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Villancicos 3 Sor Juana

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SAN PEDRO NOLASCO, 1677

Villancicos que se cantaron en los Maitines del Gloriosísimo Padre San Pedro Nolasco, fundador de la Sagrada Familia de Redentores de la Orden de Nuestra Señora de la Merced, día 31 de enero de 1677 años, en que se imprimieron.

DEDICATORIA

“—¿Cujus est imago haec et superscriptio? —Caesaris.
—Reddite, ergo, quae sunt Caesaris, Caesari.” (C. 22, Mat.)
EN FE DE SENTENCIA TAL
por punto de ley, ajusto
que la imagen siempre es justo
se vuelva a su Original.
Que ella es de un César señal
conozco, si atiendo al cúya;
mas, supuesto que sea suya,
por lo que en ésta diviso,
otro hay a quien es preciso
10 que César de Dios se arguya.
De este César hoy mi voz
publica el sello a la luz
del ser señal de la Cruz,
con que es señal que es de Dios.
Para en uno son los dos,
¡oh Julia César Augusta!
Nuestra atención muy bien gusta
si hoy a vos la Imagen vuestra
consagra: que es gloria nuestra
20 a vueltas de ser tan justa.

PRIMERO NOCTURNO

VILLANCICO I

Estribillo
EN LA MANSIÓN INMORTAL
donde no habita la pena,
que es toda de gloria llena,
Jerusalén celestial,
ya libres de todo mal
los Espíritus gloriosos,
todos celebran gozosos
de Pedro el triunfo feliz,
que unió la Francesa Lis
10 a la Barras de Aragón:
entre tan santo escuadrón,
él muestra más bizarría,
por ser hijo de María.
Coplas
Aunque cualquier Santo puede
ser de María hijo amado,
en título tan honrado
a todos Nolasco excede:
pues a él se le concede
como heredero, este día,
20 por ser hijo de María.
La Reina de la belleza
a los dos da vestidura:
a Uno, de su Carne pura,
y al otro, de su pureza;
Pedro goza tal grandeza
que a Cristo solo venía,
por ser hijo de María.
Casi con igual estima
a los dos Hijos mandó:
30 si Uno las almas sanó,
otro los cuerpos redima
porque al cristiano no oprima
del moro la tiranía;
por ser hijo de María.
Y si a Cristo en su Pasión
Ángeles acompañaron,
y su Sangre veneraron
precio de la Redención,
a Pedro en otra ocasión
40 limpiaron la que vertía,
por ser hijo de María.
Ambos de su Redención
vincularon los portentos,
el Uno en sus Sacramentos,
el otro en su Religión:
porque en eterno padrón
se conserve obra tan pía,
por ser hijo de María.
Quiso, al nacer Dios, morir,
50 pues donde está tal Señor
no luce otro Redentor:
de donde llego a inferir,
que sólo quiso vivir
mientras redimir podía,
por ser hijo de María.
Y si el Cuerpo no se halló
de Cristo, y los que buscaron
cándidas guardas hallaron,
también el de éste faltó:
60 y sólo por él quedó
su cándida compañía,
por ser hijo de María.

VILLANCICO II

Estribillo
¡AH DE LAS MAZMORRAS, CAUTIVOS PRESOS,
atended a mis voces, oíd mis ecos,
que unas nuevas os traigo tan portentosas,
que os han de causar gusto, siendo penosas,
pues en la muerte de Nolasco santo
brota la pena gloria, y risa el llanto!
Coplas
¡Ah de las mazmorras,
tened atención;
atended, Cautivos,
10 las nuevas que os doy!
Escuchad mi llanto,
a falta de voz,
que también por señas
se explica el dolor.
Sabed que ya es muerto
Pedro el Redentor:
¿cómo muere quien
vida a tantos dio?
No esperéis consuelo,
20 pues él os faltó
y acabó en su vida
vuestra redención.
De vuestras cadenas
ya sin remisión
es candado eterno
cualquiera eslabón.
¿Adónde hallaréis
tan noble Pastor,
que por cada oveja,
30 su vida arriesgó,
y quedando expuesto
al fiero rigor,
dio su libertad
por vuestra prisión?
Llorad, y deshechos
en líquido humor,
busque por los ojos
puerta el corazón.
Pero ¿qué delirio
40 así me llevó,
y arrebató el alma
tras la compasión?
No lloréis, Cautivos,
porque no es razón
llorar que esté libre
quien os libertó.
Cristo a ejercitar
su oficio nació,
que tal es la falta,
50 que la suple un Dios.
Siempre os será Pedro
con igual amor, Redentor aquí,
y allá intercesor.

VILLANCICO III

Estribillo
¡AGUIJA, AGUIJA, CAMINANTE, APRIESA,
que es corto el tiempo y larga la carrera!
¡Aguija, corre, corre, aguija, carga,
que el Sol se pone y la carrera es larga!
Coplas
Nolasco, aquel Caminante
que en la carrera del siglo
supo caminar al Cielo
sin dilatar el camino;
el que por ir más ligero,
10 sin la carga de los vicios,
no sólo de bienes, pero
se descargó de sí mismo,
dejó su patria y riquezas,
dejó su noble apellido,
y si el ser dejar pudiera,
pienso que no hubiera sido,
camina por un atajo,
que, aunque es trabajo seguirlo,
más quiere atajos con riesgo
20 que rodeos sin peligro.
Sobre sus obras camina,
que con celestial destino
son las más veloces postas
para llegar al Empíreo.
La fatiga del vïaje
le hace dulce el ejercicio,
que no siente andar quien tiene
el pie siempre en el estribo.
Para sustentarse lleva
30 en el pecho el Peregrino,
porque nada le embarace,
el Vïático escondido.
Ya del eterno descanso
llega al apacible sitio,
y de sus largas fatigas
goza el premio merecido.

SEGUNDO NOCTURNO

VILLANCICO IV

Estribillo
¡AY, CÓMO GIME! MAS ¡AY, CÓMO SUENA
el Cisne, que en dulcísimas endechas
suenan epitalamios y son exequias!
Coplas
Aquel Cisne de María,
que vistió en la toga tersa
la más cándida señal
de su Virginal Pureza,
el escudo de sus armas,
la cifra de sus empresas,
10 archivo de sus favores
y de su honor la defensa;
cuya voz, mejor que Orfeo,
con dulcísimas cadencias
de tantos tristes cautivos
rompió las fuertes cadenas;
Él que en las corrientes puras,
por conservar su limpieza,
de las fuentes de la Gracia
tuvo morada perpetua,
20 hoy, conociendo su fin,
en dulces cláusulas tiernas
la mortal vida despide
para pasar a la eterna.
Y aunque se conoce limpio,
a la Majestad Suprema,
sobre el candor de la nieve
le pide que lo emblanquezca.

VILLANCICO V

Estribillo
ESCUCHEN A MI MUSA
que está de gorja,
y se quiere este rato
mostrar burlona.
No pierdan esta ocasión,
porque será compasión,
si me dejan de escuchar:
andar, andar.
Vaya Satanás a redro,
10 que pues mis victorias medro
y ninguno se me enoja,
diré lo que se me antoja,
porque se me antoja, Pedro.
Coplas
De Pedro he de discurrir
los milagros esta vez,
y el mayor milagro es
que yo lo quiera decir.
Cuéntanos que a la luz salió,
para acabar nuestras penas,
20 el día de las Cadenas,
porque a quitarlas nació;
porque en su ardiente fervor
la Iglesia, en triunfo doblado
goce un Pedro encadenado
y un desencadenador.
Mas ¿quién por esto lo alaba
ni quiere ofrecerle palmas,
si cautivaba mil almas
por un cuerpo que libraba?
30 Venderse por varios modos,
por rescatar, intentó;
pero nadie lo compró,
porque lo conocen todos.
Con su limosna pesado,
sin perdonar a ninguno,
a todos por importuno
sacó el alma de pecado.
De sentir el modo es vario,
pues al mirar su fervor,
40 todos dicen que es Pastor,
pero yo, que es Mercenario.
Con sus compañeros franco,
cuando algunos recibía,
mil cosas les prometía,
para dejarlos en blanco.
De la pobreza tal sed
tuvo, con tal eficacia,
que siempre vivió de Gracia
y se enterró de Merced.

VILLANCICO VI.—JÁCARA

Estribillo
¡ESCUCHEN, CÓMO, A QUIÉN DIGO,
que va de Jacarandana!
A los valientes convido:
¡oigan, oigan, vaya, vaya,
que a quien de Pedro sus hazañas cuenta,
la atención no es de gracia, sino deuda!
Coplas
Oigan, atiendan, que canto
las hazañas portentosas
de aquel asombro de Marte,
10 del espanto de Belona:
del imitador de Cristo,
Predicador de sus glorias,
del cuchillo del Hereje,
del espanto de Mahoma.
Nolasco, digo, el valiente,
el de la vida penosa,
quebrantador de prisiones,
despoblador de mazmorras.
Aquel valiente, francés,
20 asombro de Barcelona,
que hizo temblar sus montañas
más que el bravo Serralonga.
Bandolero que, en poblado
robando las almas todas,
a cenar con Jesucristo,
despachó muchas personas.
El que desnudando a todos
con una maña famosa
dejó la nobleza y plebe
30 a pedir misericordia.
Al que sin tener caudal,
todos los bienes le sobran,
porque la Merced de Dios
no le falta a todas horas.
El que en honor de María,
si desenvaina la hoja,
por defender su pureza
ni con su sangre se ahorra.
El que alistó en su bandera
40 tanta inmensidad de tropas,
que haciéndole fuerza al Cielo,
arrebataron la gloria.
El que por librar amigos,
con condición generosa,
trajo la vida vendida
sin más ayuda de costa.
El que, privado del Rey,
trajo por insignia honrosa
en campo rojo esmaltadas
50 cinco Barras vencedoras.
El que con todo su brío
sufrió lo que nadie ignora,
pues dándole un bofetón
no osó desplegar la boca.
Mas como los de su trato
nunca de otros fines gozan,
después de tantas andanzas,
murió pidiendo limosna.

TERCERO NOCTURNO

VILLANCICO VII

¡VENGAN A VER UN LUCERO
en el Redentor segundo,
que ha ejercitado en el mundo
el oficio del Primero!
¡Vengan a ver un esmero
de la gracia, y sus primores!
¡Corred aprisa, pastores:
veréis que tiene en su celo
otro Redentor el suelo,
10 que sin que el título asombre,
da en la tierra paz al hombre
y gloria a Dios en el Cielo!
Coplas
Porque en Nolasco se crea
cuánto a Jesucristo aplace
que su retrato se vea,
en la Galia Pedro nace,
como Cristo en Galilea.
Aun antes de discurrir,
limosnas empezó a hacer,
20 porque podamos decir
que acabado de nacer
ya empezaba a redimir.
Pero en el Panal se toca
misterio más soberano,
que a admirarse más provoca,
pues tuvo Pedro en la mano
lo que la Esposa en la boca.
Dar la sangre deseaba
con tan ardiente afición,
30 que la que no derramaba,
del deseo de pasión
como Cristo la sudaba.
El juicio más discursivo
no ponderará el fervor
del Santo, pues compasivo
cautivaba un Redentor
por rescatar un cautivo.
La ocupación más subida
de Cristo quiso imitar,
40 que en batalla tan temida,
¿qué pudo Pedro esperar
donde aun Dios perdió la vida?
Los enfermos visitaba
con tanto desinterés,
y su remedio buscaba,
que, como era buen Francés,
del mal francés los curaba.
En él, de Pedro y su fe
todas las señales hubo,
50 y hasta el Gallo en él se ve,
porque si el otro lo tuvo,
éste de nación lo fue.
Con caritativo ardor
de amores se consumía
del martirio y su rigor,
porque el Santo más quería
ser Mártir que Confesor.
Y en fin, de Cristo imitó
todos los pasos así,
60 que en su paciencia se vio
que, cuando todos por sí,
él por todos padeció.

VILLANCICO VIII.—ENSALADILLA

A LOS PLAUSIBLES FESTEJOS
que a su fundador Nolasco
la Redentora Familia
publica en justos aplausos,
un Negro que entró en la Iglesia,
de su grandeza admirado,
por regocijar la fiesta
cantó al son de un calabazo:

PUERTO RICO.—Estribillo

¡Tumba, la-lá-la; tumba, la-lé-le;
10 que donde ya Pilico, escrava no quede!
¡Tumba, tumba, la-lé-le; tumba, la-lá-la,
que donde ya Pilico, no quede escrava!
Coplas
Hoy dici que en las Melcede
estos Parre Mercenaria
hace una fiesa a su Palre,
¿qué fiesa? como su cala.
Eya dici que redimi:
cosa palece encantala,
por que yo la Oblaje vivo
20 y las Parre no mi saca.
La otra noche con mi conga
turo, sin durmí pensaba,
que no quiele gente plieta,
como eya so gente branca.
Sola saca la Pañola;
¡pues, Dioso, mila la trampa,
que aunque neglo, gente somo,
aunque nos dici cabaya!
Mas ¿qué digo, Dioso mío?
30 ¡Los demoño, que me engaña,
pala que esé mulmulando
a esa Redentola Santa!
El Santo me lo perrone,
que só una malo hablala,
que aunque padesca la cuepo,
en ese libla las alma.
Prosigue la Introducción
Siguióse un estudiantón,
de Bachiller afectado,
que escogiera antes ser mudo
40 que parlar en Castellano.
Y así, brotando Latín
y de docto reventando,
a un bárbaro que encontró,
disparó estos latinajos.

DIÁLOGO

Hodie Nolascus divinus
in Caelis est collocatus.
—Yo no tengo asco del vino,
que antes muero por tragarlo.
—Uno mortuo Redemptore,
50 alier est Redemptor natus.
Yo natas buenas bien como,
que no he visto buenos natos.
—Omnibus fuit Salvatoris
 ista perfectior Imago.
—Mago no soy, voto a tal,
que en mi vida lo he estudiado.
—Amice, tace: nam ego
non utor sermone Hispano.
—¿Que te aniegas en sermones?
60 Pues no vengas a escucharlos.
—Nescio quid nunc mihi dicis,
nec quid vis dicere capio.
—Necio será él y su alma,
que yo soy un hombre honrado.
Prosigue la Introducción
Púsolos en paz un Indio
que, cayendo y levantando,
tomaba con la cabeza
la medida de los pasos;
el cual en una guitarra,
70 con ecos desentonados,
cantó un Tocotín mestizo
de Español y Mejicano.

TOCOTÍN

Los Padres bendito
tiene on Redentor;
amo nic neltoca
quimati no Dios.
Sólo Dios Piltzintli
del Cielo bajó,
y nuestro tlatlácol
80 nos lo perdonó.
Pero estos Teopixqui
dice en so sermón
que este San Nolasco
mïechtin compró.
Yo al Santo lo tengo
mucha devoción,
y de Sempual Xúchil
un Xúchil le doy.
Téhuatl so persona
90 dis que se quedó
con los perro Moro
impan ce ocasión.
Mati Dios, si allí
lo estoviera yo,
cen sontle matara
con un mojicón.
Y nadie lo piense
lo hablo sin razón,
ca ni panadero,
100 de mucha opinión.
Huel ni machicáhuac;
no soy hablador:
no teco qui mati,
que soy valentón.
Se no compañero
lo desafió,
y con se poñete
allí se cayó.
También un Topil
110 del Gobernador,
caipampa tributo
prenderme mandó.
Mas yo con un cuáhuitl
un palo lo dio
ipam i sonteco:
no sé si morió.
Y quiero comprar
un San Redentor,
yuhqui el del altar
120 con su bendición.

Beethoven sonata claro de luna

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Beethoven Sonata Claro de Luna Movimiento 1,2 ,3

 

Beethoven Moonlight Sonata (en realidad Sonata para piano n.º 14 en dorado menor «Quasi una fantasía», op. 27 n.º 2 de Ludwig van Beethoven) es una de las obras para piano clásico más populares del mundo. The Moonlight Sonata fue completada por Beethoven en 1801 y dedicada en 1802 a su pupila, la condesa Giulietta Guicciardi. Es una de las composiciones más populares de Beethoven para piano. Beethoven Moonlight Sonata en 3 movimientos: Movimiento 1, Adagio sostenuto Movimiento 2, Allegretto Movimiento 3: https://youtu.be/c-zCkDOwNTs

Sonata n 14

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Villancicos 2 Sor Juana

sor

CONCEPCIÓN, 1676

Villancicos que se cantaron en la S. I. Metropolitana de Méjico en los maitines de la Purísima Concepción de Nuestra Señora, año de 1676, en que se imprimieron.

PRIMERO NOCTURNO

VILLANCICO I

Estribillo
¡A LA FIESTA DEL CIELO! LAS VOCES CLARAS
una Reina celebran, Pura y sin falta.
¡Vengan, vengan,
a celebrarla por su buena estrella!
No se detengan, ¡vayan!,
que en su Concepción está para gracias.
Coplas
Con mucha gracia María,
siendo del género humano,
una Concepción estrena
10 tan nueva, que no ha pecado.
Allá en la Mente Divina
su puro esplendor intacto,
sin necesidad de absuelto,
fue éste un caso reservado.
Corriendo por todo el mundo
la culpa, estuvo el milagro
que macular no pudiese
a su Ser Inmaculado.
Astuto y desvanecido,
20 a sus plantas arrojado,
su honor puro a Lucifer
se le fue entonces por alto.
Corrientemente atrevido,
por hija de Adán, el Diablo
se la había jurado, puesto
que echó por tantos y cuantos.
Pero como no podía
en su Concepción tragarlo,
contra el bocado se estuvo
30 de Adán, sin probar bocado.

VILLANCICO II

Estribillo
¡A LA CONCEPCIÓN, A LA CONCEPCIÓN!
No se detengan, que la fiesta es hoy.
¡Vayan, vayan,
que la Reina tiene harta gracia!
¡Lleguen, lleguen,
porque su fiesta es fiesta solemne!
Redondillas
Hoy con festiva alegría,
de virtud y gracia llena,
en su Concepción estrena
10 un Templo de Dios, María.
Venciendo al fiero Dragón
que a sus pies holló triunfante,
este milagro al instante
sucedió en la Concepción.
Victoriosa y sin desgracia,
como se deja entender,
fue el caso muy para ver
en Santa María de Gracia.
Si es Puerta en quien se hallará
20 franca la entrada del Cielo,
lo festivo de este anhelo
en Porta-Caeli será.
Contra el Dragón y sus redes,
en alta contemplación
cogen por la Concepción
los que hoy van a las Mercedes.
En sus aplausos divina,
después de tan gran batalla,
hoy, cuando contenta se halla,
30 es la fiesta de Regina.

VILLANCICO III.—DIÁLOGO

—¿QUIÉN ES AQUELLA AZUCENA
que pura entre todas brilla?
—Es, aunque Azucena sea,
de Dios una Maravilla.
—En su Concepción sin mancha
¿tuvo asomos de cautiva?
—Muy libre se concibió,
y fue en un Ave María.
—¿Pudo caer en la culpa
10 de Adán, de quien ella es hija?
—La cabeza se estrelló
sin haber dado caída.
—¿Con su pureza, el Demonio
tuvo alguna demasía?
—Aunque se precia de bravo,
jamás le echó la maldita.
—Porque campa de tremendo
¿su estrago la atemoriza?
—Puesta sobre su cabeza,
20 de él se le da lo que pisa.
Estribillo
—¿Quién es aquella Reina de tierra y Cielo?
—Es el Ave de gracia, por Dios eterno,
concebida sin mancha,
que está para glorias, que está para gracias,
y en un Instante
la libró Dios de culpa, para ser su Madre.

SEGUNDO NOCTURNO

VILLANCICO IV

Coplas
UN HERBOLARIO EXTRANJERO
que es todo Sabiduría,
para curar de venenos
muestra una Hierba bendita.
Él por su mano la planta,
que de ninguno la fía,
y porque salga con gracia
le bendice la semilla.
Hace con ella milagros
10 de curas tan peregrinas,
que es Hierba Sánalo-todo,
según a todo se aplica.
Dicen que es la Hierba-Buena
los que de espacio la miran;
pero Él por nombre le ha puesto
la Hierba Santa-María.
Otros, que es la Hierba-Santa
dicen, que sola se libra
de la infición que de Adán
20 nos hizo la manzanilla.
Otros, que es la Celidonia,
por lo que aclara la vista;
y otros dicen que es la Salvia,
porque la lengua habilita.
Otros, por su gran virtud,
que será Romero afirman;
y otros por la incorrupción,
dicen que es la Siempre-Viva.
Ella, aunque es como ninguna
30 y a ninguna parecida,
nace de la Mejor-Ana
y así a su lado se cría.
Es tan contra la ponzoña,
que la mordedura antigua
del más nocivo Dragón
en un punto se la quita.
Tal virtud secreta encierra,
que la Serpiente nociva
quiere rendirse a su fama
40 por no morir a su vista.
Todos los hombres la busquen,
pues todos la necesitan,
que aun de Ángeles la Ciudad
yerba de la Puebla cría.
Manuel es el Extranjero:
a Él vaya quien la codicia;
que también se da de gracia
La que en Gracia es Concebida.
Estribillo
Nadie tema ponzoña, de hoy más, Mortales,
50 pues con tal Contrayerba, ninguna es grande;
y aunque lo tenga en el seno,
ninguno tema el veneno:
que Ella es la dulce Trïaca
que todo el veneno saca
y cura de todos males.
¡Nadie tema ponzoña, Mortales!

VILLANCICO V

Coplas
ENTRE LA ANTIGUA CIZAÑA
que el Enemigo del hombre
puso en el jardín del mundo
para marchitar sus flores,
el Hortelano Divino,
por ostentar sus primores,
en el más estéril cuadro
plantó la Rosa más noble.
De corrupción y de espinas
10 goza regias exenciones,
fragante Reina de tanta
república de colores.
A influjos del Sol se engendra,
porque su Criador dispone
que, aunque de la tierra nace,
nada de la tierra toque.
Y porque saliendo al prado
por maravilla del Orbe,
luces por hojas despliegue,
20 brille rayos por candores,
tan limpia, en fin, se concibe,
tan fuera del común orden,
que Naturaleza misma
en Ella, se desconoce.
Estribillo
¡Al jardín, Hortelanos,
al campo, Labradores,
y veréis en el campo, y entre las flores,
una Rosa sin recelo
de que la marchite el hielo
30 ni la abrasen los ardores!
Sin espinas de pecado
veréis que preside al prado,
sin mancilla,
tan hermosa,
que siendo del Cielo Rosa,
es del prado Maravilla.

VILLANCICO VI.—JÁCARA

Estribillo
¡OIGAN, MIREN, ATIENDAN
lo que se canta,
que hoy la Música viene
de mucha gracia!
Pero hablando de veras
y en puridad,
en breve ha de decirles
una verdad.
Coplas
Antes que todas las cosas
10 érase una hermosa Niña
de los ojos del Criador,
graciosamente prevista.
Que habiendo de ser de un Dios
Humanado, Madre digna,
fue razón que ni un instante
se apartase de su vista.
Para ser de los Mortales
la defensa, fue escogida,
siendo la pura Azucena
20 de la hoja blanca y limpia.
Contra la Serpiente astuta
que ocasionó la rüina
de todo el género humano,
siempre estuvo prevenida;
siempre armada y vigilante;
y tanto, que al embestirla,
con linda gracia le dio
en la cabeza una herida.
Jamás pudo ni aun tocarla
30 la Sierpe; y así, corrida,
en escuchando su Nombre,
bramando se da a Patillas.
Para estas empresas, tanta
gracia Dios le comunica,
que siendo pura criatura,
Mujer parece Divina.
Sin la mancha de la culpa
se concibe, de Adán hija,
porque en un lunar no fuese
40 a su padre parecida.
Del tributo universal
el Sacro Poder la libra,
previendo que había de ser
nuestra Reina sin caída.
De Ésta, pues, a quien los fieles
invocan Madre benigna,
es la fiesta, y es el canto
de esta mi Jacarandina.

TERCERO NOCTURNO

VILLANCICO VII

  1. MARÍA, EN SU CONCEPCIÓN,
las sombras venciendo obscuras,
se forma de luces puras
bien ordenado Escuadrón.
2. De él huye el negro borrón;
  1. y viendo de María
las puras luces bellas,
  1. queda la Noche fría,
y la hace ver estrellas.
10
  1. ¡Triunfe el Día!
  1. El Cielo, que venza ordena
a la Sombra su arrebol,
  1. blanca Aurora, hermoso Sol
y Luna de gracia llena.
  1. Déle a la Culpa la pena,
destruyendo el negro horror;
muera la Sombra al valor
que tanta Luz encierra.
¡Al arma, guerra, guerra!
20
  1. Con luces de gracia y gloria
consigue María victoria,
  1. y a su pureza el triunfo se da.
  1. ¡Es verdad,
porque vencer a la sombra
y al Dragón, que se asombra,
se debe a su claridad!
Coplas
Luciente divina Aurora
del que es de Justicia Sol,
contra la Noche se ostenta
30 María, en su Concepción.
Como Luna siempre llena
de puro, indemne candor,
a pesar de las tinieblas
sus luces manifestó,
pues, como el Sol escogida,
la lobreguez ahuyentó
de la culpa, y por la gracia
claro Día se formó.
Pertrechada se concibe
40 del limpio, claro esplendor
de la Luz indefectible,
con que a la sombra venció.

VILLANCICO VIII

(Entre un Negro y la Música Castellana.)
—ACÁ TAMO TOLO
Zambio, lela, lela,
que tambié sabemo
cantaye las Leina.
—¿Quién es? — Un Negliyo.
— ¡Vaya, vaya fuera,
que en Fiesta de luces,
toda de purezas,
no es bien se permita
10 haya cosa negra!
—Aunque Neglo, blanco
somo, lela, lela,
que il alma rivota
blanca sá, no prieta.
—¡Diga, diga, diga!
—¡Zambio, lela, lela!
Coplas
—Cuche usé, cómo la rá
Rimoño la cantaleta:
¡Huye, husico ri tonina,
20 con su nalís ri trumpeta!
—¡Vaya, vaya, vaya!
—¡Zambio, lela, lela!
—¡Válgati Riabro, Rimoño,
con su ojo ri culebra!
¿Quiriaba picá la Virgi?
¡Anda, tomá para heya!
— ¡Vaya, vaya, vaya!
—¡Zambio, lela, lela!
Viní acá, perra cabaya:
30 ¿su cabeza ri bayeta
y su cola ri machí,
pinsiaba la trivimenta?
—¡Vaya, vaya, vaya!
—¡Zambio, lela, lela!
—Vaya al infierno, Cambinga,
ayá con su compañela
que le mira calabralo,
cómo yeva la cabeza.
—¡Vaya, vaya, vaya!
40 —¡Zambio, lela, lela,
que tambié sabemo
cantaye las Leina!

compositores : Amadeo Vives

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«Bohemios». Zarzuela Completa

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Maruxa

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Amadeo Vives Roig (Collbató, Barcelona, 18 de noviembre de 1871Madrid, 2 de diciembre de 1932) fue un compositor español, autor de canciones y de más de un centenar de obras escénicas entre óperas, operetas y zarzuelas, que destacó especialmente por estas últimas, en particular por Maruxa, Bohemios y Doña Francisquita, consideradas entre las obras cumbre del género. Persona de gran cultura, también dejó una estimable obra literaria, que comprende diversos ensayos sobre estética musical; un libro autobiográfico, Sofía (1923); y una exitosa comedia teatral, Jo no sabia que el món era així (Yo no sabía que el mundo era así), estrenada en Barcelona en 1929 y que recibió el título de Rosalía cuando en 1930 fue estrenada en Santander su versión en español.

BIOGRAFIA

Evolución y madurez:
Más allá de la estricta cronología, en toda la obra de Vives se ve claramente un constante progreso. Las últimas partituras se notan técnicamente más trabajadas que las primeras, fruto aquellas posiblemente de los nervios de la juventud o de los encargos deprisa y corriendo. Y no nos referimos solamente a las zarzuelas, sino también a sus escritos y conferencias pronunciadas sobre temas que él conocía a fondo, una dedicación a la que se vio abocado por sus admiradores. Incluso llegó a cultivar el «lied» dentro las Canciones epigramáticas, poco conocidas, estrenadas por Amalia Isaura acompañada al piano por Francisco Fuster el 27 de octubre de 1915. Estas canciones están sabiamente armonizadas y son de una originalidad admirable.
Un análisis esmerado de su obra quizás todavía no existe, pero es cierto que la modernidad de su estructura musical se nota bien pronto, ya desde sus primeras obras.
Hay una serie de aspectos en que otros compositores, críticos y estudiosos están completamente de acuerdo. Estos son el hecho de ser considerado un músico de los pies a la cabeza. También se lo consideraba un triunfador en el género lírico, un autor popular y con mucho de éxito.
Y el tercer aspecto es que disfrutaba en buena parte de un prestigio en el mundo intelectual de la época, más allá de su sencillez humana, que le hacía interesarse por todos los temas escuchando atentamente el interlocutor, que por otro lado valoraba mucho sus razones. El caso es que fue inmensamente popular.
Por el contrario, quizás esta popularidad es la culpable que algunos sectores del mundo intelectual hayan visto siempre en su música una búsqueda sólo de la comercialidad y el oportunismo, a falta de explorar caminos nuevos en el complejo mundo de la orquesta.
A guisa de rápido repaso, mencionaremos algunas de las personalidades con las que en el decurso de su vida se relacionó. Verdaguer, Guimerá, Nicolau, Cambó, Falla, Pla, Benavente, Arniches, Borrás, Vendrell, Fernandez Shaw, Prat de la Riba, Puig i Cadafalch, Domènech i Montaner, Lola Membrives, etc. y tertulianos como Picasso, Nonell, Rusiñol, Casas, Clarasó, Morera, y muchos  otros, presentes en sus queridas «de café» a las cuales no renunció nunca ni siquiera cuando estaba en la cumbre de su carrera.
También se convierte en empresario, como acontece en 1906, de los teatros Zarzuela, Cómico y Eslava, de Madrid. En 1917 también crea una compañía lírica propia.
Vives da muestras de una vitalidad enorme, pese a sus dificultades físicas, a las cuales nunca se refirió.

El modernismo en Cataluña – Amadeo Vives …

Opera Artus

Amadeo Vives

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Compositores: Barbieri

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EL BARBERILLO DE LAVAPIES. F. Asenjo Barbieri.

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(Madrid, 1823-1894) Compositor y musicólogo español. La trascendencia de Francisco Asenjo Barbieri en la música española es triple: fue un excelente compositor, un director de orquesta capaz, a quien se debe la introducción en España de muchas obras sinfónicas del continente europeo, y un incansable musicólogo, responsable de la recuperación y edición del patrimonio antiguo de su patria.


Francisco Asenjo Barbieri

Atraído por la ópera desde su más tierna infancia (cuando asistía a las representaciones de óperas italianas que se ofrecían en el Teatro de la Cruz, en el que trabajaba su abuelo), Barbieri estudió clarinete, canto y composición en el Conservatorio de Madrid, en el que tuvo como maestro a Ramón Carnicer. Al finalizar sus estudios realizó diversas tareas, desde copista hasta maestro de coro, al tiempo que intentaba dar a conocer sus primeras composiciones, entre ellas la ópera italiana Il buontempone (1847).

Las dificultades para estrenarla hizo que centrara su interés en la zarzuela, a cuya recuperación contribuyó después de más de un siglo de olvido. En 1850 debutó en este género con Gloria y peluca, a la que siguieron Jugar con fuego (1851), Los diamantes de la corona (1854), Pan y toros (1864) y El barberillo de Lavapiés (1874), su obra maestra.

Su aportación en este campo se circunscribe a los intentos por parte de diversos compositores de dotar a España de un teatro musical propio que acabara con la primacía de la ópera italiana. Para ello, Barbieri buscó su inspiración en las melodías y los ritmos del pueblo, a pesar de que sus obras no pudieron desprenderse de cierta influencia italiana.

DOCUMENTOS:

Discurso

Partituras

El barberillo de lavapies

Exposicion Biblioteca Nacional

El marques de Caravaca

12_barbieri

Barbieri –Pan y toros

Don quijote de Barbieri

Epistolario y documentos

tres sainetes

Villancicos Sor Juana

vilan

ASUNCIÓN, 1676

Villancicos que se cantaron en la Santa Iglesia Metropolitana de Méjico, en honor de María Santísima Madre de Dios, en su Asunción triunfante, año de 1676, en que se imprimieron.

PRIMERO NOCTURNO

VILLANCICO I

  VENGAN A VER UNA APUESTA,
  vengan, vengan, vengan,
  que hacen por Cristo y María
  el Cielo y la Tierra.
  ¡Vengan, vengan, vengan!
Coplas
  El Cielo y Tierra este día
  compiten entre los dos:
  ella, porque bajó Dios,
  y él, porque sube María.
10 Cada cual en su porfía,
  no hay modo de que se avengan.
  —¡Vengan, vengan, vengan!
  Dice el Cielo: —Yo he de dar
  posada de más placer:
  pues Dios vino a padecer,
  María sube a triunfar;
  y así es bien, que a tu pesar
  mis fueros se me mantengan.
  —¡Vengan, vengan, vengan!
20 La Tierra dice: —Recelo
  que fue más bella la mía,
  pues el Vientre de María
  es mucho mejor que el Cielo;
  y así es bien que en Cielo y suelo
  por más dichosa me tengan.
  —¡Vengan, vengan, vengan!
  —Injustas son tus querellas,
  pues a coronar te inclinas
  a Cristo con tus Espinas,
30 yo a María con Estrellas
  (dice el Cielo); y las más bellas
  di, que sus sienes obtengan.
  —¡Vengan, vengan, vengan!
  La Tierra dice: —Pues más
  el mismo Cristo estimó
  la Carne que en mí tomó,
  que la Gloria que tú das;
  y así no esperes jamás
  que mis triunfos se retengan.
40 —¡Vengan, vengan, vengan!
  —Al fin vienen a cesar,
  porque entre tanta alegría,
  pone, al subir, paz María,
  como su Hijo al bajar;
  que en gloria tan singular,
  es bien todos se convengan.
  —¡Vengan, vengan, vengan!

VILLANCICO II

  ILLA QUAE DOMINUM CAELI
  gestasse in utero, digna,
  et Verbum divinum est
  mirabiliter enixa:
  cuius Ubera Puello
  lac dedere benedicta,
  et vox conciliavit somnum
  Davidica dulcior lyra:
  Quae subiectum habuit Illum
10 materna sub disciplina,
  Caeli quem trementes horrent
  dum fulmina iratus vibrat:
  Cui virgineum pedem gaudet
  Luna osculari submissa,
  quaeque Stellis coronatur
  fulgore Solis amicta,
  magna stipante caterva
  ex Angelorum militia,
  victrix in Caelum ascendit,
20 ubi per saecula vivat.
  Custodes portarum timent,
  ut ingrediatur Maria,
  ne cardinibus evulsis,
  totum Caelum porta fiat.
  Ascendit Caelos, et Caelos
  luce vestit peregrina,
  atque deliciarum loco
  ignotas infert delicias.
  Innixa super dilectum
30 Caelestem Thalamum intrat,
  ubi summam potestatem
  habet a Deitate Trina.
  Ad dexteram Filii sedet,
  et ut Caelorum Regina
  tota coronatur Gloria,
  et Gloriam coronat Ipsa.
  Vident Superi ascendentem,
  et admirantium ad instar,
  ad instar concelebrantium,
40 alterna quaerunt laetitia:
Estribillo
  —¿Quae est Ista? ¿Quae est Ista,
  quae de deserto ascendit sicut virga,
  Stellis, Sole, Luna pulchior? —Maria!

VILLANCICO III

  LA SOBERANA DOCTORA
  de las Escuelas divinas,
  de que los Ángeles todos
  deprenden sabiduría,
  por ser quien inteligencia
  mejor de Dios participa,
  a leer la suprema sube
  Cátedra de Teología.
  Por Primaria de las ciencias
10 es justo que esté aplaudida,
  quien de todas las criaturas
  se llevó la primacía.
  Ninguno de Charitate
  estudió con más fatiga,
  y la materia de Gratia
  supo aun antes de nacida.
  Después la de Incarnatione
  pudo estudiar en sí misma,
  con que en la de Trinitate
20 alcanzó mayor noticia.
  Los soberanos Cursantes
  que las letras ejercitan
  y de la Sagrada Ciencia
  los secretos investigan,
  con los Espíritus puros
  que el eterno Solio habitan
  (e Inteligencias sutiles,
  Ciencia de Dios se apellidan),
  todos la votan iguales,
30 y con amantes caricias,
  le celebran la victoria
  y el triunfo le solemnizan.
Estribillo
Y con alegres voces de aclamación festiva,
hinchen las raridades del aire de alegrías,
y sólo se percibe en la confusa grita:
— ¡Vítor, vítor, vítor, vítor María,
a pesar del Infierno y de su envidia!
¡Vítor, vítor, vítor, vítor María!

SEGUNDO NOCTURNO

VILLANCICO IV

  ¡SILENCIO, ATENCIÓN,
  que canta María!
  Escuchen, atiendan,
  que a su voz Divina,
  los vientos se paran
  y el Cielo se inclina.
  Silencio, &.
Coplas
  Hoy la Maestra Divina,
  de la Capilla Suprema
  hace ostentación lucida
10 de su sin igual destreza:
  Desde el ut del Ecce ancilla,
  por ser el más bajo empieza,
  y subiendo más que el Sol
  al la de Exaltata llega.
  Propriedad es de natura
  que entre Dios y el hombre media,
  y del Cielo el be cuadrado
  junta al be mol de la tierra.
  Be-fa-be-mi, que juntando
20 diversas Naturalezas,
  unió el mi de la Divina
  al bajo fa de la nuestra.
  En especies musicales
  tiene tanta inteligencia,
  que el contrapunto de Dios
  dio en ella la más Perfecta.
  No al compasillo del mundo
  errado, la voz sujeta,
  sino a la proporción alta
30 del compás Ternario atenta.
  Las Cantatrices antiguas,
  las Judiques, las Rebecas,
  figuras mínimas son,
  que esta Máxima nos muestran.
  Dividir las cismas sabe
  en tal cuantidad, que en Ella
  no hay semitono incantable,
  porque ninguno disuena.
  Y así, del género halló
40 armónico la cadencia
  que, por estar destemplada,
  perdió la Naturaleza.
  Si del mundo el frigio modo
  de Dios la cólera altera,
  blandamente con el dorio
  las Divinas iras templa.
  Música mejor que Orfeo
  (como Ildefonso exagera)
  hoy suspendió del Abismo
50 las infatigables penas.
  Por los signos de los Astros
  la voz entonada suena,
  y los Angélicos Coros
  el contrabajo le llevan.
  La Iglesia también, festiva,
  de acompañarla se precia,
  y con sonoras Octavas
  el sagrado son aumenta.
  Con cláusula, pues, final,
60 sube a la mayor alteza,
  a gozar de la Tritona
  las consonancias eternas.

VILLANCICO V

  AQUELLA ZAGALA
  del mirar sereno,
  hechizo del soto
  y envidia del Cielo:
  la que al Mayoral
  de la cumbre, excelso,
  hirió con un ojo,
  prendió en un cabello:
  a quien su Querido
10 le fue mirra un tiempo,
  dándole morada
  sus cándidos pechos:
  la que en rico adorno
  tiene, por aseo,
  cedrina la casa
  y florido el lecho:
  la que se alababa
  que el color moreno
  se lo iluminaron
20 los rayos Febeos:
  la por quien su Esposo
  con galán desvelo
  pasaba los valles,
  saltaba los cerros:
  la del hablar dulce,
  cuyos labios bellos
  destilan panales,
  leche y miel vertiendo:
  la que preguntaba
30 con amante anhelo
  dónde de su Esposo
  pacen los corderos:
  a quien su Querido,
  liberal y tierno,
  del Líbano llama
  con dulces requiebros,
  por gozar los brazos
  de su amante Dueño,
  trueca el valle humilde
40 por el Monte excelso.
  Los pastores sacros
  del Olimpo eterno,
  la gala le cantan
  con dulces acentos;
  pero los del valle,
  su fuga siguiendo
  dicen presurosos
en confusos ecos:
Estribillo
  ¡Al Monte, al Monte, a la Cumbre
50 corred, volad, Zagales,
  que se nos va María por los aires!
  ¡Corred, corred, volad aprisa, aprisa,
  que nos lleva robadas las almas y las vidas,
  y llevando en sí misma nuestra riqueza,
  nos deja sin tesoros el Aldea!

VILLANCICO VI.—JÁCARA

Estribillo
  ¡APARTEN! ¿CÓMO, A QUIÉN DIGO?
  ¡Fuera, fuera! ¡Plaza, plaza,
  que va la Jacarandina
  como que No, sino al Alba!
  —¡Vaya de jacaranda, vaya, vaya,
  que si corre María con leves plantas,
  un corrido es lo mismo que una jácara!
Coplas
  ¡Allá va, fuera, que sale
  la Valiente de aventuras,
10 Deshacedora de tuertos,
  Destrozadora de injurias!
  Lleva de rayos del Sol
  resplandeciente armadura,
  de las Estrellas el yelmo,
  los botines de la Luna;
  y en un escudo luciente
  con que al Infierno deslumbra,
  un monte con letras de oro
  en que dice: Tota Pulchra.
20 La celebrada de hermosa
  y temida por sañuda,
  Bradamante en valentía,
  Angélica en hermosura;
  la que si desprende al aire
  la siempre madeja rubia,
  tantos Roldanes la cercan
  cuantos cabellos la inundan;
  la que deshizo el encanto
  de aquella Serpiente astuta,
30 que con un conjuro a todos
  nos puso servil coyunda;
  la que venga los agravios,
  y anula leyes injustas,
  asilo de los pupilos,
  y amparo de las vïudas;
  la que libertó los presos
  de la Cárcel donde nunca,
  a no intervenir su aliento,
  esperaran la soltura;
40 la de quien tiembla el Infierno
  si su nombre se pronuncia,
  y dicen que las vigilias
  los mismos Reyes le ayunan;
  la que nos parió un León
  con cuya rugiente furia
  al Dragón encantador
  puso en vergonzosa fuga;
  la más bizarra Guerrera
  que, entre la alentada turba,
50 sirviendo al Imperio sacro
  mereció corona augusta;
  la Paladina famosa
  que con esfuerzo e industria
  conquistó la Tierra Santa,
  donde para siempre triunfa:
  Ésta, pues, que a puntapiés
  no hay demonio que la sufra,
  pues en mirando sus plantas,
  le vuelve las herraduras,
60 coronada de blasones
  y de hazañas que la ilustran,
  por no caber ya en la tierra,
  del mundo se nos afufa,
  y Andante de las Esferas,
  en una nueva aventura,
  halla el Tesoro Escondido
  que tantos andantes buscan,
  donde, con cierta virtud
  que la favorece oculta,
70 de vivir eternamente
  tiene manera segura.
  ¡Vaya muy en hora buena,
  que será cosa muy justa,
  que no muera como todas
  quien vivió como ninguna!

TERCERO NOCTURNO

VILLANCICO VII

Estribillo
  LA RETÓRICA NUEVA
  escuchad, Cursantes,
  que con su vista sola persüade,
  y en su mirar luciente
  tiene cifrado todo lo elocuente,
  pues robando de todos las antenciones,
  con Demóstenes mira y Cicerones.
  1. —QUINTILLAS
  Para quien quisiere oír
  o aprender a bien hablar,
10 y lo quiere conseguir,
  María sabe enseñar
  el arte de bien decir.
  En enseñar ejercita
  la dulzura de su voz
  que a tiempos no se limita;
  que como su asunto es Dios,
  siempre es cuestión infinita.
  Su exordio fue Concepción
  libre de la infausta suerte;
20 su Vida la narración,
  la confirmación su Muerte,
  su epílogo la Asunción.
  De persuadir la eminencia
  lo Judicial lo pregona,
  pues rendido a su elocuencia
  el Juez Eterno, perdona
  cuando lo mueve a clemencia.
  Retórica se acredita
  con todos los que la ven,
30 y a deprender los incita;
  mas ¿qué mucho diga bien
  quien en todo fué Bendita?
  Hace de su perfección
  al silogismo galante
  segura proposición,
  y con su Asunción triunfante
  va a la eterna complexión.
  Si a los tropos la acomodo,
  ha ejercitado en el arte
40 el sinécdoque, de modo
  que eligió la mejor parte
  y la tomó por el Todo.
  Como Reina, es bien acete
  la antonomasia sagrada
  que como a tal le compete;
  y hoy, al Cielo trasladada,
  la metáfora comete.
  Siendo Virgen, ha nacido
  el Verbo, de ella humanado:
50 énfasis tan escondido
  y enigma tan intrincado,
  que sólo Dios lo ha entendido.
  Sus figuras peregrinas
  son las antiguas mejores
  que las figuras divinas;
  que en sus retóricas flores
  nunca se hallaron espinas.
  Tan lacónica introduce
  la persuasión, que acomoda
60 cuando elegante más luce,
  que su Retórica toda
  a sólo un Verbo reduce.
  En fin, por ser su oración
  en todo tan singular,
  hoy con muy justa razón
  al Cielo sube a gozar
  la eterna colocación.

VILLANCICO VIII.—ENSALADILLA

Introducción.—JURA
  A LA ACLAMACIÓN FESTIVA
  de la Jura de su Reina
  se juntó la Plebe humana
  con la Angélica Nobleza.
  Y como Reina es de todos,
  su Coronación celebran,
  y con majestad de voces
  dicen en canciones Regias:
Coplas.—REINA
  Ángeles y hombres, Señora,
10 os juramos, como veis,
  con que Vos os obliguéis
  a ser nuestra Protectora.
  Y os hacemos homenaje
  de las vidas; y así, Vos
  guardad los fueros que Dios
  le dio al humano linaje.
  Vos habéis de mantenernos
  en paz y justicia igual,
  y del contrario infernal
20 con aliento defendernos.
  Con esto, con reverencia,
  conformes en varios modos,
  por los Evangelios todos
  os juramos la obediencia.
Prosigue la Introducción
  No faltó en tanta grandeza,
  donde nada es bien que falte,
  quien con donaires y chistes
  tanta gloria festejase.
  Porque dos Negros, al ver
30 misterios tan admirables,
  Heráclito uno, la llora;
  Demócrito otro, la aplaude.

NEGRILLOS

 
  1. Cantemo, pilico,
  que se va las Reina,
  y dalemu turo
  una noche buena.
 
  1. Iguale yolale,
  Flacico, de pena,
  que nos deja ascula
40 a turo las Negla.
 
  1. Si las Cielo va
  y Dioso la lleva,
  ¿pala qué yolá,
  si Eya sa cuntenta?
  Sará muy galana,
  vitita ri tela,
  milando la Sole,
  pisando la Streya.
 
  1. Déjame yolá,
50 Flacico, pol Eya,
  que se va, y nosotlo
  la Oblaje nos deja.
 
  1. Caya, que sa siempre
  milando la Iglesia;
  mila las Pañola,
  que se quela plieta.
 
  1. Bien dici, Flacico:
  tura sa suspensa;
  si tú quiele, demo
60 unas cantaleta.
 
  1. ¡Nomble de mi Dioso,
  que sa cosa buena!
  Aola, Pilico,
  que nos mila atenta:
Estribillo
  —¡Ah, ah, ah,
  que la Reina se nos va!
  —¡Uh, uh, uh,
  que non blanca como tú,
  nin Pañó que no sa buena,
70 que Eya dici: So molena
  con las Sole que mirá!
  —¡Ah, ah, ah,
  que la Reina se nos va!
Prosigue la Introducción
  Los Mejicanos alegres
  también a su usanza salen,
  que en quien campa la lealtad
  bien es que el aplauso campe;
  y con las cláusulas tiernas
  del Mejicano lenguaje,
80 en un Tocotín sonoro
  dicen con voces süaves:

TOCOTÍN

  —Tla ya timohuica,
  totlazo Zuapilli,
  maca ammo, Tonantzin,
  titechmoilcahuíliz.
  Ma nel in Ilhuícac
  huel timomaquítiz,
  ¿amo nozo quenman
  timotlalnamíctiz?
90 In moayolque mochtin
  huel motilinizque;
  tlaca amo, tehuatzin
  ticmomatlaníliz.
  Ca mitztlacamati
  motlazo Piltzintli,
  mac tel, in tepampa
 
  Tlaca ammo quinequi,
  xicmoilnamiquili
100 ca monacayotzin
 
  Mochichihualayo
  oquimomitili,
  tla motemictía
  ihuan Tetepitzin.
  Ma mopampantzinco
  in moayolcatintin,
  in itla pohpoltin,
 
110 Totlatlácol mochtin
  tïololquiztizque;
  Ilhuícac tïazque,
  timitzittalizque:
  in campa cemícac
  timonemitíliz,
  cemícac mochíhuaz
  in monahuatiltzin.

Beethoven sonata n 30

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Beethoven Piano Sonata Op 109 No 30 en mi mayor por Anastasia Huppmann

Sonata n 30

Ludwig van Beethoven Piano Sonata Op 109 No. 30 en mi mayor es la antepenúltima de sus sonatas para piano. En él, después de la gran Sonata Hammerklavier, op. 106, Beethoven vuelve a una escala más pequeña y un personaje más íntimo. Está dedicado a Maximiliane Brentano, la hija del viejo amigo de Beethoven, Antonie Brentano, para quien Beethoven ya había compuesto el corto Piano Trio en B ♭ woO 39 en 1812. Musicalmente, el trabajo se caracteriza por un enfoque libre y original de la forma de sonata tradicional. Su enfoque es el tercer movimiento, un conjunto de variaciones que interpretan su tema en una amplia variedad de formas individuales. Eso ha sido muy especulado y filosofado sobre el carácter de las claves individuales. A menudo también se ha dudado de si las claves tienen algún significado. Pero es precisamente en las últimas tres sonatas para piano de Beethoven, que de alguna manera pueden considerarse como un resumen pianístico del mundo de las ideas de Beethoven, que la elección de las claves no es ciertamente una coincidencia, sino que es bien considerada. Esto se vuelve claro cuando uno recuerda el papel desempeñado por las teclas en la única ópera de Beethoven, Fidelio. C menor y Do mayor representan el mal y el bien, la tiranía y la libertad, la oscuridad y la luz, el infierno y el cielo. En la misma ópera, Fidelio, E mayor es la clave de Leonore, quien en la parte principal de su gran aria trepa al heroico pathos del amoroso sacrificio. La idea de la salvación a través del «eterno femenino» (Goethe) ciertamente también se refleja en el misterioso «amante inmortal» de Beethoven. En este contexto, no puede ser una coincidencia que la Beethoven Sonata op 109, dedicada a «Miss Maximiliana Brentano», esté en la tonalidad de E major. Uno de mis grandes maestros, Paul Badura-Skoda, dice sobre esta sonata: «La música es una mujer, una mujer es la música intencionada». – Quédate, eres demasiado hermosa, parece ser el mensaje secreto. La raíz E permanece en toda la sonata. Si la armonía perdura en largos tramos, entonces todo el amor y cuidado debe ser otorgado a las guirnaldas, el embellecimiento de la melodía. Tan cambiante como la valoración de la palabra belleza puede ser. En ninguna sonata, Beethoven extendió su cornucopia más rica. »

Muchos sienten que la Sonata para piano n. ° 30 (a menudo llamada simplemente Beethoven Sonata 109) es una de sus últimas grandes piezas. Escrito solo siete años antes de su muerte, este trabajo fue compuesto casi al mismo tiempo que la Missa Solemnis y su famosa Novena Sinfonía. Sin embargo, el Beethoven 109 se ve como muy diferente en comparación con sus sonatas anteriores debido a sus atributos armónicos únicos. Vale la pena señalar que esta pieza fue creada siguiendo el Hammerklavier (opus 106). Él era muy consciente de la gravedad de su pérdida auditiva en ese momento y ya había sufrido muchos trastornos emocionales. Entonces, yo personalmente … ¿QUIERO LEER MÁS? … aquí está el artículo http://www.anastasiahuppmann.com/beet…