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Cine Mudo: Nosferatu

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Nosferatu (1922) [Sub-Español]

 

Dirección: F.W. Murnau Guión: Henrik Galeen Fotografía: Fritz Arno Wagner Producción: Prana-Film GmbH País: Alemania

Largometraje de dominio público

 

Año 1838. En la ciudad de Wisborg viven felices el joven Hutter y su mujer Ellen, hasta que el oscuro agente inmobiliario Knock decide enviar a Hutter a Transilvania para cerrar un negocio con el conde Orlok. Se trata de la venta de una finca de Wisborg, que linda con la casa de Hutter. Durante el largo viaje, Hutter pernocta en una posada, donde ojea un viejo tratado sobre vampiros que encuentra en su habitación. Una vez en el castillo, es recibido por el siniestro conde. Al día siguiente, Hutter amanece con dos pequeñas marcas en el cuello, que interpreta como picaduras de mosquito. Una vez firmado el contrato, descubre que el conde es, en realidad, un vampiro. Al verle partir hacia su nuevo hogar, Hutter teme por Ellen. «Nosferatu» fue una libre adaptación de la novela de Bram Stoker «Drácula» a la que se cambió el nombre para no tener que pagar derechos de autor. La viuda de Stoker logró que se reconociese la autoría, y obtuvo una orden judicial para destruir los negativos y todas las copias de la película. Las copias distribuidas en el resto del mundo impidieron su total desaparición. (FILMAFFINITY)

Provervios chinos

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El árbol cuyo tronco consigues abarcar comenzó siendo un joven brote.

Al nacer, los hombres son tiernos y débiles, la muerte los hace duros y rígidos. Al nacer, las hierbas y árboles son tiernos y delicados, la muerte los hace secos y flacos. Lo que es duro y rígido acompaña a la muerte. Lo que es tierno y débil acompaña a la vida.

El campesino en su campo aprende siempre lo que aún no sabe, reconstituye lo que ha perdido en invierno, de forma que ayuda a la naturaleza sin querer imponerse a ella.

Cuando un árbol es duro, debe ser abatido.

El vino disipa el dolor, y cuando se está achispado es el mejor momento; nuestras elucubraciones imaginativas se transforman en poesías y excelentes versos salen espontáneamente de nuestra pluma.

Hay cuatro reglas para vivir en la montaña: hacer que los árboles no se coloquen de modo artificial, que las rocas no se pongan en orden, que las casas no presenten ningún lujo, que el corazón humano no comporte ningún artificio.

Deberíamos ver la sombra de las flores en el agua, la sombra de los bambúes bajo la luna y la sombra de la belleza detrás de la cortina de una puerta.

En cada vaso de vino, hay un caudal de poesía.

Cuando cae una lluvia fina, cierra la puerta y, sin hacer nada, tiéndete en un gran almohadón, saca agua de manantial y saborea varias tazas de té de estación, admira la luna brillante y escucha la brisa delicada. Solamente así conocerás una perfecta serenidad.

Vista desde esta montaña, aquella parece más alta.

No escuches a los demás, mira simplemente cómo se abren las flores, cómo se marchitan las flores, no digas: «Este hombre tiene razón», «Este hombre está equivocado», no dejes escapar la luna centelleante entre las flores y la brisa delicada entre los pinos, cierra tu puerta y echa una buena cabezada.

La vida en la montaña presenta ocho ventajas con respecto a la vida en la ciudad: no conoce convenciones estrictas, ni visitantes extraños, uno no se embriaga ni con los vinos ni con las carnes, no hay luchas por la propiedad, no se teme al traidor, no se disputa sobre lo que es justo o injusto, no se imprimen artículos literarios y ni siquiera existe el chismorreo.

Cuando ha cesado la lluvia y el aire es fresco, cuando tienes pocas ocupaciones y tu espíritu está disponible, escucha el sonido de la flauta de un vecino mientras las largas notas persiguen a las claras nubes y la lluvia que se aleja: te parecerá entonces que cada nota cae y se refugia en tu alma.

La presunción es el don que los dioses otorgan a los hombres de poco valor.

Los dioses te devolverán multiplicado por cien lo que des a los demás.

Aunque los peces nadan en el fondo del lago, el pescador los captura; aunque las aves vuelan alto en el aire, el cazador las alcanza, solo la profundidad del corazón humano puede sondearse.

No aceptes la condena ajena, aunque hayas actuado mal: sólo los dioses pueden condenar.

La venganza de los dioses no es inmediata, aunque se precipita con rapidez sobre quien no la espera.

Cuando bebas el agua, piensa en el manantial.

No seas muy dado a criticar la acción de tu prójimo, sólo los dioses pueden condenarlo.

Procura que nadie derrame lágrimas por ti, los dioses las cuentan una por una.

Ningún hombre conoce su destino, pero cada uno conoce su objetivo.

El Cielo no da sin razón la vida al hombre, la Tierra no produce hierba sin raíces.

Los dioses dirigen su amor hacia los hombres a los que quieren proteger.

Cuando los dioses quieren mortificar a una persona con una desgracia, empiezan enviándole una pequeña gratificación para enorgullecerla y ver si sabe recibirla con dignidad.

Cuando quieren enviar una bendición a una persona, empiezan mortificándola con una pequeña desgracia para ver si se la toma bien.

Los dioses causan la mala suerte, el hombre sabio la afronta con generosidad; los dioses aportan la pena y el trabajo, el hombre sabio los afronta con serenidad; los dioses aportan la adversidad, el hombre sabio la comprende, porque capta el ritmo de la vida.

Nadie es rey en el largo viaje hacia el reino de los dioses.

El sol no debe brillar sólo para mí, sino también para los que son más malos que yo

Se ha representado la imagen de Buda, pero le faltan los ojos.

Incluso la cabeza de Buda cambiará la tercera vez.

El Buda de cada cual es el mejor.

Todo depende de la voluntad del Cielo, ni lo más pequeño está en manos del hombre.

Quien trata de encontrar la alegría hiriendo a criaturas sedientas de ella jamás obtendrá la felicidad en el otro mundo.

 

Confucio seguido por un discípulo

La casa de los dioses es tan difícil de alcanzar como la cima de una gran palmera; el que sube hasta arriba percibe el sabor del cielo, mientras que el que cae se estrella.

No cuentes con el silencio de los valles pues los dioses están por encima de las montañas.

Las miradas de los dioses son como los rayos del sol poniente: iluminan todas las puertas.

Los hombres son para los dioses lo que las plantas de arroz para los hombres; escogen a los mejores y dejan a los demás en el agua pútrida.

Negar la existencia de los dioses es saltar a un foso con los ojos vendados.

Nunca debemos pretender tener a los dioses de nuestro lado; pueden alejarse hacia el otro.

Con o sin gallo, mañana siempre se hará de día.

Si tu corazón está exento de debilidad, no temerás que el diablo llame a tu puerta.

Antes, todas las cosas pertenecían a los dioses; luego, los dioses las prestaron a los hombres.

 

Tened por norma el saber que emana del Cielo y no os agotéis estudiando los libros antiguos

Los hombres son arcilla, y los dioses, alfareros.

Quien quiere ser temido no debe mostrarse débil con nadie, salvo con los dioses.

Cuando tiene una espada afilada suspendida sobre la cabeza, el hombre se acuerda de los dioses.

Seas justo o injusto, tras la muerte el Cielo lo sabrá.

El ave que se ayuda con sus alas es alimentada por Dios.

La cara de los dioses está bien oculta tras los rayos del sol, la lluvia y las nubes.

Los dioses ayudan al hombre que no permanece acostado boca arriba.

El hombre de bien se encuentra bajo la protección del Cielo. La oscuridad de la noche es la protección del Cielo.

La ayuda del Cielo se concede a aquel que se somete; la del hombre se concede a quien confía en él.

No enciendas una falsa hoguera ante un dios verdadero.

Mira por encima de ti mismo y agradece a los dioses la suerte que se te da.

Los mortales están sometidos al destino. Nadie es dueño de su vida.

¿Para qué cocinar si la olla está sucia?

El cobarde que teme la muerte es llevado por ella aunque intente, con una escalera, alcanzar el Cielo.

Durante treinta años, he ido en busca de los dioses: cuando por fin he abierto los ojos, he descubierto que eran ellos los que me buscaban.

Cada capullo de rosa, esperanza de las flores, sólo puede abrirse con el consentimiento de los dioses.

No aterrorices al pueblo, porque los dioses ordenan que se le deje en paz.

Si te humillas y escuchas los consejos de un sabio, tu conducta será aprobada por los dioses.

No halagues a nadie, pues la adulación es aborrecida por los dioses; si no dejas hablar a tu corazón con toda libertad, ninguno de tus proyectos verá la luz y quedarás expuesto a la vindicta pública.

Ayudar a los pobres es más importante a los ojos de los dioses que honrar a los poderosos.

Los dioses lo prevén todo, aunque los hombres tienen libre albedrío. Los dioses hacen todas las cosas en silencio.

Quien reduce su patrimonio para cederle una parte a quien no lo tiene será acogido entre los dioses conforme a la parábola de las dos ovejas que nadan: una de ellas, esquilada, logra llegar junto al pastor a la orilla, mientras que la otra, cargada con su vellón mojado, sucumbe.

El océano de dolores ilimitado, pero vuélvete, ahí está la orilla.

Es necesario poseer pan y agua si se quiere afrontar a los dioses con ventura.

Las puertas del Cielo también están abiertas para los pobres.

Vive entre los hombres como si un dios te observase; habla a tu dios como si los hombres te oyesen.

No se labra el Cielo ni se acusa al padre.

Si invitas a un pobre a participar en una comida en tu lugar, después de la muerte ascenderás un peldaño más en el reino de los cielos.

Si pudiésemos pesar la obra de los dioses, todos los destinos nos serían gratos.

Los dioses ponen a los hombres a prueba, no sólo infligiéndoles dolor, sino también aportándoles la fortuna demasiado rápido; para los unos, la recompensa es grande, para los otros es más pequeña.

Los dioses nos han prestado el mundo y así vivimos.

Ese pedazo que tienes, no se lo niegues ni a tus amigos ni a tus enemigos; no atentes contra la vida de tu prójimo ni codicies sus riquezas; así los dioses te garantizarán un lugar en el Cielo.

Los dioses se sirven de una balanza de un justo peso, ven todo lo que hacen los hombres; tú, que descansas o que te sientas o que vagas por los campos y utilizas tu tiempo de distintas maneras, no cometas acciones turbias que puedan percibir las casas cercanas y los propios dioses.

Nuestra conciencia es la voz misma de los dioses.

Si los dioses sólo fuesen justicia, su reino estaría vacío.

Frente a la muerte, todos estamos desnudos para ser iguales ante los dioses.

Quien no teme a los dioses debe ser temido por los hombres.

Los dioses no levantan nada que no puedan bajar a continuación.

Cuando los dioses crean al gusano en el lodo, crean al mismo tiempo su alimento.

Cuando los hombres sufren, los dioses sufren también.

Si los dioses no pueden vivir sin la presencia de los hombres, los hombres no pueden vivir sin la presencia de los dioses, y por lo tanto los dioses no pueden manifestar su poder sin los hombres.

 

Aquel cuya alma es firme como la roca no tiembla, aquel que ya no siente deseo por todo lo que lo suscita, aquel que no se corroe por las cosas que excitan su cólera, ese ya no puede conocer el sufrimiento

Una vez realizada la obra, retírate: esta es la ley del Cielo.

La caridad hacia el prójimo es un bien precioso; la mano tendida es una cuerda que permite subir al Cielo y consuela.

Cuando las justas enseñanzas prevalecen en el reino, quienes moralmente inferior sirve al hombre moralmente superior, y quien es mentalmente inferior sirve al hombre mentalmente superior. Cuando las justas enseñanzas no prevalecen, el pequeño sirve al grande, el débil sirve al fuerte, el hijo, al padre; por lo tanto, es necesario que el señor se comporte como señor, el vasallo como vasallo, el padre como padre y el hijo como hijo, y así la armonía reinará bajo el Cielo.

Podemos sustraernos a las desgracias que nos envía el Cielo, pero si nosotros mismos nos atraemos desgracias, ya no es viable. Bondad, justicia, fidelidad, y el gozo que aportan las virtudes, todo ello constituye la nobleza del Cielo.

Su decepción es extrema: en efecto, también deben renunciar a la nobleza del hombre.

Respeta a los espíritus celestes y terrestres, pero mantenlos a distancia.

Un hombre que posee un alma maravillosa tiene siempre algo maravilloso que decir; sin embargo, el hombre que dice cosas maravillosas no posee necesariamente un alma maravillosa digna de ser trasplantada a los jardines celestes.

El hombre justo vive su vida de forma coherente, esperando con serenidad ser el elegido por los dioses, mientras que la persona vulgar sigue caminos peligrosos, esperando en la incertidumbre que la suerte actúe en su beneficio.

La red de la justicia celeste se extiende por todas partes, aunque con grandes mallas, y no deja escapar nada.

En la guerra entre los espíritus llamados celestes y los demonios, ni los unos ni los otros luchan por la dominación del infierno; por lo tanto, cualquiera que sea el vencedor, el infierno sigue siendo el infierno.

Los chinos adoran a espíritus malignos como el dios de la Pestilencia y el dios del Fuego, maltratan a los dioses honrados como el dios de la Tierra y el dios de la Cocina; hacen lo mismo con sus emperadores.

Un hombre me dijo un día: «Ven, quiero enseñarte el lugar donde el Cielo y la Tierra se tocan». Marchamos y deposité mi cesta en una abertura del Cielo. Después de decir mi oración, quise recuperar mi cesta, pero no la hallé. Pregunté entonces a un hombre: «¿Es que también aquí hay ladrones?». Me respondió: «¡Es la rueda del Cielo que gira, espera hasta mañana y volverás a encontrar tu cesta en el mismo lugar!».

Sólo los dioses viven en la perfección y la sabiduría; el hombre vive, en cambio, en la imperfección y la desobediencia.

Nunca te burles de un hombre que está en manos de los dioses, no te muestres cruel con él si comete una falta, pues la desgracia podría visitarte.

Los hombres están hechos de paja y arcilla, los dioses son sus albañiles. Cada día, derriban y construyen, crean a su voluntad mil mendigos o mil funcionarios.

100 Sinfonias

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Mahler Complete Symphonies (Bernstein)

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Shostakovich – Symphonies 1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15 + P (Century rec. : Kirill Kondrashin)

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Tchaikovsky – Symphonies n°4,5,6 Pathetique + Presentation (Century’s recording : Yevgeny Mravinsky)

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Mendelssohn – Symphonies No.1,2,3,4,5 + Presentation (Century’s recording : Wolfgang Sawallisch)

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Brahms – Symphonies No.1,2,3,4 + Presentation (reference recording : Eduard Van Beinum)

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Bruckner – Symphonies No.1,2,3,4,5,6,7,8,9 + Presentation (recording of the Century : Eugen Jochum)

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Sibelius – Symphonies No.1,2,3,4,5,6,7 + Presentation (Century’s recording : Sir John Barbirolli)

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A.Dvořák Complete Symphonies [ R.Kubelik Berlin-PO ]

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Mozart – Complete Symphonies 21-40,41 Jupiter, Paris, Prague + Presentat° (Cent. rec. : Josef Krips)

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Beethoven by W.Furtwängler – Symphonies n°1,2,3,4,5,6,7,8,9 + Presentation (Century’s recording)

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Beethoven: Complete Symphonies | 9 symphonies

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Schubert: Complete Symphonies (Full Album)

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Schumann – Symphonies No.1,2,3,4 + Presentation (reference recording : Wolfgang Sawallisch)

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De Beethoven a Mahler: 100 años de sinfonías que cambiaron el mundo

Por Mario Mora

 «Una sinfonía debe ser como un mundo: debe contenerlo todo», sentenció Gustav Mahler pocos años antes de su muerte. El testigo: Jean Sibelius, con quien discutía en 1907 acerca del sentido de la sinfonía. Mahler, quien afirmó incluso que al igual que la sociedad se precipitaba al caos, la sinfonía también debía representar esa entropía, culminó 100 años de Romanticismo sinfónico que marcaron la vía de la evolución del arte y reflejaron los avances y devenires de la humanidad. Cuatro nombres: Beethoven, Schumann, Brahms y Mahler firman las 27 sinfonías que suponen la máxima expresión de este género en toda la historia de la música…. 

Urban de Vargas

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Urbán de Vargas/Urbano Barguilla y de Ripalda (Falces/Navarra, 1606-1656) Intérpretes: Nova Lux Ensemble/Coral de Cámara de Pamplona (Josep Cabré)

Villancico al Nacimiento, a 4

 

¡Viva, Viva, la bizarría! ¡Vívame la flor mejor, que vívame la flor mejor! ¡Ay! que vívame la flor, la flor de la valentía. El valiente de ventaja, que raja, que hiende, que con una faja prende, que una paja le defiende, y vence con osadía; que el mundo se las entiende, que hiende, que raja, que prende con una faja, que le defiende una paja, del hielo que desafía ¡ay! que vívame de la valentía, con el hijo de María. Nacen al valor las leyes, pues hacen ver a tres reyes estrellas a mediodía. ¡Ay! que vívame la flor, la flor de la valentía. Oigan los valientes todos que en la palestra exhiben al hielo un desnudo niño y arrojan flechas sus niñas. Embisten con gran denuedo, la escarcha y hielo a porfía, a la desnudez humana, a quien tanto sol abriga. Rayos despide que a Oriente con vivo fuego encamina y quien más en él se abrasa, más su valor acredita. En su flor que tema el orbe, ya tres reyes se le humillan, que aunque desnudo, se ha armado en la celeste armería. A un tirano y a su corte, turba sola la noticia, que ha nacido un vengador, de todas las tiranías. No es más su decir que hacer, y así no es gran maravilla, que rinda riqueza tanta, pobreza tan en mantilla. Oriente le ofrece dones, tesoros le rinden Indias, y en coros su triunfo alternan, las celestes jerarquías. En el cielo y en el aire, cuando más se soleniza, es una la luminaria y muchas las alegrías. Viva, viva…

 

Long live bravery! Long live the finest flower, long live the finest flower! Oh long live the finest flower, the flower of courage! The courageous ruffian, who slices, splits open, who captures with a sash, defended by straw, and boldly vanquishes; that the world may understand, who slices, splits open, who captures with a sash, defended by straw, from the ice which defies. Oh long live courage with the son of Mary! Laws are born valid, for they make three kings see starts at noon. Oh long live the finest flower, the flower of courage! Listen all you courageous that in the arena exhibit in the ice a naked child and his pupils fire arrows. The frost and ice charge, determinedly with great courage, the human nakedness, warmed by so much sun. Lightning bolts he fires which eastward with lively fire head, and those most scorched by it greater in courage grow. It is his flower which the globe should fear, now three kings are humbled before him, although naked, he is armed in the heavenly armoury. A tyrant and his court are troubled by the news alone that an avenger has been born, an avenger of all tyrannies. He does no less than he says, and so it is no great wonder that such riches are yielded by poverty so swaddled in shawls. The East offer him gifts, the Americas give unto him treasures, and the heavenly choirs rejoice his triumph. In heaven and in the air, when all turns most solemn, there is but one light and there are many joys. Long life, long life…

 

Urbano Barguilla y de Ripalda, conocido como Urban de Vargas (Falces, 31 de mayo de 1606Valencia, 8 de octubre de 1656) fue uno de los compositores más destacados del siglo XVII en el ámbito hispánico. Ejerció su magisterio en diferentes capillas musicales, como las de las principales iglesias de Huesca, Pamplona, Daroca, Calatayud (colegiatas de Santa María y del Santo Sepulcro), El Pilar de Zaragoza (por dos veces), Burgos y Valencia, donde falleció.

Sus obras suponen un número bastante elevado en comparación con las conservadas de otros compositores de la misma época. Su producción se articula en dos grupos diferenciados: música en latín y música en romance. Por cada tres de sus obras conservadas «en vulgar», hay una obra compuesta en latín.

En una época en la que la policoralidad había logrado gran éxito, Vargas destaca como uno de los compositores españoles del s. XVII que llegaron a escribir a mayor número de voces. En sus producciones llegó a componer, desde los solos con acompañamiento continuo, hasta para dieciséis voces en cinco coros, combinadas en ocasiones con un variado abanico de instrumentos propios del momento.

Abundan sus villancicos sobre «siestas», sobre juegos y diversiones populares, asuntos graciosos o burlescos. Su obra magna, sin embargo, es el símbolo de la fe católica «Quicumque», falsamente atribuido a San Atanasio de Alejandría, que es uno de los tres textos del credo que admite la Iglesia católica. La obra (1651) la realizó por encargo (es la única musicalización polifónica de dicho texto que conocemos), con la intención de que fuera cantada con igual solemnidad que las Pascuas. Vargas pretendía, aparte de expresar el simbolismo del texto, realizar una especie de pequeño tratado en donde exponer los conocimientos de la época en ámbito hispánico en cuanto a teoría de los afectos y retórica musical se refiere.

BIOGRAFIA

Mozart quinteto k 581 y cuarteto k 159

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Mozart, Quinteto para clarinete en La mayor ‘Stadler’ K581

Wofgan Amadeus Mozart (1756-1791) Quinteto para clarinete en La mayor para Anton Stadler K581 (Viena, 29 de septiembre de 1789) 1. Allegro 2. Larghetto en Re 3. Menuetto, Trío I en la y Trío II 4. Allegretto con variazioni Karl Leister, clarinete Brandis Quartet: Thomas Brandis, violín I Peter Brem, violin II Wilfried Strehle, viola Wofgang Boettcher, violonchelo No existe, ni en Mozart ni en ningún otro músico, anterior a este Quinteto, la unión de un clarinete solo y de un cuarteto de cuerdas. Para complacer a Anton Stadler, su hermano en masonería, aborda Mozart este género nuevo, y, al primer intento, lo realiza a la perfección. Pero esta obra de circunstancia responde también a una necesidad profunda en él mismo, que quizá no sintiera con claridad antes de entregarse a ella. Y, para apreciar su valor, no hay que olvidar que Mozart, en septiembre de 1789, está sumergido en la concepción de conjunto y en los primeros trabajos de Così fan tutte. Volveremos más adelante sobre lo que caracteriza Così fan tutte: el tema de ópera más cruel que jamás haya tratado Mozart (y que le ha sido impuesto), el cinismo escarneciendo crudamente el candor de las ilusiones sentimentales, y la manera como Mozart ha sabido hacer un milagro contradictorio de ternura presente en todo momento, en el seno de la crueldad misma. Y haremos notar también que el clarinete juega un papel capital en cada lugar de la partitura donde la ternura se expresa con más pureza. Se comprende entonces mejor el sentido íntimo del Quinteto «Stadler»: la contrapartida casi obligada de la ópera y al mismo tiempo su preludio tan imprescindible que necesitaríamos escucharlo antes de cada representación. Mozart necesita, para realizar el más difícil, el más inverosímil de sus triunfos dramáticos, afirmar primero, con toda la seriedad y la alegría de que es capaz, que no está seguro de nada excepto de la santidad de los sentimientos del corazón. Se observará que los tres temas del allegro -como tres grados de ternura: el primero más solemne, el segundo más desenfrenado, el tercéro más apacible- estan dados por las cuerdas: el clarinete responde, ora con una exaltación vibrante, ora con una aquiescencia melódica, ora modulando el segundo tema y profundizándolo hasta la frontera con lo patético; el diálogo prosigue fraternalmente entre la unión de las cuerdas, conducido por el primer violín, y el clarinete solo; y en la «durchführung», las cuerdas repiten la primera respuesta del clarinete, -mientras el clarinete las sostiene con un amplio arabesco en ojiva. El sostenido por las cuerdas, en sordina, prosigue a través del larghetto un canto cortado de diálogo con el primer violín; la búsqueda de una mayor interioridad del sentimiento, comenzada en el allegro, se hace más profunda y más abierta al mismo tiempo; la variedad tonal es tal que se hace tangible la existencia conjunta de la felicidad y de la angustia en el corazón, dentro de una misma esperanza. …. Después de una plenitud semejante, transcuirirán dos años antes de que Mozart regrese a la misma tonalidad (en su música instrumental); será para magnificar la misma realidad profunda en el Concerto para clarinete, K622. Más: [http://audiocamara.musicadecamara.com…] —
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Mozart, Cuarteto de cuerda Nº 6 en Si♭ mayor, K 159.

– Wolfgang Amadeus Mozart (1756 – 1791) 6 Cuartetos de cuerda. «Cuartetosv milaneses» Milán, entre finales del 72 y comienzos del 73. Cuarteto de cuerda en Si bemol mayor, K 159 [String Quartet in B flat major, K.159] [00,01] 1. Andante [04,55] 2. Allegro en sol [10,50] 3. Rondó: allegro grazioso Amadeus Quartet Norbert Brainin, violín 1 Siegmund Nissel, violín 2 Peter Schidlof, viola/alto Martin Lovett, violonchelo –
El Cuarteto de cuerda Nº 6 en Si bemol mayor, K. 159, de Wolfgang Amadeus Mozart, fue escrito y estrenado a principios de 1773 en Milán. Se trata del quinto de una serie de seis cuartetos, conocidos como Cuartetos milaneses, ya que fueron compuestos en Milán, mientras Mozart estaba trabajando en su ópera Lucio Silla.  El primer movimiento andante tiene unos temas de gran impresión y perfección….[http://es.wikipedia.org/wiki/Cuarteto…]
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I Andante (una genialidad, sin palabras … )

biblioteca: inglaterra derrotada

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un buen libro para leer y descubrir tantos episodios olvidados de la historia. Muy recomendable….

Inglaterra derrotada (Historia)

La historia naval de España está repleta de hazañas legendarias que la llevaron a convertirse, durante un largo periodo de tiempo, en la dueña de los mares. En pleno auge de la navegación, la monarquía hispánica tuvo que hacer frente siempre a un enemigo formidable, altivo y pretencioso, que le disputó seriamente la hegemonía marítima: Inglaterra.

Sin embargo, muchas de las grandes derrotas afligidas a los británicos han quedado sepultadas por el olvido y la desidia. Esta obra rescata, por fin, la memoria de aquellos acontecimientos que han sido tristemente relegados en nuestra historia y que merecen ocupar un lugar destacado en la misma por su bravura, épica y gloria.

Este libro relata con extraordinaria épica algunas de las más grandes victorias navales de España sobre Inglaterra, su mayor rival por la hegemonía marítima. Álvaro van den Brule nos ofrece con extraordinaria maestría, y un toque de humor e ironía, una selección de aquellos hechos que de una forma u otra forjaron la leyenda de una de las armadas más gloriosas de todos los tiempos, la de la Corona española. Entre éstos episodios, destacan:

  • La batalla de la Rochelle
  • El ataque a Londres del almirante Tovar
  • La leyenda de Pero Niño
  • La batalla de San Juan de Ulúa
  • La inigualable gesta del capitán Cuéllar
  • Los enfrentamientos contra Francis Drake
  • La batalla de la isla de Flores
  • El maestre de los Tercios Juan del Águila en Kinsale
  • Cornualles y las incursiones en el sur de Inglaterra
  • La leyenda de Cartagena de Indias y Blas de Lezo
  • La gran gesta de El Glorioso
  • La historia de Jorge Juan
  • El golpe del «doble convoy»
  • La guerra en Norteamérica. Pensacola
  • La batalla de Tenerife y todas las derrotas de Nelson
  • Buenos Aires, 1806