Un idiota en su laberinto

Que necio es el hombre que se apega al poder, que gran necio, que ser mas castigado y mas pequeño. Este ser apesadumbrado es esclavo de si mismo y de una enfermiza ansia de permanecer en lo mas alto, cueste lo que cueste, pase lo que sea que tenga que pasar. Pero siempre es esclavo también de otros, dejandose humillar dentro de su laberinto, viaje alla a Waterloo o bien a Suiza o a donde haga falta para recibir las migajas de unos dias mas en el preciado poder.

Que enfermo es este ser, rebajado humillado, peleado con los suyos, saltase las leyes, envía mensajes a los medios para difundir preciosas mentiras que ya pocos creen. Cree el poderoso que habla para bobos, ya lo dijo Seneca:

«Y ciertamente nada nos envuelve en mayores males que
acomodarnos al rumor, persuadidos de que lo mejor es lo admitido por el
asentimiento de muchos, tener por buenos los ejemplos numerosos y no
vivir racionalmente, sino por imitación. De ahí esa aglomeración tan grande
de personas que se precipitan unas sobre otras. Lo que ocurre en una gran
catástrofe colectiva, cuando la gente misma se aplasta, nadie cae sin
arrastrar a otro y los primeros son la perdición de los que siguen, puedes
verlo suceder en toda vida; nadie yerra sólo por su cuenta, sino que es causa
y autor del error ajeno. Es dañoso, pues, apegarse a los que van delante; y
como todos prefieren creer que juzgar, nunca se juzga acerca de la vida,
siempre se cree, y nos perturba y pierde el error que pasa de mano en mano.
Perecemos por el ejemplo de los demás; nos salvaremos si nos separamos
de la masa. Pero ahora la gente se enfrenta con la razón, en defensa de su
mal. Y sucede lo mismo que en los comicios, en los cuales los mismos que
han nombrado a los pretores, se admiran de que hayan sido nombrados,
cuando ha mudado el inconstante favor; aprobamos y condenamos las
mismas cosas; éste es el resultado de todo juicio que se falla por el voto de
la mayoría.

El arte de vivir (en tiempos difíciles) Epicteto 8

XLII Cuando alguien te hace un mal o habla mal de ti, recuerda que lo hace o lo dice porque cree que es lo que debe hacer. Por tanto, como no es posible que siga lo que te parece a ti, sino a él, entonces, si lo que le parece está mal, él mismo se perjudica, puesto que se engaña. En efecto, si alguien opina que es falsa una proposición copulativa verdadera, no es la proposición copulativa la perjudicada, sino quien se engaña. De hecho, partiendo de esto, te comportarás con afabilidad con quien te calumnie. Declara, pues, en cada ocasión: «es lo que él opina».

XLIII Todo asunto tiene dos asas, la que permite soportarlo y la que no permite soportarlo. Si tu hermano es injusto, no lo tomes del lado de que es injusto (pues esa es el asa que hace que no se pueda soportar), sino más bien por ese otro lado de que es tu hermano, de que os habéis criado juntos, y lo tomarás por donde se puede soportar.

XLIV Los razonamientos como estos son incongruentes: «soy más rico que tú, luego soy superior a ti»; «soy más elocuente que tú, luego soy superior a ti». Pero estos otros son más concluyentes: «soy más rico que tú, luego mis propiedades son superiores a las tuyas», «soy más elocuente que tú, luego mi elocuencia es superior a la tuya». Pues tú no eres ni propiedades ni elocuencia.

XLV ¿Alguien se lava deprisa? No digas que lo hace mal, sino que lo hace deprisa. ¿Alguien bebe mucho vino? No digas que hace mal, sino que lo hace mucho. Pues antes de distinguir su parecer50 , ¿cómo sabes si hace mal? Así no te sucederá que recibas una representación reveladora51 de unas cosas, y sin embargo des tu asentimiento a otras.

XLVI Nunca te llames a ti mismo filósofo ni charles a menudo entre los profanos sobre tus principios; más bien haz lo que se sigue de esos principios: por ejemplo, no digas en un banquete cómo se debe comer, sino come tú como es debido. Recuerda, en efecto, que Sócrates se había desprendido tan completamente de toda forma de ostentación que a aquellos que acudían a él queriendo que les pusiera en contacto con filósofos, él hasta los acompañaba. Hasta ese punto aguantaba ser relegado. Y si estando entre profanos la conversación cae sobre algún principio filosófico, guarda silencio la mayor parte del tiempo, pues hay un gran riesgo de que vomites enseguida lo que no has digerido. Y cuando alguien te diga que no sabes nada, tú no te piques; ten por seguro entonces que has empezado tu tarea. Pues las ovejas no les demuestran a los pastores cuánto han comido trayéndoles el forraje, sino que, una vez que han asimilado el pasto en su interior, producen lana y leche. De este modo, tampoco tú exhibas los principios filosóficos ante los profanos, sino las obras que se siguen de haberlos asimilado.

XLVII Cuando te hayas acostumbrado a la frugalidad para con el cuerpo, no te jactes de ello, y, si solo bebes agua, no vayas por todas partes diciendo a la primera oportunidad que solo bebes agua. Y si alguna vez quieres ejercitarte en tu aguante del sufrimiento , hazlo para ti mismo y no para los demás. ¡No te abraces a las estatuas! . Más bien, cuando estés muy sediento, toma un sorbo de agua fresca y luego escúpelo, y no se lo digas a nadie.

XLVIII Postura y carácter del profano: nunca espera de sí mismo ayuda o perjuicio, sino de las cosas externas. Postura y carácter del filósofo: toda ayuda y todo perjuicio los espera de sí mismo. Señales del que progresa54: no critica a nadie, no alaba a nadie, no se queja de nadie, no acusa a nadie, no habla de sí mismo como si fuera alguien o tuviera idea de algo. Cuando se enfrenta a algún impedimento, se encomienda a sí mismo. Cuando algún otro lo elogia, se ríe para sus adentros del elogiador; cuando lo critican, no se defiende. Se comporta igual que los convalecientes, teniendo cuidado de no mover algo que se está recuperando hasta que se haya restablecido. Ha eliminado de sí mismo por completo todo deseo y ha centrado su aversión solo en las cosas que dependen de nosotros y son contrarias a la naturaleza55 . Hace uso para todo de un impulso moderado. No le importa parecer estúpido o ignorante. En una palabra: se mantiene en guardia respecto de sí mismo como ante un enemigo y un conspirador.

XLIX Cuando alguien se jacte de ser capaz de entender e interpretar los libros de Crisipo56 , di para ti mismo: «Si Crisipo no hubiera escrito tan poco claro, nada tendría este de lo que jactarse». Pero yo ¿qué quiero? Conocer la naturaleza y seguirla. Por eso busco alguien que me la explique. Y como he oído que es Crisipo, voy con él. Pero no entiendo lo que ha escrito. Entonces busco al que lo interprete. Y hasta este punto no hay nada de lo que jactarse. Una vez que haya encontrado al que lo interprete, aún me faltará poner en práctica las prescripciones [que haya aprendido]; esto es lo único de lo que enorgullecerse. Pero si solo voy a admirar la mera interpretación, ¿acabaré siendo otra cosa que un gramático en vez de un filósofo? Con la única diferencia de que en vez de a Homero, interpreto a Crisipo. De hecho, cuando alguien me diga «interprétame a Crisipo», me sonrojaré cuando no pueda mostrar que mis actos son semejantes y concuerdan con sus razonamientos.

L En las cosas que te propongas, atente a ellas como si fueran leyes, como si fueras a cometer impiedad si las transgredes. Pero a lo que alguien vaya a decir de ti, no le prestes atención, porque eso ya no es cosa tuya.

Demofagia

Que está pasando en el mundo.

Cual va a ser el sentido del siglo XXI

Será la Demofagia, cuando la democracia se devora a si misma, se autoinmola, se destruye, y crea un hermoso tirano que la convierte en dictadura.

Es el signo de los tiempos, ya lo hizo Hitler, lo hizo Putin, es lo que envidia hacer Trump, por eso se llevan tan bien.

Es facil, se ganan las elecciones con mucha demagogia, después se colonizan todos los resortes del estado al precio que sea, se riega con millones la prensa y la televisión amiga, hay que desinformar con la mentira y los bulos y luego echarle la culpa a otros, Se coloniza el tribunal constitucional, las grandes empresas, los bancos,

Y se controla finalmente la judicatura, se pone en todas partes jueces amigos, fiscales amigos que hacen lo que quieres.

Y ya tienes un demafogo que se comio la democracia.

Pasó también en Venezuela, Chaves hundió la democracia, colonizó los resortes del estado y nació una nueva dictadura.

China es fuerte y una dictadura, Rusia es fuerte y una dictadura, Europa es debil 27 democracias que nunca se ponen de acuerdo. Y Estados Unidos es Trump con lo que venga. Y España? Un aprendiz de Brujo que miente, controla todo, coloniza todo y erige un muro y cuyo principal objetivo es mantenerse en el poder. ¿Le suena?

Ya sabemos lo que nos espera

Materia oscura

El destacado doctor James Kinross nos presenta el libro definitivo sobre la ciencia del microbioma, en el que nos descubre cómo su potencial puede proteger nuestra salud, nuestra inmunidad y nuestro planeta.

¿Por qué vivimos más, pero no somos más felices? 

El microbioma ―nuestro ecosistema interno de virus, bacterias y otros microbios― es de vital importancia para nuestra salud y nuestro bienestar. Nuestras madres nos lo trasmiten al nacer y luego se adapta a nosotros a medida que envejecemos; influye en nuestro estado de ánimo, determina la velocidad a la que corremos e incluso a quién elegimos como pareja. 

Sin embargo, ahora que estamos empezando a descubrir el enorme potencial del microbioma, también nos estamos dando cuenta de que está en grave peligro: la globalización de nuestras dietas, la guerra contra los virus y el mundo industrializado suponen una amenaza implacable. 

Por suerte, aún no es demasiado tarde. 

Basándose en pioneras investigaciones y en sus años de experiencia clínica, el doctor James Kinross desentraña en Materia oscura los secretos del microbioma y nos explica cómo vivir mejor y más sanos trabajando con nuestros microbios, en lugar de luchar contra ellos.

Un libro para leer, de mucho interés

El triunfo de la estupidez. Lo que no sabemos y sabe EL

Yo estoy aqui soy el amo, soy el triunfo de la mediocridad, no me conoceis, o peor nadie me conoce, ni se imaginan como me las gasto.

Soy mediocre quien lo iba a saber, que le vamos a hacer, pero estoy aqui, soy el que manda, soy el puto amo que construye con paciencia su muro, piedra a piedra, fango a fango, bulo a bulo.

Protejenos gran lider, puto amo, yo te amo.

Eres victima, de la insidia y la mentira, tu que eres el dueño de la mentira.

Ya sabes tu lo que nosotros aun no sabemos. Habla gran procer.

Todos

(Y tu estabas levantando tu muro y piedra a piedra, con sudor insidia y soberbia, mucha soberbia un muro que la historia echará sobre ti, pobrecito, el que ama una cosa y la contraria, eres el lider narcisista y enfermo de ego que tenemos y no te deploramos, esta bien que existas y se vean estas cosas, esto se estudiará en años futuros, ya se asombra con estupor en toda Europa, ya te han calado en el exterior que no te conocían, pero es tan bueno y asombroso que pasen estas cosa, no estamos aburridos, sin ti todo sería soso y futuros historiadores no se dedicarían a estudiarte, se aburrirían, que tiempos mas interesantes vivimos, que cosas se ven que emocionante adhesión al lider, que insultos a los jueces, que gran lección de democracia, o yo o el caos, que bonito)

El arte de vivir (en tiempos difíciles) Epicteto 7

Cuando recibas la representación de algún placer, al igual que con las demás representaciones, ten cuidado de no ser atrapado por ella; que te espere a ti el asunto y concédete a ti mismo un segundo. Después ten en mente estos dos momentos: aquel en el que estarás disfrutando del placer y aquel en el que, cuando ya lo hayas disfrutado, te arrepentirás y te lo reprocharás. Y a estos contraponles cómo si te abstienes te alegrarás y te aplaudirás a ti mismo. Pero si te parece que es la ocasión de emprender la acción, guárdate de no perderte en su embeleso, dulzura y atractivo; contraponle cuánto mejor es saber que has logrado esta victoria.

XXXV Cuando hagas algo después de haber tomado la decisión de hacerlo, no intentes evitar que te vean llevarlo a cabo, incluso si la mayoría se opone a ello. Pues si no estás actuando con rectitud, debes evitar la acción, pero si es con rectitud, ¿por qué temes el reproche de los que no son rectos?

XXXVI Igual que «es de día» y «es de noche» tienen gran valor como disyuntiva, pero como copulativa no valen49 , así también escoger para uno la ración más grande tendrá, en efecto, valor para el cuerpo, pero para la camaradería que hay que mantener en el banquete no lo tiene. Por lo tanto, cuando comas con otro, recuerda no solo tener en cuenta el valor para el cuerpo de lo que te sirvan, sino también mantener el respeto al anfitrión.

XXXVII Si asumiste un papel por encima de tus capacidades, obraste con torpeza, y a la vez dejaste de lado el que podrías haber representado perfectamente.

XXXVIII Igual que en los paseos procuras no pisar un clavo o no torcerte un tobillo, procura también no perjudicar tu propio principio rector. Si observamos esto en cada acción, nos aplicaremos a la acción con más seguridad.

XXXIX El cuerpo de cada uno es la medida de las posesiones como el pie lo es de la sandalia. Si te atienes a ello, guardarás la medida. Si lo superas, acabarás arrastrado inevitablemente como hacia un precipicio. Lo mismo ocurre en el caso de la sandalia: si superas lo que el pie necesita, acabarás con sandalias doradas, luego púrpura, bordadas… Pues una vez superada la medida, no hay ningún límite.

XL A las mujeres, en cuanto cumplen los catorce años, los hombres las llaman «señora». Y así ellas, viendo que no tienen ninguna otra perspectiva que acostarse con los hombres, empiezan a adornarse y a depositar todas sus esperanzas en ello. Vale, pues, la pena hacerles ver que no reciben respeto por ninguna otra cosa más que por mostrarse moderadas y decentes.

XLI Es señal de ineptitud gastar el tiempo en las cosas del cuerpo, como en hacer mucho ejercicio, en comer mucho, en beber mucho, en defecar mucho o en copular. Más bien estas cosas se han de hacer de manera accesoria, y preocuparse del todo, en cambio, del entendimiento

Treinta siglos no es nada

Treinta siglos no es nada, de Argantonio a Adolfo Suárez Versión Kindle

de Fernando Díaz Villanueva (Autor)


Treinta siglos no es nada es una Historia de España contada en pildoritas. Es una Historia de España porque va desde el legendario Argantonio al nada legendario Adolfo Suárez, y digo píldoras porque son eso mismo, píldoras, 48 para ser exactos. Puede empezar donde quiera y, luego, ir hacia atrás o hacia delante. Puede, incluso, meterse un pildorazo y dejarlo, o cuadrarse las 48 de un golpe sin efectos secundarios. Están perfectamente individualizadas, la historia empieza y termina en la píldora en cuestión. Los viajeros habituales del Metro lo sabrán apreciar.

Algunos episodios son muy famosos, como el del descubrimiento de América, mientras que otros son desconocidos pero curiosos y muy agradecidos. También hay pequeñas biografías y alguna que otra aventura digna de ser leída. Aunque yo no lo sea, le aseguro, que la Historia de España es algo serio. Primero porque es nuestra propia Historia, la de los que nos precedieron en el duro oficio de ser españoles, segundo porque es muy larga y da para mucho, y tercero porque es francamente interesante. No le falta de nada: ni guerras, ni amoríos, ni traiciones, ni gestas heroicas, ni grandes batacazos… Si tuviéramos cineastas en condiciones casi no harían más películas que las históricas, porque allí, en lo que nuestros antepasados hicieron, viven las mejores historias que un guionista pueda imaginar.

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados