pintores: kramskoi

VERHULST J. - Ivan_Kramskoy - Crist al desert

Iván Kramskói nació en 8 de junio de 1837 en la localidad de Ostrogózhsk (Óblast de Vorónezh). Sus orígenes se encuentran en una familia humilde de la pequeña burguesía local. Entre 1857 y 1863 estudió en la Academia Imperial de las Artes(San Petersburgo). Allí se enfrentó al academicismo imperante y fue el inspirador de la “revuelta de los catorce” que acabó con la expulsión de la Academia de los estudiantes implicados. Éstos fundaron una sociedad cooperativa de arte a la que llamaron “Artel de pintores” (Артель художников).

Bajo el influjo de las ideas de los demócratas revolucionarios rusos, Kramskói defendió la existencia de un deber fundamental del artista ante la sociedad: los principios del realismo, además de reivindicar un contenido moral y nacional en el arte. Se convirtió en uno de los organizadores de la Sociedad de Exposiciones Artísticas Itinerantes (Peredvízhniki), que dirigiría en su primera etapa. Entre 1863 y 1868 dio clases en la escuela de dibujo de una sociedad de apoyo a las artes aplicadas.

Con los años acabaría creando una notable galería de retratos de contemporáneos ilustres: escritores, científicos, artistas y otras personalidades destacadas, entre ellos Lev Tolstói (1873), Iván Shishkin (1873 y 1880), Pável Tretiakov(1876), Tarás Shevchenko (1871), Aleksandr Griboyédov (1875), Iván AivazovskiVladímir Soloviov (1885), el emperador Alejandro III (1886) y su esposa María Fiódorovna.

Aparte de figuras relevantes de su época Kramskói retrató con frecuencia a personas anónimas, siguiendo sus propias ideas acerca de la finalidad del arte. Son particularmente destacables sus retratos de campesinos rusos, en los que poniendo el acento sobre las características psicológicas del sujeto alcanza una gran expresividad.

En 1872 Kramskói realiza la que quizá sea su pintura más célebre: “Cristo en el desierto”. Continuando con la tradición humanística de Aleksandr Ivánov, Kramskói trata una escena bíblica (tema tradicional en el arte) dando al motivo una especial profundidad moral y filosófica. Sobre este lienzo Lev Tolstói dijo que era el mejor retrato de Cristo que nunca hubiera contemplado.

La influencia de las ideas del artista se hace patente en tanto en los retratos como en los temas elegidos para las pinturas, como por ejemplo en “Retrato de una desconocida” (1887-1888) o en “Aflicción inconsolable” (1884).

La orientación de las obras de Kramskói, sus agudas y críticas opiniones sobre el arte, y sus perseverante búsqueda de criterios objetivos en la valoración de las creaciones artísticas contribuyeron a desarrollar de un modo crucial la visión democrática del arte en la Rusia del último tercio del siglo XIX.