«Governance quality indicators for organ procurement policies / Indicadores de calidad para la gobernanza de las políticas de obtención de órganos para trasplante»

David Rodríguez-Arias (FiloLab), Alberto Molina-Pérez (FiloLab), Ivar R. Hannikainen (FiloLab), Janet Delgado, Sabine Wöhlke y Silke Schicktanz han publicado recientemente el artículo Governance quality indicators for organ procurement policies (PLOS ONE 16 (6): e0252686). Os dejamos a continuación con el abstract y una descripción amplia de la temática del artículo. Al final de la página podréis encontrar un enlace para acceder al artículo en Open Access.

Abstract

Las políticas de consentimiento presunto o explícito para la donación de órganos actúan como nudges: establecen un curso de acción predeterminado que se ofrece por defecto y al hacerlo sirven de mecanismo para orientar la toma de decisiones en una dirección que se considera beneficiosa. Así, los distintos modelos de consentimiento para la donación ayudan a los profesionales de la salud y a las familias de los potenciales donantes a decidir si deben o no obtenerse los órganos tras la muerte, en particular cuando esa persona no había expresado ninguna preferencia al respecto. Ahora bien, al establecer una acción que se aplica por defecto esas políticas pueden ignorar o vulnerar los intereses de quienes discrepan de la opción prioritaria pero nunca llegaron a expresar sus preferencias, quizá por desconocimiento de la necesidad de hacerlo. ¿Sabe la población si, cuando muera, se le considerará como donante de órganos? ¿En qué medida coinciden sus preferencias con la opción que establece por defecto su jurisdicción de la donación? ¿Dejan las personas constancia de sus preferencias para asegurarse de que se cumplirán? Un estudio publicado en PLOS ONE por David Rodríguez-Arias (FiloLab-UGR), Alberto Molina (IESA-CSIC, FiloLab-UGR), Ivar Hannikainen (FiloLab-UGR) junto con investigadoras del Hospital Universitario de Canarias y de las universidades alemanas de Göttingen y Hamburgo pone a prueba un modelo teórico para valorar los modelos de consentimiento para la donación de los diferentes países en función de su capacidad para respetar y atender a las preferencias de la ciudadanía. El estudio forma parte del proyecto de investigación INEDyTO (MINECO FFI2017-88913-P).

Descripción

En muchos países, las personas fallecidas son consideradas como potenciales donantes de órganos, salvo que en vida hubieran expresado lo contrario. Esto es lo que se conoce como consentimiento presunto para la donación, u opt-out. En otros países, en cambio, solo se consideran como potenciales donantes aquellas personas que expresaron su deseo explícito de donar. ¿Hasta qué punto estos modelos –denominados, respectivamente, consentimiento presunto y explícito– respetan y facilitan el cumplimiento de las preferencias que la gente tiene acerca de la donación de órganos?

Un estudio liderado por investigadores e investigadoras de la Universidad de Granada, del CSIC, del Hospital Universitario de Canarias, y de las universidades alemanas de Göttingen y Hamburgo ha diseñado y puesto a prueba un modelo teórico que permite valorar los modelos de consentimiento para la donación de los diferentes países en función de su capacidad para atender a las preferencias de la ciudadanía.

Al establecer un curso de acción predeterminado, las políticas de consentimiento presunto o explícito pueden ayudar a los profesionales de la salud y a las familias de los potenciales donantes a decidir si deben o no obtenerse los órganos tras la muerte.

Idealmente, según el modelo de gobernanza que se propone en su artículo, publicado en la revista interdisciplinar PLOS ONE, esas políticas deberían reflejar los valores y preferencias de una mayoría informada y comprometer mínimamente los valores y preferencias de aquellos que disienten del curso de acción predeterminado establecido por la política. En la práctica, sin embargo, una serie de circunstancias dificultan el cumplimiento de esos objetivos ideales de gobernanza, incluido el hecho de que muchas personas con preferencias contrarias a la opción establecida por defecto no las llegan a expresar y que muchas desconocen la política que se aplica en su jurisdicción. En tales circunstancias, los modelos de consentimiento para la obtención de órganos incurren inevitablemente en el riesgo de desatender los valores de algunas partes de la sociedad y de contravenir las preferencias legítimas de algunas personas –consistan estas en donar o en no donar.

​El modelo que proponen Rodríguez-Arias y colaboradores mide ese riesgo basándose en varias métricas: por un lado, el conocimiento de las personas sobre la política de consentimiento vigente en sus países (informed/uninformed), su grado de apoyo a tales políticas (support/opposition), y sus preferencias con respecto a la obtención de órganos, que pueden converger o no con el curso de acción establecido por defecto por el modelo de consentimiento (convergence/divergence). Para ello han realizado una encuesta a 2006 estudiantes de Alemania (DE), Austria (AT), Bélgica (BE), Dinamarca (DK), Eslovenia (SI), España (ES) y Grecia (GR), preguntándoles por su conocimiento y sus preferencias con respecto a la donación. Los países cuyas políticas de consentimiento puntuaron más alto en términos de gobernanza son Austria y Bélgica, donde la mayoría de la población conoce y está de acuerdo con su modelo de consentimiento presunto, mientras que Eslovenia, donde la mayoría de la población se opone y además desconoce su modelo de consentimiento presunto, fue el que puntuó más bajo.

Este trabajo puede servir de rúbrica para el análisis ético de otras políticas públicas en el ámbito de la salud que adoptan decisiones en nombre del bien común con la incertidumbre que conlleva desconocer el respaldo que reciben por parte de la población.

Puedes acceder al artículo en Open Access aquí.

Proyecto INEDyTO.

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