Pintores: Valdes Leal

ALTNICKOL - Juan de Valdes Leal - The Immaculate Conception with Two Donors

Juan de Valdés Leal (Sevilla, 4 de mayo de 1622 – ibídem, 15 de octubre de 1690), pintor y grabador barroco español. Es conocido fundamentalmente por sus dos pinturas «de jeroglífico» sobre las postrimerías humanas: las alegorías Finis gloriae mundi (El fin de las glorias mundanas) e In ictu oculi (En un abrir y cerrar de ojos). Las pintó en 1672 para la iglesia del Hospital de la Caridad de Sevilla, donde se conservan, y su asunto macabro alude al tema de la vanitas (vanidad humana) y amonesta sobre la caducidad de los bienes temporales y la brevedad de la vida terrena

La obra de Juan de Valdés Leal manifiesta ya desde el principio un estilo absolutamente barroco, marcadamente naturalista y con tendencia al tenebrismo, con dibujo contundente, un colorido fuerte y poco matizado y unos volúmenes monumentales. Posee una particular sensibilidad pictórica inclinada hacia lo dramático, con gran ligereza de toque y un especial interés por la expresividad, que protagoniza sus composiciones en detrimento de la belleza y la corrección formal.

Tenía inclinación por la temática macabra o grotesca, pero con un vivo sentido del movimiento, brillante colorido y dramática iluminación. A pesar de ser contemporáneo de Murillo, su temperamento era completamente opuesto; Valdés Leal, nervioso y violento, se dejaba seducir más por el movimiento desenfrenado y por la expresión, por el sentido de un exagerado dramatismo y un intenso colorido, que por la dulzura y el costumbrismo burgués de aquel.

Faceta importante también en el arte de Valdés Leal es la de grabador, género en el que inició asimismo a sus colaboradores y discípulos, al igual que lo había hecho en la pintura mural y en el que dejó ejemplares de la calidad de su autorretrato (Biblioteca Nacional en Madrid), la custodia de Juan de Arfe de la catedral hispalense, restaurada bajo su dirección, y sobre todo las láminas del libro de Fernando de la Torre Farfán sobre las fiestas celebradas en Sevilla en 1671, con motivo de la canonización de San Fernando.

Con Valdés Leal la escuela sevillana de pintura alcanzó el momento álgido de su barroquismo, dado que su arte, tanto por su sentido expresionista como por la soltura de su paleta, llega a presentir a Goya y a ejercer influencia sobre románticos e impresionistas franceses. La sala VIII del Museo de Bellas Artes de Sevilla está consagrada a Juan de Valdés Leal.

Pintores: Gericault

STAMITZ - Jean-Louis André Théodore Géricault - Evening

Nacido en una familia acomodada de Ruan, Géricault estudió en los talleres de los pintores Carle Vernet (en donde conoce a su hijo Horace) y Pierre Guérin antes de inscribirse el 5 de febrero de 1811, en la Escuela de Bellas Artes de París.

Su primera gran obra, Oficial de cazadores a la carga, exhibida en el Salón de París de 1812, reveló la influencia del estilo de Rubens e interés en la representación de un asunto contemporáneo. Este éxito de juventud, ambicioso y monumental, fue seguido de un cambio de dirección: durante los siguientes años Géricault produjo una serie de pequeños estudios de caballos y caballeros.1 Exhibió el Coracero herido en el Salón de 1814, una obra más elaborada y peor recibida.1 En los siguientes dos años pasó por un estudio auto-impuesto de construcción y composición de figuras, mientras evidenciaba una predilección personal por el drama y la fuerza expresiva.2

Tras fracasar en el concurso del gran Premio de Roma, decidió viajar a Italia por su cuenta. Quedó muy impresionado ante los pintores del Renacimiento italiano, en especial ante Miguel Ángel, así como ante el flamenco Rubens. Este viaje a Florencia y Roma (181617) fue provocado en parte por el deseo de huir de una relación romántica con su tía, a quien dejó embarazada.3

Este viaje hizo nacer su fascinación por Miguel Ángel. La propia Roma le inspiró la preparación de un lienzo monumental, la Carrera de los caballos Barberi, una obra de composición épica y tema abstracto que prometía ser «totalmente sin paralelo en su época».4 Al final, Géricault nunca acabó la pintura, y regresó a Francia.

Desde los inicios de su carrera, Géricault demostró cualidades que le distinguen claramente de los pintores neoclásicos de la escuela de Jacques-Louis David: en efecto, prefirió tratar temas de la vida cotidiana, elevándolos a la categoría de hechos heroicos. Mostrando la desesperación y el sufrimiento de la gente, pasa pronto a ser el pintor romántico más representativo, pero por independencia de estilo y carácter poco dócil, Géricault se mantuvo al margen de los grandes encargos oficiales, un género que sí sedujo a Delacroix.

Géricault realizó entre 1821 y 1824, una serie de pinturas con modelos de locos o maníacos, tomando del natural a una serie de personas que eran tratadas en el asilo del psiquiatra Jean-Étienne Esquirol. A través de esta serie pretendía recabar un repertorio de expresiones de la locura.5

Pintores : Voulet

WESLEY - Simon Vouet - Saint Cecilia (1626)

Simon Vouet (París, 9 de enero de 1590 – ídem, 30 de junio de 1649), pintor francés del período barroco. En su primera época fue caravaggista, si bien posteriormente fue clasicista.

Tras una larga estancia en Italia (16151627), donde será nombrado al frente de la Academia de San Lucas en 1624, Vouet introdujo en Francia el estilo barroco italiano, inspirado en la obra de El Veronés, que adaptó a las grandes decoraciones de la época de Luis XIII y de Richelieu. Fue primer pintor del rey. Una gran cantidad de sus obras decorativas más importantes, como las del castillo de Chilly o el Hotel Seguier, no se han conservado hasta el día de hoy.

Simon Vouet es uno de los pintores emblemáticos del barroco francés. Fue amigo de Claude Vignon, uno de los pintores parisinos más activos desde 1623, profesor de Valentin de Boulogne, Michel Dorigny, Charles Le Brun, Pierre Mignard, Eustache Le Sueur, Nicolas Chaperon, Claude Mellan y Abraham Willaerts.

Era hermano de Aubin Vouet.

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Pintores: van Bronckhorst

SOLER - Johannes van Bronchorst - A Lady Playing a Guitar on a Balcony

According to Houbraken, he learned to paint from his father Pieter van Bronckhorst, who died when he was thirteen. The young Bronckhorst was sent to work as a pastry baker for a cousin in Haarlem. He drew as a hobby, and it remained a hobby until he moved back to Hoorn to get married. He specialized in painting plants, birds, and insects. Although he remained a pastry baker, he did very well with his watercolours, which were published in engravings and commemorated with a poem by Johannes Vollenhove.[1]

His pupils were Hendrik Graauw and Herman Henstenburgh.[2] Both Bronckhorst and Herman Henstenburgh worked for Agnes Block painting animals, insects and plants from her garden

Pintores: Arnegger

DA BERGAMO - Alois Arnegger (1879-1963) - Scene from a Small Italian Town

Alois Arnegger (March 9, 1879 – August 11, 1967) was an Austrian painter.

Arnegger was born in Vienna. He studied at the Academy of Fine Arts Vienna and was taught by Robert Russ and August Eisenmenger. Alois Arnegger became famous as a scene painter.

In the first years of his career, he painted scenes from his Austrian origin, but since the 1920s his focus was more on Italian coasts, such as Naples, Capri or Sanremo.

He died in Vienna in 1963. His son Gottfried Arnegger was also a painter.

Musica: Bick

GOETZ - Franz Ludwig Catel - Mönche im Hof eines Klosters am Meer

Andreas Bick: Fire Pattern. Richard Wagner: «Wotans Abschied und Feuerzauber”, de Die Walküre.

Pincha aqui para ir al concierto.

El fuego suena. El sonido de la lava fue capturado por Andreas Bick en su obra sonora Fire Pattern, mientras la metáfora del fuego amoroso aparece en “Wotans Abschied und Feuerzauber”, de Die Walküre de Wagner. Dos caras de una misma realidad se acompañan de un juego lumínico que ofrece una experiencia de escucha compartida, poco habitual en la sala de conciertos.

Pintores: Renoir

Auguste Renoir - Young Girls at the Piano

Pierre-Auguste Renoir, 25 de febrero de 18413 de diciembre de 1919) fue un pintor francés impresionista, que en la segunda parte de su carrera se interesó por la pintura de cuerpos femeninos en paisajes, inspirados a menudo en pinturas clásicas renacentistas y barrocas.1 2 3

Renoir ofrece una interpretación más sensual del impresionismo, más inclinada a lo ornamental y a la belleza. No suele incidir en lo más áspero de la vida moderna, como a veces hicieron Manet o Van Gogh. Mantuvo siempre un pie en la tradición; se puso en relación con los pintores del siglo XVIII que mostraban la sociedad galante del Rococó, como Watteau.

En sus creaciones muestra la alegría de vivir, incluso cuando los protagonistas son trabajadores. Siempre son personajes que se divierten, en una naturaleza agradable. Se le puede emparentar por ello con Henri Matisse, a pesar de sus estilos distintos. Trató temas de flores, escenas dulces de niños y mujeres y sobre todo el desnudo femenino, que recuerda a Rubens por las formas gruesas. En cuanto a su estilo y técnica se nota en él un fuerte influjo de Corot.

Renoir posee una vibrante y luminosa paleta que hace de él un impresionista muy especial. El palco, El columpio, Baile en el Moulin de la Galette, Almuerzo de remeros y Las grandes bañistas son sus obras más representativas. Vale la pena citar el siguiente pasaje de Proust:

«Hubo un tiempo en que se reconocían bien las cosas cuando era Fromentin el que las pintaba, y en que ya no se las reconocía cuando el pintor era Renoir. La gente dotada de gusto nos dice hoy que Renoir es un gran pintor del siglo XVIII. Pero al decir esto se olvidan del Tiempo y de que ha sido menester mucho, aun en pleno siglo XIX, para que Renoir fuese saludado como un gran artista. Para lograr ser así reconocido, el pintor original, el artista original proceden a la manera de los oculistas. El tratamiento por medio de su pintura, de su prosa, no siempre es agradable. Cuando ha acabado, el perito nos dice: Ahora, mire usted. Y he aquí que el mundo (que no ha sido creado una sola vez, sino con tanta frecuencia como ha surgido un artista original) se nos aparece enteramente diferente del antiguo, pero perfectamente claro. Pasan por la calle mujeres, diferentes de las de antaño, porque son Renoir, los Renoir en que nos negábamos ayer a ver mujeres. También los coches son Renoir, y el agua, y el cielo (…) Tal es el universo nuevo y perecedero que acaba de ser creado. Durará hasta la próxima catástrofe geológica que desencadenen un nuevo pintor o un nuevo escritor originales.»

La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados