Archivos de la categoría Pintores

Pintores: Guercino

navidad

Guercino nació en Cento (provincia de Ferrara), una ciudad entre Ferrara y Bolonia, en la región de Emilia-Romaña, hijo de Andrea Barbieri y de Elena Ghisellini, una familia de condición humilde. Además de en su ciudad natal, vivió y pintó también en Roma y Bolonia. A la edad de 17 años se asoció con Benedetto Gennari «el Viejo», un pintor de la escuela boloñesa. En 1615 se trasladó a Bolonia, lo que le fue de gran provecho, pues le permitió estudiar las valiosas pinturas allí conservadas. Sus propias obras se ganaron los elogios de Ludovico Carracci, ya anciano. Pintó dos grandes lienzos, Elías alimentado por cuervos y Sansón detenido por los filisteos, de un fuerte estilo caravaggista (aunque es poco probable que pudiera ver ningún Caravaggio). Estos óleos fueron pintados para el cardenal Jacopo Serra, el legado papal en Ferrara.

Los pastores de Arcadia (Et in Arcadia ego) (Roma, Galleria Nazionale d’Arte Antica) fue pintado en 1618, a la vez que Marsias desollado por Apolo (Palazzo Pitti de Florencia). Como dijo a menudo, su estilo en estos años estaba fuertemente influido por los Carracci. Algunas de sus obras posteriores, en cambio, se asemejan más a las de su contemporáneo Guido Reni, quien llegó a acusarle de plagio. Están pintadas con más luminosidad y claridad, con figuras más dulzonas, lo que suscitaría críticas en siglos posteriores. En vida, Guercino fue muy famoso, y hasta Cento fueron a verlo personajes muy destacados, entre ellos Velázquez, quien lo visitó en 1629, en el transcurso de su primer viaje a Italia (1629 — 31).

Guercino fue recomendado por el marqués Enzo Bentivoglio al papa, el boloñés Alessandro Ludovisi, Gregorio XV. Pasó dos años (1621-23) en Roma, donde pintaría muchas obras. De este periodo son los frescos del Casino de la Villa Ludovisi (La Aurora, La Fama y La Noche), el techo de la Basílica de San Crisógono (1622) sobre San Crisógono en la Gloria, su retrato del papa Gregorio (actualmente en el Getty Center) y la que está considerada su obra maestra, El enterramiento de Santa Petronila, para el Vaticano (actualmente en los Museos Capitolinos).

A partir de 1628 se produce un cambio estilístico en la obra del Guercino, que los expertos han dado en llamar seconda maniera (segundo estilo). Ahora sus figuras tendrán un aspecto más imponente, cercano a los ideales de perfección física que en el siglo anterior había buscado la escuela romanista fundada por Rafael.

La orden franciscana de Reggio le pagó 300 ducados en 1655 por la obra San Lucas mostrando una pintura de la Virgen y su hijo (actualmente en el Museo Nelson-Atkins, en Kansas City). Los Corsini también le pagaron 300 ducados por la Flagelación de Cristo pintado en 1657.

Destaca en Guercino su extrema rapidez de ejecución; realizó nada menos que 106 grandes obras de altar para iglesias, y 144 pinturas de otros temas y formatos. En 1626 empezó sus frescos en el Duomo de Piacenza. Guercino continuó pintando y enseñando hasta su muerte en 1666. Para cuando falleció había amasado una fortuna considerable.

 

Pintores : Scorel

 

scorel

Jan van Scorel (1495, Schoorl, cerca de Alkmaar6 de diciembre de 1562, Utrecht) fue un influyente pintor holandés al que se atribuye la introducción del arte del Alto renacimiento italiano en los Países Bajos.

No se sabe si comenzó sus estudios con Jan Gossaert en Utrecht o con Jacob Cornelisz. van Oostsanen en Ámsterdam, pero fueron los grandes maestros que conoció posteriormente los que tendrían una mayor influencia en su técnica. Van Scorel comenzó a viajar por Europa cuando tenía poco más de veinte años, primero dirigiéndose a Núremberg en busca de Durero y luego a Austria. Allí fue, en 1520, donde acabó su primera obra representativa, el Retablo de Sippen (Sippenaltar) o «Retablo de la familia», para la iglesia de San Martín, del pueblo de Obervellach, (Carintia). Pasó por Venecia, donde recibe la influencia de Giorgione. Después de dejar Venecia, van Scorel pasó por Roma e hizo una peregrinación a Tierra Santa. Sus experiencias en Jerusalén están representadas en muchas de sus obras de madurez.

En 1521, regresó a Roma, donde conoció al papa Adriano VI, de origen holandés, quien le nombró pintor del Santa Sede. El propio Papa posó para un retrato. Van Scorel gozó de la influencia de Miguel Ángel y Rafel, y sucedió a Rafael en el puesto de Conservador del Belvedere.

A su regreso a los Países Bajos en 1524, se estableció en Utrecht y comenzó una exitosa carrera como pintor y maestro. Van Scorel fue un artista con una gran educación y talento, y ejerció como ingeniero y arquitecto, además de pintor. También era políglota, sin duda alguna como resultado de sus viajes.

Se le considera el líder de los «romanistas» holandeses y su influjo en el arte de los países nórdicos fue considerable. Van Scorel murió en Utrecht en 1562, dejando tras sí un gran número de retratos y retablos. Aunque muchas de sus obras fueron víctimas de la destrucción iconoclasta de 1566, algunas aún se conservan y pueden verse principalmente en museos de los Países Bajos. En el Museo del Prado de Madrid existe un Retrato de humanista de su mano

 

Pintores: Goya

goya

Goya was born in Fuendetodos, Aragón, Spain, on March 30, 1746 to José Benito de Goya y Franque and Gracia de Lucientes y Salvador. His family lived in a home bearing the family crest of his mother. His father, who was of Basque origin, earned his living as a gilder.[4] About 1749, the family bought a house in the city of Saragossa and some years later moved into it; Goya may have attended school at Escuelas Pias. He formed a close friendship with Martin Zapater at this time, and their correspondence from the 1770s to the 1790s is a valuable source for understanding Goya’s early career at the court of Madrid. At age 14, Goya studied under the painter José Luzán.[5] He moved to Madrid where he studied with Anton Raphael Mengs, a painter who was popular with Spanish royalty. He clashed with his master, and his examinations were unsatisfactory. Goya submitted entries for the Royal Academy of Fine Art in 1763 and 1766, but was denied entrance.

La cometa, 1777–78, one of Goya’s tapestry cartoons

He then relocated to Rome, where in 1771 he won second prize in a painting competition organized by the City of Parma. Later that year, he returned to Saragossa and painted parts of the cupolas of the Basilica of the Pillar (including Adoration of the Name of God), a cycle of frescoes in the monastic church of the Charterhouse of Aula Dei, and the frescoes of the Sobradiel Palace. He studied with Francisco Bayeu y Subías and his painting began to show signs of the delicate tonalities for which he became famous.

Goya married Bayeu’s sister Josefa (he nicknamed her «Pepa») on 25 July 1773. This marriage, and Francisco Bayeu’s membership of the Royal Academy of Fine Art (from the year 1765) helped Goya to procure work as a painter of designs to be woven by the Royal Tapestry Factory. There, over the course of five years, he designed some 42 patterns, many of which were used to decorate (and insulate) the bare stone walls of El Escorial and the Palacio Real del Pardo, the residences of the Spanish monarchs near Madrid. This brought his artistic talents to the attention of the Spanish monarchs who later would give him access to the royal court. He also painted a canvas for the altar of the Church of San Francisco El Grande in Madrid, which led to his appointment as a member of the Royal Academy of Fine Art.

De Goya’s 1790 Retrato de Martín Zapater at Museo de Arte de Ponce, Ponce, Puerto Rico

In 1783, the Count of Floridablanca, a favorite of Charles III of Spain, commissioned Goya to paint his portrait. He also became friends with Crown Prince Don Luis, and spent two summers with him, painting portraits of both the Infante and his family. During the 1780s, his circle of patrons grew to include the Duke and Duchess of Osuna, the King and other notable people of the kingdom whom he painted. In 1786, Goya was given a salaried position as painter to Charles III. After the death of Charles III in 1788 and revolution in France in 1789, during the reign of Charles IV, Goya reached his peak of popularity with royalty.[6]

Charles IV of Spain and His Family, 1800. Théophile Gautier described the figures as looking like «the corner baker and his wife after they won the lottery».[7]

In 1789 he was made court painter to Charles IV and in 1799 was appointed First Court Painter with a salary of 50,000 reales and 500 ducats for a coach. He painted the King and the Queen, royal family pictures, portraits of the Prince of the Peace and many other nobles. His portraits are notable for their disinclination to flatter, and in the case of Charles IV of Spain and His Family, the lack of visual diplomacy is remarkable.[8] Modern interpreters have seen this portrait as social satire; it is thought to reveal the corruption behind the rule of Charles IV. Under his reign his wife Louisa was thought to have had the real power, and thus Goya placed her at the center of the group portrait. From the back left of the painting one can see the artist himself looking out at the viewer, and the painting behind the family depicts Lot and his daughters, thus once again echoing the underlying message of corruption and decay.

Goya received orders from many of the Spanish nobility. Among those from whom he procured portrait commissions were Pedro Téllez-Girón, 9th Duke of Osuna and his wife María Josefa Pimentel, 12th Countess-Duchess of Benavente, María del Pilar de Silva, 13th Duchess of Alba (universally known simply as the «Duchess of Alba»), and her husband José María Álvarez de Toledo, 15th Duke of Medina Sidonia, and María Ana de Pontejos y Sandoval, Marchioness of Pontejos.

At some time between late 1792 and early 1793, a serious illness (the exact nature of which is not known) left Goya deaf, and he became withdrawn and introspective. During his recuperation, he undertook a series of experimental paintings. His experimental art—which would encompass paintings and drawings as well as a bitterly expressive series of aquatinted etchings, published in 1799 under the title Caprichos—was done in parallel to his more official commissions of portraits and religious paintings. In 1798 he painted luminous and airy scenes for the pendentives and cupola of the Real Ermita (Chapel) of San Antonio de la Florida in Madrid. Many of these depict miracles of Saint Anthony of Padua set in the midst of contemporary Madrid.

The Third of May 1808, 1814. Oil on canvas, 266 х 345 cm. Museo del Prado, Madrid

Later years

French forces invaded Spain in 1808, leading to the Peninsular War of 1808–1814. The extent of Goya’s involvement with the court of the «Intruder king», Joseph I, the brother of Napoleon Bonaparte, is not known; he did paint works for French patrons and sympathisers, but kept neutral during the fighting. After the restoration of the Spanish king, Ferdinand VII, in 1814, Goya denied any involvement with the French. When his wife Josefa died in 1812, he was mentally and emotionally processing the war by painting The Charge of the Mamelukes and The Third of May 1808, and preparing the series of prints later known as The Disasters of War (Los desastres de la guerra). Ferdinand VII returned to Spain in 1814 but relations with Goya were not cordial. He painted portraits of the king for a variety of organizations, but not for the king himself.

Leocadia Weiss (née Zorrilla, b. 1790)[9][10] the artist’s maid, younger by 35 years, and a distant relative,[11] lived with and cared for Goya after Bayeu’s death. She stayed with him in his Quinta del Sordo villa until 1824 with her daughter Rosario.[12] Leocadia was probably similar in features to Goya’s first wife Josefa Bayeu, to the point that one of his well known portraits bears the cautious title of Josefa Bayeu (or Leocadia Weiss).[13]

The Milkmaid of Bordeaux, 1825–27, is the third and final Goya portrait which may depict Leocadia Weiss. This might also be of Leocadia’s daughter Rosario.[14] Its colourisation and mood is very similar to the Lecodia «Black Painting».

Not much is known about her beyond her fiery temperament. She was likely related to the Goicoechea family, a wealthy dynasty into which the artist’s son, the feckless Javier, had married. It is believed she held liberal political views and was unafraid of expressing them, a fact met with disapproval by Goya’s family. It is known that Leocadia had an unhappy marriage with a jeweler, Isideo Weiss, but was separated from him since 1811. Her husband cited «illicit conduct» during the divorce proceedings. She had two children before the marriage dissolved, and bore a third, Rosario, in 1814 when she was 26. Isideo was not the father, and it has often been speculated—although with little firm evidence—that the child belonged to Goya.[15] There has been much speculation that Goya and Weiss were romantically linked, however, it is more likely the affection between them was sentimental.[16]

It is not known whether this 1805 Goya portrait is of his wife Josefa Bayeu or of Leocadia Weiss

Goya’s works from 1814 to 1819 are mostly commissioned portraits, but also include the altarpiece of Santa Justa and Santa Rufina for the Cathedral of Seville, the print series of La Tauromaquia depicting scenes from bullfighting, and probably the etchings of Los Disparates.

In 1819, with the idea of isolating himself, he bought a country house by the Manzanares river just outside of Madrid. It was known as the Quinta del Sordo (roughly, «House of the Deaf Man», titled after its previous owner and not after Goya himself). There he created the Black Paintings with intense, haunting themes, reflective of the artist’s fear of insanity and his outlook on humanity. Several of these, including Saturn Devouring His Son, were painted directly onto the walls of his dining and sitting rooms.

Goya lost faith in or became threatened by the restored Spanish monarchy’s anti-liberal political and social stance and left Spain in May 1824 for Bordeaux and then Paris.[10] He travelled to Spain in 1826, but returned to Bordeaux, where he died of a stroke in 1828, at the age of 82. He was of the Catholic faith and was buried in Bordeaux; in 1919 his remains were transferred to the Royal Chapel of St. Anthony of La Florida in Madrid.

Leocadia was left nothing in Goya’s will; mistresses were often omitted in such circumstances, but it is also likely that he did not want to dwell on his mortality by thinking about or revising his will. She wrote to a number of Goya’s friends to complain of her exclusion but many of her friends were Goya’s also and by then they were old men and had died, or died before they could reply. Largely destitute she moved into rented accommodation and passed on her copy of the Caprichos for free.[17]

Pintores: Rossetti

rossetti

Hijo de un erudito emigrado italiano, Gabriele Rossetti, D. G. Rossetti nació en Londres, Inglaterra y recibió el nombre de Gabriel Charles Dante Rossetti. Su familia y amigos lo llamaban «Gabriel», pero en sus publicaciones ponía primero el nombre de Dante, debido a sus resonancias literarias. Era hermano de la poetisa Christina Rossetti y del crítico William Michael Rossetti, y fue uno de los fundadores de la Hermandad Prerrafaelita, junto con John Everett Millais y William Holman Hunt.

Desde muy temprana edad, mostró un gran interés en la literatura. Como todos sus hermanos, aspiraba a ser poeta. Sin embargo, también deseaba pintar, habiendo mostrado un gran interés en el arte italiano medieval. Estudió con Ford Madox Brown, con quien mantuvo una estrecha relación a lo largo de su vida. Estudió idiomas en el King’s College y posteriormente en la Royal Academy.

Después de la exposición de la obra de Holman Hunt La víspera de Santa Inés, Rossetti buscó la amistad de Hunt. La pintura ilustraba un poema de un autor por entonces poco conocido, John Keats. El primer poema de Rossetti, The Blessed Damozel era una imitación de Keats, así que creyó que Hunt podría compartir sus ideales artísticos y literarios. Juntos desarrollaron la filosofía de la Hermandad de los prerrafaelitas. Rossetti estuvo siempre más interesado en la parte medieval del movimiento que en la moderna. Estaba publicando traducciones de Dante y otros poetas italianos medievales, y su arte también buscaba adoptar el estilo de los primitivos renacentistas italianos.

La juventud de la Virgen María (1849). Las modelos fueron: la madre del artista para Santa Ana y su hermana Christina para la Virgen.[1]

Las primeras grandes pinturas de Rossetti muestran algunas de las cualidades realistas del movimiento prerrafaelita temprano. En 1849 pinta su primer lienzo inspirado en los antiguos pintores italianos, La infancia de la Virgen. Al año siguiente pinta Ecce ancilla Domini!, una representación de la Anunciación que exaltaba la pureza. Es una interpretación moderna de la Virgen María y de la Anunciación, en la que María es representada como una adolescente indiferente y atemorizada, pálida no tanto por candor espiritual cuanto por consunción. Destaca el uso del cabello pelirrojo, señal de sensualidad para el decadentismo y el simbolismo. La presencia del lirio y de la cortina azul entre los tonos blancos son elementos ulteriores que añaden contenido simbólico a la pintura. Su obra es intensamente mística y primitiva, acercándose al eclecticismo de los nazarenos alemanes. Su pintura incompleta Found (1854) fue la única dedicada a la vida moderna. Representaba a una prostituta, sacada de la calle por un pastor que era su antiguo enamorado. Sin embargo, Rossetti progresivamente prefirió imágenes simbólicas y mitológicas a las realistas. Esto también puede predicarse de su poesía posterior.

Aunque lo apoyó John Ruskin, las críticas que en el año 1850 recibieron sus pinturas hicieron que se retirara de las exposiciones públicas y se dedicara sobre todo a la acuarela, que podían venderse en privado. Tomaba como asunto preferido los textos de Dante, en particular de laVida nueva, que había traducido al inglés, y de la La muerte de Arturo de sir Thomas Malory. Sus visiones de las historias artúricas y del diseño medieval también inspiraron a sus nuevos amigos de aquel tiempo, como William Morris y Edward Burne-Jones.

Ecce Ancilla Domini (1850), Tate Britain, Londres.

Estas tendencias se acrecentaron debido a ciertos acontecimientos de su vida privada, en particular por la muerte de su esposa, Elizabeth Siddal, quien se suicidó ingiriendo láudano después de dar a luz a un niño muerto. Rossetti cayó en la depresión y enterró la mayor parte de sus poemas inéditos en la tumba de su esposa, en el cementerio de Highgate. Idealizó su imagen como la Beatriz de Dante en un buen número de pinturas, como El sueño de Dante ante la muerte de su amada (1856) y en Beata Beatrix (1863), obra que marca el camino del pintor hacia una mayor ornamentación y simbolismo; esta pintura alegórica alude a la muerte de su mujer. Representa a Elizabeth en una pose lánguida y sensual, con su cabello rojo natural recogido en un peinado deshecho; sobre sus manos se está posando una paloma roja, símbolo de espiritualidad, que porta en el pico una ramita alusiva al láudano. A sus espaldas, una escena difusa representa a dos personajes, quizá Dante y Virgilio. El complejo simbolismo del retrato es aún fuente de debate entre los críticos.

Dejó la Hermandad Prerrafaelita en 1863, pero mantuvo su mismo estilo pictórico en obras posteriores: La novia (1865), La mujer de la ventana, El vestido de seda azul (1868), May Morris (1872), La doncella herida (1879), Ensueño (1880), La pía (1881) y Juana de Arco (1882). Monna Vana (1866) es el arquetipo de la feminidad decadente, el sujeto de la pintura es una mujer de belleza sensual y andrógina que se cepilla el pelo rojo rodeada de composiciones florales. La rosa es la flor decadentista por excelencia. Pintó varias veces el mito de Proserpina o Perséfone, raptada por el Hades, dios de los infiernos y que tuvo que liberarla, pero con la condición de que no comiera nada en el regreso; Hades la engañó para que comiese seis semillas de granada, fruto de los muertos, que la obligaban a volver seis meses cada año, uno por cada semilla. La diosa es representada según un canon común al romanticismo y al simbolismo: la mezcla de belleza y muerte se indica con el pelo negro y una pose sensual de mujer fatal. En su mano, la granada alude al mito y también, en clave simbólica, a la muerte y la sangre.

Bocca Baciata (1859) marcó una nueva dirección en la obra de Rossetti. La modelo para esta pintura fue Fanny Cornforth.

Su pintura influyó en el desarrollo del movimiento simbolista europeo. Rossetti representaba a las mujeres obsesivamente estilizadas. Tendía a retratar a su nueva amante, Fanny Cornforth como el epitome del erotismo físico, mientras que otra de sus amantes, Jane Burden, esposa de su socio de negocios William Morris, la idealizaba como una diosa etérea.

Durante este tiempo, Rossetti empezó a obsesionarse con animales exóticos, y en particular con los wombats. Con frecuencia pedía a sus amigos que se encontraran con él en la “Guarida del wombat”, en el zoo de Londres en Regent’s Park, y allí pasaría muchas horas. Finalmente, en septiembre de 1869 adquirió su primera mascota de wombat. Este, que vivió poco tiempo y al que llamó “Top”, a menudo lo llevaba a la mesa, y se le permitía dormir en el centro de la mesa durante las comidas. De hecho, se dice que inspiró al lirón de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll.

Los amigos de Rossetti consiguieron que exhumara los poemas de la tumba de su esposa y los publicara: Poems (Poemas, 1870); fueron muy controvertidos y atacados como el epítome de la “escuela de la poesía carnal”. Ofendía su erotismo y sensualidad. Un poema, Nuptial Sleep (Sueño nupcial), describía a una pareja que se quedaba dormida después del sexo. Esta era parte de la secuencia de sonetos de Rossetti The House of Life (La casa de la vida), una serie de poemas que trazaban el desarrollo físico y espiritual de una relación íntima. Rossetti describe la forma de soneto como el “monumento al momento”, pues busca contener los sentimientos de un momento fugaz, y reflejar su significado. Este fue el mayor logro literario de Rossetti. En 1881 publicó Ballads and Sonnets (Baladas y sonetos).

Rossetti también típicamente escribió sonetos para sus pinturas, tales como Astarte Syriaca. Como diseñador, trabajó con William Morris para producir imágenes para vidrieras y otros elementos decorativos.

Hacia el final de su vida, Rossetti cayó en estado mórbido, oscurecido por su drogadicción y su creciente inestabilidad mental, posiblemente empeorada por su reacción a los salvajes ataques de la crítica sobre su poesía desenterrada (1869). Pasó sus últimos años retirado, como un recluso. Murió en Birchington-on-Sea, Kent, (fuente: wikipedia)

 

Pintores: Juan Luis Zambrano

imagen222222

Juan Luis Zambrano (1598-c. 1639), fue un pintor barroco español nacido en Córdoba, colaborador de Francisco de Zurbarán en Sevilla.

La supuesta formación como pintor al lado de Pablo de Céspedes, según se ha venido repitiendo desde que Antonio Palomino lo hiciera su «discípulo más adelantado», debe ser descartada pues Zambrano apenas contaba diez años cuando en 1608 falleció quien se presumía su maestro. Las pocas obras seguras que de él se conservan permiten apreciar a un artista estimable, cuyo estilo se orienta en la dirección tenebrista y expresiva de la pintura sevillana, dentro de la órbita de Juan de Roelas o Francisco de Herrera el Viejo, y enteramente ajena al tardomanierismo representado por Céspedes.

Consta que en 1634 pasó de Córdoba a Sevilla, al tiempo que Francisco de Zurbarán se encontraba trabajando en los lienzos de la Merced, en cuya ejecución cree Alfonso E. Pérez Sánchez que pudo haber colaborado Zambrano. Había fallecido ya en 1639, cuando su viuda reclamaba el pago de una obra que su marido había dejado sin cobrar.

Entre las escasas obras de atribución no discutida se encuentran El Martirio de San Esteban conservado en la catedral de Córdoba, citado elogiosamente por Palomino, en el que Angulo Íñiguez señaló la influencia de Roelas en lo compositivo y en el gusto por los tipos naturalistas de los personajes que rodean al santo, el David conduciendo en triunfo la cabeza de Goliat, del Museo de Bellas Artes de Córdoba, procedente del convento de San Pedro el Real, y La Anunciación, procedente del convento de Santa María de Gracia, actualmente en el convento de la Purísima Concepción de Jaén, cuyo último pago cobró su viuda en 1639.

También se le atribuyen San Cristóbal y el Ángel de la Guarda en la catedral cordobesa, que quizá sean los lienzos mencionados por Palomino en el Colegio de Santa Catalina de la Compañía de Jesús, y las pinturas de las Santas Flora y María, San Esteban y San Acisclo, conservadas en la iglesia de San Agustín de Córdoba, donde Palomino dice que pintó en los lunetos del coro a Flora y María, mártires cordobesas, hechas, añade, gallardamente, «por cuya causa, dicen, se descompuso con Cristóbal Vela, autor de aquella obra, y no prosiguió en ella». Además Palomino le atribuye un Martirio de San Acisclo y Victoria en el convento de los Mártires, y Ceán Bermúdez menciona en Sevilla un cuadro del Antiguo Testamento de asunto no especificado en la iglesia de San Bartolomé y tres cuadros grandes de la vida de San Basilio en las escaleras de su monasterio, uno de los cuales estaba firmado, haciendo constar en la firma el origen cordobés (fuente: wikipedia)