Pintores: Bronzino

CASANOVES - Bronzino - The Madonna and Child with Saints

Bronzino, El Bronzino o Il Bronzino (Ponticelli de Florencia, 17 de noviembre de 1503 – Florencia, 23 de noviembre de 1572). Pintor italiano predominantemente áulico y uno de los más destacados representantes del manierismo, que se ha vuelto más refinado, maduro e intelectual.

Se tiene poca información fidedigna en relación a su infancia. Precisamente esa falta de datos hace suponer como muy probable que naciera en el seno de una familia muy humilde, lo que explicaría la dificultad para establecer su verdadero apellido. Adoptó como apellido el apodo que se le dio, el sobrenombre «Bronzino», que en italiano significa «broncíneo». Quizás se deba al color oscuro de su piel o a su carácter cerrado «como el de una estatua»[cita requerida].

Su primer maestro fue el pintor florentino Raffaellino del Garbo, aprendiendo las bases del dibujo toscano. Hacia 1515 ingresó en el taller (o bottega) de Jacopo Carucci más conocido como Pontormo quien le hizo su hijo adoptivo y de este modo tuvo un rol fundamental en la carrera artística de El Bronzino.

Colaboró con Pontormo en la cartuja del valle de Ema (cartuja de Galluzzo) entre 1522 y 1525. Ambos realizaron la decoración de la capilla Capponi en la iglesia de Santa Felicita en Florencia.

En 1530 era ya un pintor afirmado y merecidamente reconocido razón por la cual la familia Della Rovere le invitó a trabajar en Pésaro, donde permaneció un par de años. En dicha ciudad trabajó en la decoración de la llamada villa del Imperiale junto a Battista Dossi, Francesco Menzocchi, Raffaellino del Colle, Gerolamo Genga y Dosso Dossi, bajo el mecenazgo de Francesco Maria I Della Rovere.

Cuando Cosme I de Médicis devino señor condottiero de Florencia decide apelar a los principales pintores de la época; entre estos se encuentra El Bronzino quien trabajó para los Medici a partir de 1539. Se encargó de la decoración de la capilla de Leonor Álvarez de Toledo, esposa del duque, en el Palazzo Vecchio. Tras la realización de un primer cuadro se transformó en el pintor oficial de la corte.

Buscando un ayudante para realizar arazzi, Bronzino se dirigió a Roma en 1548, empleando allí a Raffaello dal Colle.

Al morir su maestro Pontormo en 1556, El Bronzino se dedicó a culminar los frescos de la Basílica de San Lorenzo de Florencia.

Hacia el final de su vida empezó a tomar parte en las actividades culturales de Florencia. Así, en 1563 fue uno de los miembros fundadores de la Accademia del Disegno y como representante de la misma participó de las exequias de Miguel Ángel en 1564.

El Bronzino falleció el 23 de noviembre de 1572 en la casa de su alumno preferido: Alessandro Allori discípulo que en homenaje a su maestro —y quizás tío— se hizo llamar Alessandro Bronzino.

Obras

La mayor parte de sus pinturas son retratos de grandes literatos y de integrantes de la familia de los Médicis o de allegados a ésta, por ejemplo de la hermosa Leonor Álvarez de Toledo, hija del virrey de Nápoles y enlazada matrimonialmente con los Médicis. Los retratos, la mayoría en estilo cortesano, llevan un cuidado tratamiento de las vestimentas y joyas, con colores fríos.

Cuando su mecenas, Cosme I de Médicis, fundó una fábrica de arazzi en Florencia, Bronzino se dedicó al diseño de magníficos arazzi figurando en ellos principalmente temáticas mitológicas y alegóricas.

La serie de tales obras consta de veinte arazzi, dieciséis diseñados por Bronzino, tres por Pontormo y uno por Francesco Salviati. Las obras se encuentran actualmente en el museo florentino del Palazzo Vecchio.

Además de los retratos, su otra temática preferida fue la pintura religiosa como las realizadas para las palas de altar y frescos de varias iglesias florentinas.

220px-Angelo_Bronzino_045 220px-Angelo_Bronzino_001 200px-Bronzino_-_Eleonora_di_Toledo_col_figlio_Giovanni_-_Google_Art_Project

Pintores: Cornelius

FASCH - Peter von Cornelius - The Wise and Foolish Virgins 1813

Cornelius era hijo del pintor Aloys Cornelius y su esposa Anna Cosse. Comenzó su educación artística con su padre, inspector de la Galería o Academia de Bellas Artes de Düsseldorf. Su padre murió en 1799, y el joven Cornelius se vio abocado a un trabajo extenuador. En una carta al Conde Raczynski dice

«Nos correspondió a un hermano mayor y a mí velar por los intereses de una familia numerosa. Por esta época intentaron persuadir a mi madre para que me dedicara al negocio de orfebre antes que seguir pintando –en primer lugar, por el tiempo que tardaría en prepararme para pintar, y en segundo lugar, porque ya había muchos pintores. Mi querida madre, sin embargo, rechazó este consejo, y me sentí entonces dominado por un entusiasmo incontrolable, al que la confianza de mi madre proporcionó nueva fuerza, que fue apoyada por el continuo miedo a que me apartaran del estudio de ese arte que tanto amaba.»

Estudió de 1795 a 1809 en la Academia de Dusseldorf, donde experimentó primero la influencia de la escuela de Jacques-Louis David y después la de los primitivos alemanes. Cornelius vivió en Fráncfort del Meno desde 1809 hasta 1811.

Su primer trabajo importante fue la decoración del coro de la iglesia de San Quirino en Neuss (Renania del Norte-Westfalia). En Fráncfort comienza un ciclo de dibujos dedicado al “Fausto I” de Goethe que termina en 1816, con lo que abandonó su inicial clasicismo barroco y se volvió hacia formas neogóticas. Entre los pintores que han influido en su arte se citan a Ernst Ludwig Riepenhausen y Franz Pforr.

La Hermandad de San Lucas

En septiembre de 1811 decidió unirse a la Hermandad de San Lucas. Llegó a Roma el 14 de octubre de 1811. Allí trabó amistad con Overbeck, y pronto fue uno de los cofrades más prometedores de esta hermandad constituida para el estudio y el aprendizaje de la pintura y de la que formaban parte, entre otros, Schadow, Veit, Schnorr y Ludwig Vogel.

La influencia de Peter von Cornelius se dejó notar en el grupo, pues encauzó su creatividad hacia un restauracionismo más secular que el religioso de Overbeck. Bajo su influencia, el grupo se vuelca en la elaboración de frescos monumentales. En Roma, Cornelius participó, con otros miembros de su hermandad, en la decoración de la Casa Bartholdy y de la Villa Massimi. Al mismo tiempo, Cornelius realizó dibujos para ilustrar el Cantar de los Nibelungos