Bach: Obras p Guitarra

J.S. Bach: Suites for Guitar

Streaming & Downloads : https://brilliant-classics.lnk.to/Sui… More information: https://www.brilliantclassics.com/art… Brillant Classics Spotify: https://brilliant-classics.lnk.to/Spo… Facebook page: https://www.facebook.com/brilliantcla… Composer: Johann Sebastian Bach Artist: Luigi Attademo (guitar) J.S. Bach composed no original works for guitar, and although several compositions for lute have been attributed to him, his interest in this expressive instrument appears to have been rather limited, possibly because his mastery and knowledge of it was less extensive than of other instruments, such as the violin and keyboard. However, the 20th century still witnessed an increasing interest in the possibility of performing Bach’s music on the guitar. It was in the late 1920s that Andrés Segovia recorded the Courante of the 3rd Cello Suite, and he followed this with the Chaconne from the Partita No.2 for solo violin, later recording the entire work. Julian Bream and Narciso Yepes also made recordings on the guitar of Bach’s music, but it was John Williams who eventually recorded the complete works for lute. These discs focus particularly on Bach’s Suites for lute – including BWV996, now attributed to his pupil J.L. Krebs. Also included is the complete Partita No.2 for solo violin. To ensure that questions of interpretation were considered thoroughly, these recordings were made following extensive study of 18th century performance practice, as well as secondary sources that discuss how Bach’s music was originally played. 00:00:00 Suite, BWV 996 in E Minor: I. Preludio: Passaggio – Presto 00:02:57 Suite, BWV 996 in E Minor: II. Allemande 00:06:47 Suite, BWV 996 in E Minor: III. Courante 00:09:19 Suite, BWV 996 in E Minor: IV. Sarabande 00:13:31 Suite, BWV 996 in E Minor: V. Bourée 00:14:42 Suite, BWV 996 in E Minor: VI. Giga 00:17:32 Suite, BWV 1006 in E: I. Präludium 00:21:40 Suite, BWV 1006 in E: II. Loure 00:25:10 Suite, BWV 1006 in E: III. Gavotte en Rondeaux 00:28:12 Suite, BWV 1006 in E: IV. Menuett I 00:29:28 Suite, BWV 1006 in E: V. Menuett II 00:31:38 Suite, BWV 1006 in E: VI. Bourée 00:33:12 Suite, BWV 1006 in E: VII. Gigue 00:35:07 Partita, BWV 1004 in D Minor: I. Allemanda 00:42:10 Partita, BWV 1004 in D Minor: II. Corrente 00:44:58 Partita, BWV 1004 in D Minor: III. Sarabanda 00:49:14 Partita, BWV 1004 in D Minor: IV. Giga 00:53:46 Partita, BWV 1004 in D Minor: V. Ciaccona 01:08:07 Suite, BWV 995 in A Minor: I. Prelude 01:13:26 Suite, BWV 995 in A Minor: II. Allemande 01:20:10 Suite, BWV 995 in A Minor: III. Courante 01:22:43 Suite, BWV 995 in A Minor: IV. Sarabande 01:26:46 Suite, BWV 995 in A Minor: V. Gavotte I 01:28:54 Suite, BWV 995 in A Minor: VI. Gavotte II en Rondeaux 01:31:14 Suite, BWV 995 in A Minor: VII. Gigue 01:33:22 Suite, BWV 997 in A Minor: I. Prelude 01:36:46 Suite, BWV 997 in A Minor: II. Fuga 01:44:51 Suite, BWV 997 in A Minor: III. Sarabande 01:50:04 Suite, BWV 997 in A Minor: IV. Giga 01:52:57 Suite, BWV 997 in A Minor: V. Double 01:55:48 Suite, BWV 998 in D: I. Prelude 01:58:34 Suite, BWV 998 in D: II. Fuga 02:03:50 Suite, BWV 998 in D: III. Allegro 02:07:23 Prelude for lute, BWV 999 in D Minor 02:09:05 Fugue, BWV 1000 in A Minor

Andres Segovia y Bach:

Su gira por América del Sur en 1919 causó sensación, al igual que sus debut en París (1924), Moscú (1926) y Nueva York (1928), dónde sorprendió a la audiencia con su técnica y su habilidad musical. A le vez que viajaba, tanto él como la guitarra incrementaron su popularidad. Compositores como Heitor Villa-Lobos empezaron a componer piezas originales específicamente para el instrumento. Con sus texturas de oscuridad y melancolía de disonancia y frases de chelo, las composiciones de Villa-Lobos en particular parecían acomodarse a la guitarra perfectamente. Por petición suya han escrito obras para guitarra y orquesta los maestros Rodrigo, Ponce entre otros.

Segovia también transcribió trabajos originalmente escritos para otros instrumentos, incluyendo muchos de ellos de Johann Sebastian Bach. De hecho su trascripción del chaconne de Bach, el cual es uno de los más famosos y más difíciles para dominar, hacia parecer que el compositor había pretendido que fuera tocada por una guitarra en vez de un violín.

Segovia se extendió más allá simplemente de ser establecido por si mismo como virtuoso. «Desde mis años de joven», escribió, «soñaba elevar a la guitarra de su triste nivel artístico en el que estaba. Desde entonces, he dedicado mi vida a cuatro esenciales tareas. La primera: separar la guitarra del prototipo de entretenimiento tradicional. Mi segundo propósito: dar a conocer la belleza de la guitarra al público del mundo entero. La tercera tarea: influenciar a las autoridades de conservatorios, academias, y universidades para que incluyeran a la guitarra en sus programas de enseñanza a la par con los de violín, chelo, piano, etc. Y mi cuarto objeto de labor: proveer un repertorio de alta calidad, construido por trabajos poseídos de un alto valor musical, de las plumas de compositores acostumbrados a escribir para orquestas, piano y violín».

Biblioteca: los mosquitos

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Winegard Timothy C – El Mosquito

Un libro  para comprar. Ilumina muchos hechos de la historia y de la historia dela enfermedad…


LA HISTORIA DE LA LUCHA DE LA HUMANIDAD CONTRA SU DEPREDADOR MÁS LETAL
Un libro pionero que muestra cómo, durante miles de años, el mosquito ha sido la fuerza determinante de nuestro destino.
La guerra contra el mosquito es la historia de nuestro mundo.
A través de los tiempos, desde nuestra evolución como homínidos en África hasta el presente, hemos estado atrapados en una lucha a vida o muerte contra el mosquito. Pero en esa guerra por la supervivencia no tuvimos opción. Gracias a sus adaptaciones evolutivas, nuestro obstinado y mortal archienemigo burló los intentos de exterminarlo y continuó alimentando su reinado del terror, aún invicto. Transformó impunemente la historia a través de numerosas enfermedades, y hoy sigue siendo el mayor destructor de mundos y el primer y más distinguido asesino global de la humanidad.

(Extractos del prologo)

Estamos en guerra con el mosquito.

Un revoloteador e incontenible ejército de 110 billones de mosquitos enemigos patrulla cada centímetro del globo excepto la Antártida, Islandia, las Seychelles y un puñado de islas de la Polinesia Francesa. Las hembras guerreras de esta zumbadora población insectil están provistas de al menos quince armas biológicas letales y debilitadoras que usan contra 7.700 millones de humanos, cuyos mecanismos defensivos resultan dudosos y a menudo perjudiciales para ellos mismos. Efectivamente, nuestro presupuesto de defensa para escudos personales, aerosoles y otros sistemas disuasorios contra los ataques implacables de los mosquitos aumenta rápidamente, y tiene un coste anual de 11.000 millones de dólares. Y, a pesar de ello, sus letales campañas ofensivas y sus crímenes contra la humanidad continúan con un desenfreno temerario. Aunque nuestros contraataques reducen el número de bajas que causan los mosquitos cada año, estos siguen siendo los cazadores de seres humanos más mortíferos del planeta. El año pasado exterminaron solo a 830.000 personas. Nosotros, Homo sapiens sensatos y sabios, ocupamos el segundo lugar de la clasificación, pues matamos a 580.000 individuos de nuestra propia especie.
. Desde el año 2000, los mosquitos han causado un promedio anual de muertes a los humanos que ronda los dos millones. Nosotros nos situamos en un distante segundo puesto tras ellos, pues hemos causado 475.000 muertes, seguidos por las serpientes (50.000 muertes), los perros y los tábanos (25.000 muertes cada uno), la mosca tse-tsé y la chinche asesina (10.000 muertes cada una). Los feroces homicidas legendarios y los que Hollywood ha hecho célebres aparecen mucho más abajo en nuestra lista. Los cocodrilos se hallan en el décimo lugar, con 1.000 muertes anuales. Detrás aparecen los hipopótamos, con 500 muertes, y los elefantes y los leones, con 100 muertes cada uno. Tiburones y lobos, muy denostados, comparten el puesto decimoquinto y matan de promedio a diez personas al año.
Los mosquitos han matado a más gente que todas las demás causas de muerte en la historia de la humanidad. Según la extrapolación estadística, los mosquitos han provocado la muerte de cerca de la mitad de todos los seres humanos que han vivido. En números redondos, los mosquitos han eliminado a unos 52.000 millones de personas de un total de 108.000 millones a lo largo de nuestra relativamente breve existencia durante 200.000 años.
Sin embargo, los mosquitos por sí solos no hacen daño a nadie. Son las enfermedades que transmiten, tóxicas y muy evolucionadas, lo que causa un aluvión infinito de desolación y muerte. No obstante, sin los mosquitos estos siniestros patógenos no podrían ser transferidos o transmitidos a los humanos ni continuar su contagio cíclico. En realidad, sin los mosquitos estas enfermedades sencillamente no existirían. Unas no son posibles sin los otros. Los perversos mosquitos, que tienen un tamaño y un peso parecidos a los de una pepita de uva, serían tan inocuos como las hormigas comunes y las moscas domésticas, y el lector no estaría leyendo este libro. …
Los mosquitos y sus enfermedades —que han acompañado a mercaderes, viajeros, soldados y colonos por todo el mundo—, han sido mucho más letales que cualquier arma o invento creado por el hombre. El mosquito ha tendido emboscadas a la humanidad con verdadera furia desde tiempo inmemorial y ha dejado su marca indeleble en el orden mundial moderno.
Durante nuestra belicosa existencia, las enfermedades transmitidas por los mosquitos fueron activos asesinos y pesadas cargas en los campos de batalla.
Nuestro sistema inmune está ajustado con precisión al ambiente concreto en el que vivimos. La curiosidad, la codicia, la invención, la arrogancia y la desaforada agresividad de los hombres arrojan gérmenes al torbellino global de los acontecimientos históricos. Los mosquitos no respetan las fronteras internacionales, ni con muros ni sin ellos….
El mosquito sigue siendo el destructor de mundos y el asesino de la humanidad más preeminente y globalmente distinguido.
Nuestra guerra contra el mosquito es la guerra de nuestro mundo.

 

pintores: Bolomey

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Benjamin Samuel Bolomey ( Lausana , 19 de mayo de 1739 – Lausana, 19 de diciembre de 1819) fue un pintor suizo. Hijo de François Louis Bolomay y Pernette Mercier, se formó con  François Boucher en París, en una ciudad donde vivió entre los años 1751 y 1762. Después se trasladó a La Haya donde entró como miembro del Gremio de Pintores y donde a partir de 1777 fue director de la Academia de Bellas Artes . También durante su estancia en Holanda fue pintor de la corte de Willem V en una época en que se especializó en la realización de retratos. En 1791 volvió a Lausana donde entró como miembro del  Grand Conseil du canton de Vaud. Benjamin Bolomey murió en Lausana en diciembre de 1819.

OBRAS