Alberto Molina, David Rodríguez-Arias y Janet Delgado, investigadores e investigadora de FiloLab, han publicado el artículo «Donación de órganos: el modelo de consentimiento presunto es poco efectivo para incrementar las cifras de donantes» (Differential impact of opt-in, opt-out policies on deceased organ donation rates: a mixed conceptual and empirical study) en la revista BMJ Open.
En el mundo, existen dos modelos de consentimiento para la donación de órganos tras la muerte: el modelo de inclusión voluntaria (opt-in en inglés), también llamado consentimiento explícito, y el modelo de exclusión voluntaria (opt-out en inglés), también llamado consentimiento presunto, donde todas las personas son consideradas como donantes por defecto salvo que hubieran expresado en vida lo contrario. España, como la mayoría de países europeos, se rige por el modelo de exclusión voluntaria (opt-out). Recientemente, varios países, incluidos Colombia, Escocia, Inglaterra, Islandia, Países Bajos, Suiza, y la provincia canadiense de Nueva Escocia, han cambiado su modelo de consentimiento de opt-in a opt-out con el fin de incrementar sus tasas de donantes de órganos.
En este artículo, examinamos el impacto, es decir la eficacia, que puede tener este cambio en un país cualquiera. A diferencia de estudios de impacto anteriores, tenemos en cuenta el papel de la familia. En efecto, en la mayoría de los países, es la familia quien toma la decisión cuando la persona fallecida no expresó en vida ninguna preferencia. Además, en muchos países, los familiares pueden oponerse a la obtención de órganos aún cuando la persona fallecida quería ser donante. En primer lugar, mediante un análisis conceptual, mostramos que opt-in y opt-out solo se diferencian en una de nueve situaciones, esto es, solo cuando se desconocen tanto los deseos del fallecido como los de sus familiares. Es en esa única situación cuando el modelo opt-out es efectivo, porque estas personas son consideradas por defecto como donantes de órganos. En segundo lugar, tras recopilar estadísticas de 21 países de todos los continentes, mostramos que esta situación en que el modelo opt-out es efectivo solo ocurre en un rango de 0% a 5% de todos los casos de donantes potenciales. Esto nos lleva a concluir que el cambio de modelo de consentimiento tiene un impacto limitado en el incremento del número de donantes de órganos.
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