Villancicos 8 Sor Juana

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CONCEPCIÓN, 1689

Villancicos que se cantaron en la S. I. Catedral de la Puebla de los Ángeles, en los Maitines solemnes de la Purísima Concepción de Nuestra Señora, este año de 1689.

PRIMERO NOCTURNO

VILLANCICO I

Estribillo
¡OIGAN UN MISTERIO, QUE
aunque no es de fe, se cree!
—Verdad es, en mi conciencia:
que para mí, es evidencia,
y la evidencia no es Fe.
Coplas
Si para Madre querida
fue María preservada,
luego antes de ser crïada
estaba ya prevenida.
10 Pues si la razón vencida
está, ¿qué en creerlo haré?
Tropa:—¿Si la evidencia no es Fe?
Madre de Dios, y pecado,
es cosa tan repugnante,
que aun para el más ignorante
queda el Misterio aclarado.
Pues si miro lo implicado,
¿por qué otra cosa diré?
Tropa:—¿Si la evidencia no es Fe?
20 En no pensar lo contrario,
no tengo merecimiento,
que asiente mi entendimiento
aquí, como necesario;
y en aquesto nunca vario,
que sois Pura pensaré.
Tropa:—Que la evidencia no es Fe.
Dios a los padres mandó
honrar; y pues sois, María,
su Madre, ¿por qué no haría
30 con Vos lo que decretó
a los demás? Y así yo
en esta fe moriré.
Tropa:—Que la evidencia no es Fe.

VILLANCICO II

Coplas
DICE EL GÉNESIS SAGRADO,
que fue la creación del Hombre
la perfección de los Cielos
y el complemento del Orbe.
Luego, pecando él, por fuerza
todo el universal orden,
aunque en las partes perfecto,
quedó, cuanto al todo, informe.
Mas preservando a María
10 de los comunes horrores,
Dios en Ella restituye
al Orbe sus perfecciones.
El todo del Universo,
que fue imperfecto hasta entonces,
por su último complemento
su Pureza reconoce.
Estribillo
Pues ya que toda criatura
quedó deudora a María
de perfección y alegría,
20 del ornato y hermosura,
canten su Concepción pura,
pues la perfección encierra
  1. —del Hombre,
  1. —del Ángel,
  1. —del Cielo
  1. —y la Tierra.
Tropa:—¡Celébrenla con anhelo
  1. —el Ángel,
  1. —el Hombre,
  1. —la Tierra
  1. —y el Cielo!

VILLANCICO III

Coplas
1.—LA MATERNIDAD SACRA
es en María
prueba de que sin mancha
fue Concebida.
  1. —La Concepción es, de eso,
premisa clara,
pues para tanto sólo
fue Preservada.
  1. —¿Quién la ve de Dios Madre,
10 que no discurra
que de quien la Luz nace,
nunca fue obscura?
2.—¿Quién la ve Preservada,
que no adelante
que es tanto privilegio
para ser Madre?
  1. —¿Quién la mira en su Solio,
que no conozca
que nunca fue pechera
20 tan gran Señora?
  1. —¿Quién, en sus Privilegios,
hay que no advierta,
que no son arras, menos
que para Reina?
Estribillo
  1. —Luego a la Preservación
prueba la Maternidad.
  1. —Luego es, de esa Dignidad,
premisa la Concepción.
1 y 2.—La ilación
30 de uno y otro hemos sacado,
y aun convertibles mostrado,
porque a dos sentidos cuadre:
  1. —¿Sin pecado? ¡Luego Madre!
  1. —¿Madre? ¡Luego sin pecado!

SEGUNDO NOCTURNO

VILLANCICO IV

Estribillo
¡OIGAN QUÉ COSA Y COSA,
que decir quiero
un Privilegio que es
y no es Privilegio!
Coplas
No es Privilegio de gracia
la Concepción de María:
porque habiendo de ser Madre,
se hizo la gracia justicia.
Propio interés fue de Dios
10 ser sin mancha Concebida
porque ¿a quién le importó más
el nacer de Madre limpia?
La merced fue el escogerla;
pero una vez ya elegida,
era pundonor de Dios
ennoblecer su Familia.
Quien la hizo Virgen y Madre,
¿por qué también no la haría
Hija de Adán y sin mancha,
20 pues no es mayor maravilla?
Que en Adán pecaron todos,
es verdad; mas no podía
en la ley de los esclavos
ser la Reina comprendida.
La soberana exención
de los Reyes, no se alista
en el padrón ordinario
que a los pecheros obliga.

VILLANCICO V

Estribillo
¡UN INSTANTE ME ESCUCHEN,
que cantar quiero
un Instante que estuvo
fuera del tiempo!
Coplas
Escúchenme mientras cante,
que poco habrá que sufrir,
pues lo que quiero decir
es solamente un Instante.
Un Instante es, de verdad,
10 pero tan Privilegiado,
que fue un Instante cuidado
de toda la Eternidad.
Dios, que con un acto puro
mira todo lo crïado,
del infinito pasado
al infinito futuro,
determinó su Poder,
que todo lo considera,
prevenir lo que no era
20 para lo que había de ser.
Para su Madre amorosa
a María destinó,
y ab aeterno la miró
siempre Limpia y siempre Hermosa.
Pues en tanta dignidad,
¿cómo cabe que se diga
que fue un instante Enemiga
y Madre una eternidad?
Que siendo siempre María
30 de toda mancha desnuda,
no cupo en su ser la duda,
sino en nuestra grosería.
Que como nube que a Apolo
esconde el claro arrebol,
no es obstáculo del Sol,
sino de la vista sólo,
así aquella disonancia
que el Punto controvertía,
no fue tiniebla en María,
40 sino de nuestra ignorancia.
Y así afirmará mi voz
que siempre fue Limpia, pues
debemos pensar que es
todo lo que no es ser Dios.

VILLANCICO VI

Coplas
CIELO ES MARÍA MÁS BELLO,
Sol de luz indefectible,
Luna que está siempre llena,
Estrella que el alma sigue:
¡Cielo, Sol, Luna y Estrellas,
todos su belleza admiren!
Venus su belleza adorne,
Cintia los bosques fatigue,
Palas las lides aliente,
10 Flora las flores cultive:
¡Venus, Cintia, Palas, Flora,
todas su beldad envidien!
Judith a Holofernes venza,
Esther a Asuero mitigue,
Raquel a su Jacob prenda,
Sara a su marido libre:
¡Judith, Esther, Raquel, Sara,
sólo en vislumbres la pinten!
El Agua pula cristales,
20 la Tierra ostente matices,
el Viento soplos aliente,
el Fuego luces avive:
¡Agua, Tierra, Viento y Fuego,
todo a sus plantas se rinde!
Estribillo
¡Que en el Punto primero
que se concibe,
como es de todo Dueño,
todo le sirve!

TERCERO NOCTURNO

VILLANCICO VII

Estribillo
MORENICA LA ESPOSA ESTÁ,
porque el Sol en el rostro le da.
Coplas
Aunque en el negro arrebol
Negra la Esposa se nombra,
no es porque ella tiene sombra,
sino porque le da el Sol
de su Pureza el crisol,
que el Sol nunca se le va.
—¡Morenica la Esposa está! &
Comparada la luz pura
10 de uno y otro, entre los dos,
ante el claro Sol de Dios
es morena la Criatura;
pero se añade hermosura
mientras más se acerca allá.
—¡Morenica la Esposa está! &
Del Sol, que siempre la baña,
está abrasada la Esposa;
y tanto está más hermosa
cuanto más de Él se acompaña:
nunca su Pureza empaña,
20 porque nunca el Sol se va.
—¡Morenica la Esposa está! &
No de la culpa el horror
hacer pudo efecto tal,
pues Ella da la causal
de su encendido color,
añadiendo, por primor,
que eso más gracia le da.
—¡Morenica la Esposa está! &
Negra se confiesa; pero
dice que esa negregura
le da mayor hermosura:
30 pues en el Albor primero,
es de la Gracia el Lucero
el primer paso que da.
—¡Morenica la Esposa está! &
Contexto es, y no pequeño,
que, cuanto más se humillaba,
se confesó por Esclava;
pero expresó de qué Dueño,
protestando el desempeño
de que libre de otro está.
—¡Morenica la Esposa está, &
40 porque el Sol en el rostro le da!

VILLANCICO VIII.—ENSALADA

Introducción
SIENDO DE ÁNGELES LA PUEBLA
en el título y el todo,
no pudo menos que ser
de Ángeles también el coro:
que después de haber cantado
tan dulces y tan sonoros,
que sólo la competencia
fue admitida de unos a otros,
en una Jacarandina
10 quiso, cantando uno solo,
aliviar con lo ligero
la gravedad de los tonos.

JÁCARA

¡Allá va, fuera, que sale
aquel divino Portento,
en quien de su poder sumo
quiso Dios echar el resto!
La Prevenida al principio,
la Preservada ab aeterno,
en quien no tuvo poder
20 la ley que fue dada en tiempo.
A quien los Astros más nobles
como oficiales plebeyos,
el Sol le sirve de sastre,
la Luna de zapatero.
La que, queriendo acecharla
el fiero Dragón soberbio,
de un puntapié le dejó
todos los cascos abiertos.
La que no le costó el triunfo
30 afán, cuidado ni anhelo,
pues en un Instante solo
logró todo el vencimiento.
La que en el Siglo de Oro
se concibió, pues es cierto
que, al tiempo de concebirse,
no hubo un instante de hierro.
La que su Nobleza toda
explica en su Nombre mesmo,
pues se lleva en él María
40 el Deus ex genere meo.
Redimida como todos,
cuanto al infinito precio;
pero cuanto al modo, no,
porque fue con más supremo:
pues fue la Pasión de Cristo
que redimió al Universo,
para Ella, preservativo,
para los demás, remedio.
Que el Médico soberano,
50 por singular privilegio,
antes que llegara el daño
le aplicó el medicamento:
pues al infundir el Alma
a su purísimo Cuerpo,
la Gracia santificante
tuvo prevenido el medio;
Con que, en prioridad ninguna
ni instante real de tiempo,
pudo en ella haber vestigio
60 de pecado, ni por pienso.
Éste siempre mi sentir
ha sido y será, y protesto
que nunca diré otra cosa,
¡y voto a Dios, que lo creo!
Prosigue la Introducción
Otro, que ya desahogaba
la gravedad de la solfa,
viéndose ya sin golilla,
echó por esa Valona.

GLOSAS

Dadle licencia, Señora,
70 a mi voz desentonada,
que no os cansaréis de oírme,
pues Vos siempre estáis de Gracia.
Dizque los doctos de allá
Claridad de Dios os llaman,
y de Ángeles: ¡pues, Señora,
Vos debéis de ser Poblana!
Yo os comparara, Señora,
con esta Sierra Nevada,
que aunque tiene cerca el humo
80 ella se está siempre blanca.
Pensó de tizne el Demonio
poderos echar la marca;
pero Vos ¿cómo pudierais
ser negra? ¡No, sino el Alba!
Prosigue la Introducción
Como oyeron a los otros
de la Capilla los Seises,
como cosa de muchachos
hicieron este juguete.
Juguetillo
Como entre espinas la Rosa,
90 como entre nubes la Luna,
única y como ninguna
luce la divina Esposa:
toda pura y toda hermosa,
púrpura y biso vestida;
Ciudad de Dios defendida,
Arca de su Testamento,
de la Trinidad Asiento,
Iris hermoso de paz:
¡y trescientas cosas más!
100 Como Lilio descollado
en el margen cristalino;
como Vaso de Oro fino,
de mil piedras adornado;
como Bálsamo quemado,
como Fuego reluciente,
como Apolo refulgente,
como Aroma de olor llena;
a quien no tocó la pena
que tuvieron los demás:
110 ¡y trescientas cosas más!
Como Varita olorosa
que asciende desde el desierto;
como bien vallado Huerto
de la Fruta más sabrosa;
como Palma victoriosa,
como Escuadrón ordenado,
como Pozo bien sellado,
como Fuente de agua viva;
como pacífica Oliva
120 que fue del mundo la paz:
¡y trescientas cosas más!
Trono de Dios Soberano,
Archivo de todo el bien,
Gloria de Jerusalén
y Alegría del cristiano
Esther que al género humano
de la miseria libró;
la Mujer que en Patmos vio
Juan, triunfante del Dragón;
130 el Trono de Salomón
y la Señal dada a Acaz:
¡y trescientas cosas más!

NAVIDAD, 1689

Villancicos que se cantaron en la S. I. Catedral de la Puebla de los Ángeles, en los Maitines solemnes del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, este año de 1689.

PRIMERO NOCTURNO

VILLANCICO I

Introducción
POR CELEBRAR DEL INFANTE
el temporal Nacimiento,
los cuatro elementos vienen:
Agua, Tierra, y Aire y Fuego.
Con razón, pues se compone
la humanidad de su Cuerpo
de Agua, Fuego, Tierra y Aire,
limpia, puro, frágil, fresco.
En el Infante mejoran
10 sus calidades y centros,
pues les dan mejor esfera
Ojos, Pecho, Carne, Aliento.
A tanto favor rendidos,
en amorosos obsequios
buscan, sirven, quieren, aman,
prestos, finos, puros, tiernos.
Estribillo
Y todos concordes
se van a mi Dueño,
que Humanado le sirven
20 los cuatro elementos:
el Agua a sus Ojos,
el Aire a su Aliento,
la Tierra a sus Plantas,
el Fuego a su Pecho;
que de todos, el Niño
hoy hace un compuesto.
Coplas
1.—Pues está tiritando
Amor en el hielo,
y la escarcha y la nieve
30 me lo tienen preso,
¿quién le acude?
2.—¡El Agua!
3.—¡La Tierra!
4.—¡El Aire!
1.—¡No, sino el Fuego!
1.—Pues al Niño fatigan
sus penas y males,
y a sus ansias no dudo
que alientos le falten,
¿quién le acude?
2.—¡El Fuego!
3.—¡La Tierra!
4.—¡El Agua!
1.—¡No, sino el Aire!
1.—Pues el Niño amoroso
40 tan tierno se abrasa,
que respira en Volcanes
diluvios de llamas,
¿quién le acude?
2.—¡El Aire!
3.—¡El Fuego!
4.—¡La Tierra!
1.—¡No, sino el Agua!
1.—Si por la tierra el Niño
los Cielos hoy deja,
y no halla en qué descanse
su Cabeza en ella,
¿quién le acude?
2.—¡El Agua!
3.—¡El Fuego!
4.—¡El Aire!
50 1.—¡No, mas la Tierra!

VILLANCICO II

Estribillo
—AL NIÑO DIVINO QUE LLORA EN BELÉN,
¡déjen-le,
pues llorando mi mal, consigo mi bien!
1.—¡Déjen-lé,
que a lo Criollito yo le cantaré!
2.—¡Le, le,
que le, le, le!
Coplas
1.—Sed tiene de penas
Dios, y es bien le den
10 sus ojos el agua,
el barro mi ser:
¡déjen-lé!
2.—Dejen que el Sol llore;
pues aunque al nacer
también llora el Alba,
no llora tan bien:
¡déjen-lé,
que es el llanto del mal,
aurora del bien!
20 1.—¡Déjen-lé,
que a lo Criollito yo le cantaré! &
1.—Que mi llanto enjugue
su llanto, y que esté
Dios conmigo Humano,
yo enjuto con Él:
¡déjen-lé!
2.—Si es Piedra Imán Cristo,
y es tan al revés,
que al Imán un yerro
30 le pudo atraer,
¡déjen-lé,
que venir Dios a tierra,
levantarme es!
1.—¡Déjen-lé! &
1.—¡Que esté, cuando el tiempo
es crïado de Él,
a la ley sujeto
de un tiempo sin ley!
¡Déjen-lé!
40 2.—¡Que al ver Dios al hombre
tormenta correr,
baje Él, siendo en mares
de llanto, Bajel!
¡Déjen-lé,
que todo es Mar y Cielo
cuanto allí se ve!
1.—¡Déjen-lé! &.
1.—¡Que en pajiza cuna,
de su Luz dosel,
50 el Sol cuando nace
se venga a poner!
¡Déjen-lé!
2.—Si Dios por no herirme,
siendo recto Juez, Humano convierte
el rayo en laurel,
¡déjen-lé,
que llorando mi mal,
consigo mi bien!
60 1.—¡Déjen-lé,
que a lo Criollito yo le cantaré! &.

VILLANCICO III

Introducción
EL ALCALDE DE BELÉN
en la Noche Buena, viendo
que se puso el azul raso
como un negro terciopelo,
hasta ver nacer al Sol,
de faroles llena el pueblo,
y anuncia al Alba en su parto
un feliz alumbramiento.
Estribillo
1.—Oigan atentos;
10 y porque ninguno
se niegue al precepto,
el poner en Belén luminarias
lo lleva el Alcalde a sangre y a fuego.
2.—Oigan atentos,
y todos con luces
coronen el pueblo.
3.—Que con los faroles,
las calles son soles.
1.—Ninguno se esconda,
20 que empieza la ronda,
y al zagal que su luz no llevare
lo pone a la sombra.
Seguidillas Reales
1.—Sin farol se venía una Dueña,
guardando el semblante,
porque dice que es muy conocida
por las Navidades.
2.—En Belén los faroles no quiso
poner un Tudesco,
que en sus ojos llevaba linternas
30 con luz de sarmientos.
3.—Por estar sin farol, puso un Pobre
candil mal parado;
porque aunque es cosa fea, en efecto,
tiene garabato.
1.—Encontró con el Buey, y no pudo
llevarle la pena;
porque el Buey nunca sale de casa
sin sus dos linternas.
2.—Con farol encendido iba un Ciego,
40 diciendo con gracia:
¿Dónde está la Palabra nacida,
que no veo palabra?
3.—Viendo a un Sastre sin luz, el Alcalde
mandó, por justicia,
que cerilla y velilla encendiese,
y su candelilla.
1.—Un Poeta salió sin linterna,
por no tener blanca;
que aunque puede salir a encenderla,
50 no sale a pagarla.
2.—Del Doctor el farol apagóse,
al ir visitando;
por más señas, que no es el primero
que ha muerto en sus manos.
3.—Sin farol un Hipócrita estaba,
y díjole: Hermano,
mal parece que esté sin faroles
un cuerpo de Santo.
1.—En Belén sin faroles entraron,
60 a fin de que todos
tropezando en su dicha, en el Niño
diesen de ojos.

SEGUNDO NOCTURNO

VILLANCICO IV

Introducción
HOY, QUE EL MAYOR DE LOS REYES
llega del Mundo a las puertas,
a todos sus pretendientes
ha resuelto dar Audiencia.
Atended: porque hoy, a todos,
los memoriales decreta,
y a su Portal privilegios
concede de covachuela,
Estribillo
¡Venid, Mortales, venid a la Audiencia,
10 que hoy hace mercedes un Rey en la tierra,
y de sus decretos nadie se reserva!
Venid, pues consiste
el que logro tengan
vuestros memoriales,
en que hechos bien vengan.
Y hoy, que sus mayores
Validos le cercan, Josef y María,
la gracia está cierta.
20 Y pues no hay en el Mundo
quien no pretenda,
¡venid, Mortales, venid a la Audiencia! &.
Coplas
1.—Adán, Señor, que goza,
por labrador, indultos de Nobleza,
hoy se halla preso y pobre,
forjando de su yerro su cadena;
pide una espera,
pues el Mundo obligado
tiene a sus deudas.
30 2.—Atended al decreto que lleva:
En el Limbo por cárcel
quédese ahora,
que hoy del Cielo ha llegado
la mejor Flota.
3.—Moisés, que allá en un Monte
cursó de Leyes la mejor Escuela,
hallándose con Vara,
la Toga pide, que feliz espera:
porque en él vean,
40 que en vuestras Leyes sólo
su ascenso encierra.
2.—Atended al decreto que lleva:
Por de Alcalde de Corte
Su Vara quede,
pues a tantos Gitanos
condenó a muerte.
4.—Salomón, Señor, pide
del Consejo de Estado plaza entera,
pues sólo para esto
50 vuestro amor le adornó de tantas Ciencias;
con que hoy desea,
que en razones de Estado
su juicio crezca.
2.—Atended al decreto que lleva:
Hoy de Estado en la plaza
fuera nombrado,
si a salir acertara
de mal estado.
5.—Los Padres que en el Limbo
60 padecen la prisión de las tinieblas,
pues Príncipe ha nacido,
indulto piden que se les conceda,
para que tengan,
pues hoy nace la Gracia,
la gracia cierta.
2.—Atended al decreto que llevan:
No ha lugar por ahora,
pues este Infante
indulta cuando muere,
70 no cuando nace.
6.—José, que de María
los honores de Esposo a gozar llega,
pide en vuestro Palacio
oficio competente a su Nobleza,
pues hay en ella
tantos Reyes ilustres
de quien descienda.
2.—Atended el decreto que lleva:
Capitán de la Guarda
80 queda sin duda,
pues mejor Compañía
no hay que la suya.

VILLANCICO V

Estribillo
1.—PUES MI DIOS HA NACIDO A PENAR,
déjenle velar.
2.—Pues está desvelado por mí,
déjenle dormir.
1.—Déjenle velar,
que no hay pena, en quien ama,
como no penar.
2.—Déjenle dormir,
que quien duerme, en el sueño
10 se ensaya a morir.
1.—Silencio, que duerme.
2.— Cuidado, que vela.
1.—¡No le despierten, no!
2.—¡Sí le despierten, sí!
1.—¡Déjenle velar!
2.—¡Déjenle dormir!
Coplas
1.—Pues del Cielo a la Tierra, rendido
Dios viene por mí,
si es la vida jornada, sea el sueño
20 posada feliz.
¡Déjenle dormir!
2.—No se duerma, pues nace llorando,
que tierno podrá,
al calor de dos Soles despiertos,
su llanto enjugar.
¡Déjenle velar,
que su pena es mi gloria,
es mi bien su mal!
1.—¡Déjenle dormir;
30 y pues Dios por mí pena,
descanse por mí!
2.—¡Déjenle velar!
1.—¡Déjenle dormir!
1.—Si a sus ojos corrió la cortina
el sueño sutil,
y por no ver mis culpas, no quiere
los ojos abrir,
¡déjenle dormir!
2.—Si es su pena la gloria de todos,
40 dormir no querrá,
que aun soñado, no quiere el descanso
quien viene a penar:
¡déjenle velar,
que no hay pena, en quien ama,
como no penar!
1.—¡Déjenle dormir,
que quien duerme, en el sueño
se ensaya a morir!
2.—¡Déjenle velar!
50 1.—¡Déjenle dormir!
1.—Si en el hombre es el sueño tributo
que paga al vivir,
y es Dios Rey, que un tributo en descanso
convierte feliz,
¡déjenle dormir!
2.—No se duerma en la noche, que al hombre
le viene a salvar:
que a los ojos del Rey, el que es reo
gozó libertad.
60 ¡Déjenle velar,
que su pena es mi gloria,
y es mi bien su mal!
1.—¡Déjenle dormir,
que pues Dios por mí pena,
descanse por mí!
2.—¡Déjenle velar!
1.—¡Déjenle dormir!
1.—Si el que duerme se entrega a la muerte,
y Dios, con ardid,
70 en dormirse por mí, es tan amante,
que muere por mí,
¡déjenle dormir!
2.—Aunque duerma, no cierre los ojos,
que es León de Judá,
y ha de estar con los ojos abiertos
quien nace a reinar.
¡Déjenle velar,
que no hay pena, en quien ama,
como no penar!
80 1.—¡Déjenle dormir,
que quien duerme, en el sueño
se ensaya a morir!
2.—¡Déjenle velar!
1.—¡Déjenle dormir!

VILLANCICO VI

Introducción
EL RETRATO DEL NIÑO
mírenlo Uscedes,
y verán cosas grandes
en copia breve.
De Oro y Plata en listones,
un ramillete
de encarnado es, y blanco,
de azul y verde.
No es retrato del arte,
10 ni de pinceles,
que es Divino, aunque Humano
sólo parece.
Aunque parezca Humano,
es tan Celeste,
que arden los Serafines
sólo por verle.
Una Joya es tan rica,
que en el Oriente
sirve de luz al Orbe
20 cuando amanece.
Los Diamantes y Perlas
en ella pierden
sus quilates, o en ella
todos los tienen.
Los Claveles y Rosas
en ella mueren,
o se animan en ella
Rosas, Claveles.
Mas ¿para qué la inculco,
30 si puede verse?
Córrase la cortina,
mírenlo Uscedes.
Estribillo
¿Hay quien me lo pide?
¿Hay quien me lo quiere
a este Hechizo de Plata,
de Armiño y de Nieve?
¿A este Cupido,
que es de cera, y de amores
se está derretido?
Coplas
40 1.—Madeja de Oro es su Pelo
de que se forman Anillos;
que para prendas amantes,
no hay más extremados brincos.
2.—Esos caprichos,
más que las manos, prenden
los albedríos.
1.—Son dos verdes Esmeraldas
o dos azules Zafiros
sus ojos, para esperanzas
50 o para celos motivos.
2.—Ojos tan ricos,
vencerán Cielo y Tierra
sólo en un hito.
1.—Un breve Rubí es su Boca,
en dos partes dividido,
porque se vea el Aljófar
por el pequeño resquicio.
2.—Labios tan lindos,
el aliento se beben
60 de mis suspiros.
1.—Frente, Cuello, Manos, Plantas,
Plata, Nieve, Cera, Armiño,
todo es del Alma un encanto,
todo es de Amor un hechizo.
2.—Tal cupidillo,
para Joya del Alma
viene nacido.

TERCERO NOCTURNO

VILLANCICO VII

A ALEGRAR A MI NIÑO
van hoy las Almas;
con razón, pues en ellas
están sus gracias.
Coplas
Cual sonoroso Enjambre
que, con doradas alas,
de los Jazmines chupan
el cristal que sobre ellos lloró el Alba;
cual Mariposa amante
10 que, en torno de la llama,
solicita en el Fuego
ser víctima, de amores abrasada;
cual Fuente presurosa
que, con plantas de plata
o plumas de cristales,
camina o vuela al Golfo en que descansa;
cual Flecha despedida
y a la Meta apuntada,
que, en cuanto no la toca,
20 cual veloz pensamiento nunca para;
cual Girasol dorado,
que de la Antorcha cuarta
sigue los movimientos
con dulce simpatía que le arrastra;
cual acerada Aguja
en el Imán tocada,
que el moto no sosiega
sin ver el Norte, y visto, en él se pasma:
así se van al Niño
30 presurosas las Almas,
que es Centro do se animan
y fuera de Él, ni aun en sí mismas se hallan.
En ellas el Infante
se alegra y se regala:
¿qué mucho, si por ellas
cual Rayo desde el Cielo al suelo baja?

VILLANCICO VIII

Introducción
ESCUCHEN DOS SACRISTANES
que disputan, arguyendo,
si es el Niño el Verbum Caro,
o es el Niño el Tantum Ergo.
¡Oigan atentos,
no se queden a asperges
del argumento!
Estribillo
1.—Sacristane.
2.—Sacristane.
1.— Exi foras.
2.—Vade retro.
10 1.—Famulorum.
2.—Famularum.
1.—Mecum arguis?
2.—Tu arguis mecum?
1.—Laus tibi, Christe!
2.—Deo gratias!
1.—Verbum Caro!
2.—Tantum Ergo!
1.—Pastores, Pastores,
hablando en Romance,
oíd un Portento.
2.—Zagales, Zagales,
dejando Latines,
oíd un Misterio.
20 1.—Yo digo que el Niño,
que es Dios Humanado,
será el Verbum Caro.
2.—Yo digo que el Niño,
que es Dios Encubierto,
será el Tantum Ergo.
1.—Mi ciencia es más grande.
2.—Mayor es mi ingenio.
1.—Y así, Pastorcillos,
2.—Y así, Zagalejos,
30 1.—oíd mis razones.
2.—oíd mi argumento.
Tod.—Prosigan, prosigan,
que estamos atentos.
1.—Oíd, Pastorcillos,
2.—Oíd, Zagalejos,
Los dos.—en claros Latines
obscuros Misterios.
Tod.—Prosigan, prosigan
con los argumentos,
40 y supla, en pastores,
la fe, el no entenderlos.
1.—¡Oíd, Pastorcillos!
2.—¡Oíd, Zagalejos!
Tod.—Prosigan, prosigan,
que estamos atentos.
Coplas
1.—Sepa el Sacristán Benito
que, mejor que el Tantum Ergo,
le conviene el Verbum Caro
al Niño, que hace pucheros.
50 2.—Sepa el Sacristán Llorente
que nace a ser Sacramentum,
y mejor que el Verbum Caro
le conviene el Tantum Ergo.
1.—Melius dixi!
2.—Dixi melius!
1.—Probo, Probo!
2.—Nego, nego!
1.—Incarnatus.
2.—Corpus Christi.
1.—Saeculorum.
2.—In aeternum.
60 1.—Verbum Caro!
2.—Tantum Ergo!
1.—Nace Clavel de una Rosa,
y Jericó me da el texto;
con que le viene pintado
el Incarnatus del Credo.
2.—Nace Grano y crece Espiga,
y en las Pajas mi argumento
halla el Panem Angelorum
con el Hoc est Corpus Meum.
70 1.—Melius dixi!
2.—Dixi melius! &.
1.—Del Verbum Carolas glorias,
secundum Joannemlas pruebo,
con un principio asentado
que es: In principio erat Verbum.
2.—Si en un principio te fundas,
yo en un fin que es Evangelio;
pues Cum dilexisset suos,
in finem dilexit eos.
80 1.—Melius dixi!
2.—Dixi melius! &.
1.—Sobre el Portal, una Estrella
dice que el Niño es el Verbum,
pues habitavit in nobis
et vidimus gloriam Eius.
2.—Hostia nace en pobre albergue,
y le viene al Portalejo
el Domine, non sum dignus
ut intres sub tectum meum.
90 1.—Melius dixi!
2.—Dixi melius! &.
1.—Según la Misa del Gallo,
con el Prefacio te venzo,
cuando se canta el Per Incarnati
Verbi Mysterium.
2.—Mas, en la Misa del Gallo,
que el Prefacio, es del intento
el Antequam Gallus cantet
y el Gloria in excelsis Deo.
100 1.—Melius dixi!
2.—Dixi melius! &.