de vida no contaminante. El esfuerzo individual y colectivo contra el cambio climático, a favor de la conservación de la biodiversidad y del equilibrio entre ecosistemas, nos unen a las generaciones futuras.

8. Tecnología y sociedad digital 

La ciudadanía debe ser protagonista de la Europa unida. Para ello, los derechos de la persona deben ser el centro del desarrollo de la sociedad digital. La Unión, aspirando a un liderazgo mundial, debe contribuir a la configuración de una sociedad digital basada en el pleno respeto de los derechos humanos y de la democracia pluralista. La inteligencia artificial genera una oportunidad más de favorecer el pleno desarrollo de la personalidad, pero sin que constituya una limitación de las aspiraciones individuales. Los retos tecnológicos nos unen en la misma esperanza.

9. Paz, seguridad y defensa

La ciudadanía debe ser protagonista de la Europa unida. Para ello, el valor de la paz y el rechazo de la guerra deben inspirar siempre el proyecto europeo, junto a la seguridad humana entendida de acuerdo con las Naciones Unidas. La Unión debe dotarse de un único ejército que garantice la seguridad y la defensa del territorio y de los pueblos europeos. Sin embargo, el respeto a los derechos no puede ceder ante las exigencias de la seguridad. El mantenimiento de la paz y su promoción en el mundo, la acogida de refugiados y la cooperación internacional nos unen en la misma fraternidad.

10. Asamblea constituyente europea

La ciudadanía debe ser protagonista de la Europa unida. Para ello, la reforma de la arquitectura constitucional de la Unión es de imperiosa necesidad. La Convención prevista en el Tratado de la Unión Europea debe aspirar a la clásica fórmula de una asamblea constituyente para reforzar la legitimidad popular de origen. En este sentido, se debe superar la idea de comunidad de Estados unidos mediante Tratados para dotarse, respetando las diversidades y buscando la voluntad común de los pueblos de Europa, de una constitución federal. Los valores democráticos, el plurilingüismo, las tradiciones locales, la diversidad geográfica y climática y la común cultura constitucional nos unen en una sola Europa.

Redacción de

Antonio Pérez Miras y Giacomo Palombino

Comité académico

Francisco Balaguer Callejón, Gregorio Cámara Villar, José Antonio Montilla Martos, Pablo Lucas Murillo de la Cueva, Juan Francisco de Asís Sánchez Barrilao, Germán M. Teruel Lozano, Joaquín Sarrión Esteve, Enrique Guillén López, Sabrina Ragone, Angelo Schillaci, Vasco Pereira Da Silva, Francisco M. Bombillar Sáenz, Leyre Burguera Ameave, Miguel Arjona Sánchez, Alessia Tomo, Eloísa Pérez Conchillo, Luis Fernando Martínez Quevedo, Belén Burgos Garrido, Carmen Montesinos Padilla, Sandra Lopes Luis, Miguel Azpitarte Sánchez, Baldomero Oliver León, Augusto Aguilar Calahorro, Adoración Galera Victoria, Caterina Drigo, Fernando Pérez Domínguez, Silvia Romboli, Rosa Iannaccone, Ángel Aday Jiménez Alemán

Napoli, 25 de mayo de 2023

 

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